El futuro es de los animadores socioculturales
Hern¨¢ndez Molt¨® resume la quiebra del sistema financiero espa?ol: los responsables siempre eran otros
Juan Pedro Hern¨¢ndez Molt¨®, expresidente de Caja Castilla-La Mancha (CCM), intervenida en 2009 para evitar la quiebra con un coste de 1.740 millones, ha encontrado la expresi¨®n feliz, le mot juste flaubertiano, para describir su trabajo de demolici¨®n desde dentro de la entidad financiera: era el ¡°animador sociocultural¡± de la caja; se equivoca quien crea que era el presidente, que ten¨ªa responsabilidades de gesti¨®n o que su sueldo le obligaba a vigilar los balances y respetar las normas financieras. Nada de eso. Hern¨¢ndez Molt¨® se dibuja a s¨ª mismo como el presentador de Eurovisi¨®n, como Ricky Gervais en la ceremonia de los Oscar o como el entertainer de Tu cara me suena.
Y, efectivamente, su cara nos suena. Es la misma que puso Arturo Fern¨¢ndez para explicar por qu¨¦ no se le¨ªa los informes de Bankia de la que era consejero (y bien pagado, por cierto), o la de los directivos de Catalunya Banc cuando explicaron que, a pesar de sus salarios, bonus e indemnizaciones, no sab¨ªan nada del deterioro de las cuentas de su negocio, o las de todos los directivos de las cajas valencianas, quebradas a costa del contribuyente. Todos, como Hern¨¢ndez Molt¨®, estaban o est¨¢n aquejados del virus amnesia de responsabilidad. Cobraban por estar, no por decidir; solo actuaban como tristes figurantes, pero los culpables siempre eran el Banco de Espa?a, el Gobierno anterior, el mal tiempo o la empanadilla de M¨®stoles. A todos ellos les hubiera gustado inventar lo de animador sociocultural para autodescribirse.
Como animador sociocultural (o reina madre, el expresidente estuvo sembrado ante el juez), Hern¨¢ndez Molt¨® ha costado un poco caro al pa¨ªs. En cash, 1.740 millones de euros; en intangibles ¡ªcomo la p¨¦rdida de prestigio financiero de la naci¨®n¡ª, el coste es incalculable. Chiquito de la Calzada o Maril¨® Montero hubieran resultado m¨¢s baratos y, para algunos, m¨¢s divertidos. Y no es porque no se entienda lo que quiere decir el declarante. Sostiene que ¨¦l no era presidente ejecutivo; de ah¨ª lo de reina madre. Pero si es as¨ª ?por qu¨¦ presid¨ªa la comisi¨®n ejecutiva de la caja? Si sab¨ªa que las cuentas de 2008 no eran correctas, porque no recog¨ªan las exigencias del Banco de Espa?a ?por qu¨¦ las present¨®? ?Qui¨¦n fue el ejecutivo que concedi¨® cr¨¦ditos fara¨®nicos a inmobiliarias agonizantes?
Cuando pasen los decenios, los contribuyentes espa?oles recordar¨¢n con emoci¨®n contenida que en los albores del siglo XXI los presidentes y directivos de las cajas de ahorros no eran responsables de las cuentas de resultados sino de organizar festejos y simposios art¨ªsticos con el dinero de las fundaciones, las auditoras aprobaban a voleo las cuentas de resultados, el Banco de Espa?a sab¨ªa pero no actuaba y el complejo pol¨ªtico-inmobiliario-auton¨®mico manoseaba las cajas para colocar afines en los Consejos o en la direcci¨®n y para financiar la especulaci¨®n inmobiliaria de amigos y cu?ados al borde de la quiebra. Quiz¨¢ entonces se estudie animaci¨®n sociocultural en la Facultad de Econ¨®micas y Hollywood entregue un premio a los mejores efectos especiales en los balances.
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