El misterio de los europeos extinguidos tras el final de la glaciaci¨®n
Un an¨¢lisis gen¨¦tico muestra que hace unos 14.500 a?os desapareci¨® un grupo humano descendiente de los cazadores recolectores que sobrevivieron al ¨²ltimo m¨¢ximo glacial
Hace algo m¨¢s de treinta a?os, cuando cient¨ªficos como el sueco Svante P??bo comenzaron a recuperar el material gen¨¦tico de seres vivos muertos hace miles de a?os, se abri¨® una puerta de acceso a una parte de la historia que parec¨ªa desaparecida para siempre. Adem¨¢s de proporcionar informaci¨®n sobre algunos de sus rasgos f¨ªsicos, como el pelo rojo de los neandertales, o la intolerancia a la lactosa de ?tzi, el hombre de los hielos, el ADN antiguo est¨¢ ayudando a entender los movimientos migratorios y las probables penurias de nuestros ancestros.
Esta semana, un equipo liderado por Johannes Krause, director del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana en Jena (Alemania), ha anunciado los resultados del an¨¢lisis gen¨¦tico de 35 individuos que vivieron entre hace 35.000 y 7.000 a?os en Francia, Alemania, B¨¦lgica, Italia, la Rep¨²blica Checa y Ruman¨ªa. En aquel periodo, los peque?os grupos de Homo sapiens que hab¨ªan llegado a Europa milenios antes procedentes de ?frica se estaban convirtiendo en la especie humana dominante ante la decadencia neandertal. Pero tampoco ten¨ªan una vida f¨¢cil. El ¨²ltimo m¨¢ximo glacial, que comenz¨® hace unos 25.000 a?os y mantuvo medio mundo congelado durante m¨¢s de 60 siglos, oblig¨® a muchos de estos grupos a refugiarse en el sur del continente.
No se sabe quienes eran ni de d¨®nde llegaron los humanos que los reemplazaron
En esas posiciones de resistencia, las poblaciones se redujeron y se produjo lo que se conoce como un cuello de botella gen¨¦tico, que queda registrado como una reducci¨®n de la diversidad de las poblaciones. Una de las consecuencias de aquellos sufrimientos se observa en el estudio que hoy se publica en la revista Current Biology. El an¨¢lisis del ADN mitocondrial de tres individuos que vivieron en lo que hoy son B¨¦lgica y Francia antes de que comenzase el periodo m¨¢s g¨¦lido de la glaciaci¨®n muestra que pertenec¨ªan al haplogrupo M, un linaje humano que hoy es com¨²n en Asia o las poblaciones de nativos americanos, pero ha desaparecido de Europa. Este hallazgo sustentar¨ªa la hip¨®tesis de que todos los humanos no africanos surgieron a partir de una ¨²nica y r¨¢pida migraci¨®n que comenz¨® hace unos 50.000 a?os.
El ADN mitocondrial es una herramienta ¨²til para comparar individuos y deducir su proximidad gen¨¦tica y la historia de las migraciones de los grupos a los que pertenec¨ªan. Esto sucede porque, a diferencia del material gen¨¦tico del n¨²cleo, que se mezcla cada vez que se procrea, el ADN mitocondrial, presente en los org¨¢nulos que le dan energ¨ªa a la c¨¦lula, permanece estable. Adem¨¢s, las escasas mutaciones, que se producen una vez cada 8.000 a?os, permite utilizar esos cambios como reloj para conocer, por ejemplo, el momento aproximado en que se produjo una migraci¨®n.
El hallazgo m¨¢s sorprendente de Krause y su equipo es la desaparici¨®n de los descendientes de los cazadores recolectores que sobrevivieron al ¨²ltimo m¨¢ximo glacial hace unos 14.500 a?os, justo cuando la helada milenaria comenzaba a amainar. Despu¨¦s de superar lo peor, quiz¨¢ ya mermados tras siglos de refugio, algo hizo desaparecer a aquella poblaci¨®n. ¡°No sabemos qui¨¦n les reemplaz¨® o de d¨®nde ven¨ªan, aunque el trabajo con su ADN nuclear nos permitir¨¢ saber m¨¢s sobre d¨®nde vinieron¡±, explica Johannes Krause. ¡°Sobre lo que les sucedi¨®, solo podemos especular y pensar que quiz¨¢ esa gente se hab¨ªa adaptado al clima fr¨ªo o a cazar mamuts y que despu¨¦s, de oriente pr¨®ximo o el sudeste de Europa llegaron pueblos mejor adaptados a aquel tipo de entorno¡±, a?ade.
La glaciaci¨®n redujo la divesidad gen¨¦tica de los europeos, que se refugiaron en el sur del continente
Carles Lalueza Fox, investigador del CSIC en el Instituto de Biolog¨ªa Evolutiva, en Barcelona, que tambi¨¦n ha realizado investigaciones sobre el ADN antiguo de poblaciones de aquella ¨¦poca coincide en que los resultados publicados en Current Biology coinciden con algunos de sus hallazgos. ¡°Cuando hicimos el an¨¢lisis en La Bra?a [un yacimiento en Le¨®n] vimos que en el ADN mitocondrial en el mesol¨ªtico (hace unos 7.000 a?os) hay poca diversidad gen¨¦tica y una poblaci¨®n muy baja¡±, cuenta. Sin embargo, en el neol¨ªtico, algunos siglos despu¨¦s, ya hab¨ªa dado tiempo a que las poblaciones se recuperasen despu¨¦s de los tiempos dif¨ªciles tras la glaciaci¨®n y hab¨ªa m¨¢s diversidad y m¨¢s mezcla entre poblaciones.
Lalueza Fox recuerda tambi¨¦n que en la ¨¦poca del gran reemplazo observado en los an¨¢lisis de Krause, existieron culturas arqueol¨®gicas muy distintas. Normalmente, los arque¨®logos suelen ver una cierta continuidad entre culturas, pero en aquel momento el cambio es m¨¢s fuerte. El momento de la desaparici¨®n de aquella poblaci¨®n europea hace 14.500 a?os coincide con la llegada de la cultura magdaleniense. Como probablemente hab¨ªa sucedido en otras ocasiones en la prehistoria, un grupo humano debilitado por las circunstancias pudo verse finalmente sobrepasado por otros pueblos m¨¢s fuertes y mejor adaptados a las circunstancias. El estudio de su ADN nuclear permitir¨¢ saber algo m¨¢s sobre aquellos europeos desaparecidos.
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