¡®Modern Family¡¯
Los lazos afectivos y sexuales son experiencias ¨²nicas y, como tales, resultan muchas veces inclasificables
Mi hija Lena est¨¢ un poco agotada de tener que aclarar en el colegio que su hermanito no es solo ¡°el hijo de la novia de su pap¨¢¡±. A veces sus amigas la ayudan a explicarlo: ¡°?Son un tr¨ªo!¡±. Otras veces pasa y dice s¨ª, es eso. Desde que hicimos p¨²blica la relaci¨®n de a tres en la que vivimos y el nacimiento de Amaru ¨Chijo biol¨®gico de mi marido y mi mujer, y tan hijo m¨ªo como suyo¨C es l¨®gico que el foco se coloque m¨¢s de lo habitual sobre nosotros y que los miembros de nuestra familia nos encontremos en la necesidad de explicarnos y, en otras ocasiones, en la de simplemente seguir adelante.
He recibido varios mensajes interes¨¢ndose en nuestra vida porque ¡°hay demanda de estas historias¡±. Ya sabemos que cuando empiezan a visibilizarse patrones relativamente novedosos comienzan a funcionar los mecanismos de la tendencia. En un mundo en el que las cosas se dividen entre lo que cotiza al alza y lo que baja, la primera se?al de que estamos ante una disidencia es que muy pronto alguien la convertir¨¢ en moda. Las relaciones que se establecen fuera de la monogamia no han sido la excepci¨®n. Para ellas existe un buen ramillete de etiquetas: ¡°tr¨ªos¡±, ¡°poliamor¡±, las resucitadas ¡°relaciones abiertas¡± y hasta las ¡°an¨¢rquicas¡±. El abuso de las etiquetas y las modas aplicadas a los v¨ªnculos afectivos suelen ser peligrosas. Un amigo escritor dec¨ªa en un art¨ªculo reciente que poliamor le sonaba a ¡°pol¨ªgono industrial¡±. ¡°?Por qu¨¦ todo lo que tiene que ver con este tema me huele a lugares destartalados y tristes?¡±.
Tres mujeres brasile?as ¨Cuna empresaria, una administrativa y una dentista, que viven juntas y duermen en la misma cama¨C han logrado registrar como uni¨®n civil la primera relaci¨®n estable de tres personas en ese pa¨ªs. En Tailandia, tres hombres gais se casaron, convirti¨¦ndose en el primer matrimonio triple legal de la historia. La serie documental de O Globo Amores livres ¨Cs¨ª, otra vez Brasil, el pa¨ªs con m¨¢s cat¨®licos del mundo, y ¨¦ste no es un dato menor¨C narra en sus episodios una historia libreamorosa real ¨Cswingers, amigos cari?osos y poliafectividades diversas¨C, y con altos ¨ªndices de audiencia. Estos casos y algunos m¨¢s han permitido a muchos saber que hay gente detr¨¢s de las anomal¨ªas, con nombres y apellidos, caras y pelos, trabajos y creencias, familias, que, aunque no es sencillo de comprender, aman y se configuran de una manera distinta a la que dicta la norma.
Aunque las co?as van y vienen, de un tiempo a esta parte los propios c¨ªrculos que practican el amor libre enfilan, con sano sentido del humor, su artiller¨ªa contra s¨ª mismos. La humorista feminista Alicia Murillo ya ha catalogado a un esp¨¦cimen como el ¡°polimacho¡±, ¡°un t¨ªo que se infiltra en los c¨ªrculos poliamorosos aunque tenga novia, pero que expulsa a otros t¨ªos de la cama, protege su trasero y espera que solo las chicas nos liberemos sexualmente¡±; y da cuenta de ese otro fen¨®meno para el que ha acu?ado con sorna el apelativo de ¡°polirrom¨¢nticos¡±, quienes, seg¨²n Murillo, ¡°hacen un tr¨ªo y ya quieren irse a vivir a la playa, tener hijitos y que nadie folle fuera del tr¨ªo¡±, ¡°mon¨®gamos pero con m¨¢s gente, vamos¡±, sentencia. Otra experta en la materia, militante de las relaciones no-mon¨®gamas, escritora y feminista como Brigitte Vasallo denuncia que tambi¨¦n en estos predios supuestamente lib¨¦rrimos se reproducen muchas veces las mismas din¨¢micas patriarcales de celos y posesi¨®n.
Ante la andanada de amores m¨²ltiples, desde el otro lado tambi¨¦n aparecen leg¨ªtimos intentos de reinvenci¨®n. Por ejemplo, la ¡°monogamia¡± ha dejado paso al ¡°monoamor¡±, en el que es el sentimiento el exclusivo y excluyente, y no el acuerdo que rige la pareja. Seg¨²n los activistas Amor Libre Spain, un mon¨®gamo te dice ¡°no estoy con nadie si t¨² tampoco lo est¨¢s¡±, y un monoamoroso te dir¨ªa ¡°no quiero estar con nadie m¨¢s, pero no te lo proh¨ªbo a ti¡±.
La ¨²nica anormalidad es la incapacidad de amar, dec¨ªa Ana?s Nin. Tal vez no haya que olvidar que los lazos afectivos y sexuales producen experiencias ¨²nicas y procesos singulares. Y que, como tales, resultan muchas veces inclasificables. Y esa es la verdadera conquista de la diversidad.
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