Silencios que inducen a error
Mucha gente habr¨¢ pensado que el texto del siglo XV que cit¨® Puigdemont se escribi¨® en catal¨¢n. Pero no. Estaba en lat¨ªn
El silencio forma parte del mensaje. Si un amigo nos dice ¡°la plaza a la que t¨² aspirabas se la han dado a Segismunda¡±, nos llevamos un gran disgusto; que habr¨ªa sido menor si el amigo hubiera completado la noticia: ¡°Pero has conseguido otra mejor¡±. El emisor que silencia esta segunda parte dec¨ªa la verdad con la primera; sin embargo, el mensaje resulta enga?oso porque el silencio lo manipula.
Siempre rellenamos esos silencios acudiendo a lo que nos parece habitual o l¨®gico a falta de m¨¢s datos. Cuando nos hablan de una persona desconocida, la imaginamos con dos piernas, dos ojos, dos orejas... Nunca tomamos a primera vista a alguien por cojo si no lo vemos cojear.
El todav¨ªa presidente Artur Mas apremiaba hace tres semanas a la CUP para que le otorgara su apoyo porque ya venc¨ªa el plazo que marcaba lo que llam¨® varias veces ¡°la normativa¡±. Mucha gente habr¨¢ deducido del mismo modo que se trataba de una ley catalana (es lo que parece l¨®gico). Pero Mas alud¨ªa a una norma de las Cortes espa?olas, pues el Parlament no ha aprobado nunca una ley electoral propia. Por alg¨²n motivo, prefiri¨® no invocar expresamente una ley ¡°espa?ola¡± en tan delicada situaci¨®n.
Estos silencios quiz¨¢s se parecen al que se suele 'emitir' cuando se recuerda el decreto de Nueva Planta del rey Felipe V
El nuevo president, Carles Puigdemont, se refiri¨® en su investidura al primer escrito de la Humanidad en el que se reclama la abolici¨®n de la servitud (siglo XV), al que cit¨® con un t¨ªtulo en catal¨¢n: Llibre del Sindicat de Remen?a de Girona. Y a?adi¨®: ¡°El libro comienza con una frase en lat¨ªn¡±. Y la ley¨® traducida al catal¨¢n.
Con esa simple informaci¨®n, mucha gente habr¨¢ pensado que aquel texto del siglo XV se titul¨® y escribi¨® en catal¨¢n y que comenzaba con una cita latina. Pero el libro (titulado en realidad Libra de los remensas) empezaba en lat¨ªn, segu¨ªa en lat¨ªn y terminaba en lat¨ªn. En aquel tiempo, una gran parte de los textos de cierta formalidad se escrib¨ªan todav¨ªa en la lengua de Roma, aunque est¨¢n documentados textos jur¨ªdicos catalanes en el siglo XII (tal vez traducidos del lat¨ªn). Todo lo cual, por cierto, a la gente le tra¨ªa sin cuidado, pues m¨¢s del 90% de la poblaci¨®n era analfabeta.
Estos silencios quiz¨¢s se parecen al que se suele emitir cuando se recuerda que el decreto de Nueva Planta del rey Felipe V (siglo XVIII) orden¨® sustanciar en castellano las causas ante la Real Audiencia de Barcelona. Como a menudo se omite lo dem¨¢s, cualquier persona de hoy en d¨ªa creer¨¢ que ese decreto atentaba contra el catal¨¢n. Pero no. Tambi¨¦n aquellas causas se sustanciaban en lat¨ªn, idioma que a¨²n ganaba al castellano en la lengua escrita y en la ense?anza. Nuestra lengua catalana (que alumbr¨® su primera gram¨¢tica en el XIX) ocupaba entonces el ¨¢mbito familiar, y su uso habitual en los documentos llegar¨ªa muchos a?os m¨¢s tarde.
Algunos juegos de silencios, intencionados o no, conducen a errores de entendimiento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.