Caruana mete presi¨®n a Carlsen, que no lucha

Magnus Carlsen est¨¢ traicionando en el Tata Steel de Wijk aan Zee (Holanda) el esp¨ªritu luchador que casi siempre le ha distinguido. Ayer volvi¨® a firmar tablas sin apenas lucha mientras sus perseguidores inmediatos, Fabiano Caruana y Liren Ding ganaban. Ello significa que los tres pueden ganar hoy el torneo: Carlsen juega con blancas frente a Ding, a quien aventaja en un punto; y Caruana, a medio punto del l¨ªder y con mejor desempate, con negras ante Yevgueni Tomashevski.

Las palabras del campe¨®n del mundo tras decepcionar con negras en su partida frente al estadounidense Wesley So sonaron muy vagas, como si estuviera cumpliendo un tr¨¢mite: ¡°Me ha sorprendido en la apertura, he encontrado una continuaci¨®n aceptable, no estaba seguro de poder jugar algo m¨¢s ambicioso y opt¨¦ por el empate¡±. El noruego sabe de sobra que esa actitud conformista choca frontalmente con su enfoque habitual: luchar hasta el ¨²ltimo pe¨®n, apretar las tuercas durante horas justo cuando sus rivales dan por seguro que la posici¨®n es de tablas. De hecho, la elecci¨®n de la variante contra So ya indicaba que le parec¨ªa bien empatar con uno de los rivales m¨¢s fuertes del torneo.

Quienes han admirado a Carlsen desde 2004, cuando aquel adolescente escandinavo de 13 a?os ganaba el torneo C de Wijk aan Zee con un juego asombroso, pueden pensar en distintos motivos para explicar ese comportamiento inusualmente prudente, que se ha visto al menos cuatro d¨ªas en este torneo: frente a Mamedi¨¢rov (4? ronda), Kariakin (8?), Giri (10?) y So (12?): falta de motivaci¨®n del n¨²mero uno indiscutible; reserva de energ¨ªas en un a?o donde la prioridad ser¨¢ defender su t¨ªtulo en noviembre; o alguna preocupaci¨®n en su vida personal. Tras observarlo de cerca varios d¨ªas en Wijk aan Zee y hablar con personas de su entorno, el autor de esta cr¨®nica se inclina por lo primero: cuando uno est¨¢ arriba del todo y nadie parece capaz de desalojarlo, s¨®lo puede ir hacia abajo, lo que no resulta muy estimulante.

En todo caso, Carlsen deber¨¢ emplearse a fondo hoy si desea igualar la marca hist¨®rica de Viswanathan Anand, con cinco victorias en Wijk aan Zee. El coeficiente de desempate con Caruana le perjudica; por tanto, repetir ante Ding la misma actitud conservadora que contra So es, parad¨®jicamente, muy arriesgado. Adem¨¢s, el chino tiene una posibilidad, aunque remota, de ser el vencedor: ganar a Carlsen y que Caruana pierda ante Tomashevski. ?Volveremos a ver hoy al verdadero Carlsen?