080 Barcelona Fashion: Oficial y callejero
Las dos primeras jornadas de 080 Barcelona Fashion se muestran indecisas sobre el camino que debe tomar la moda masculina
Krizia Robustella sigue siendo la alcaldesa del 080. Una alcaldesa que marca el ritmo y que siempre va varios pasos por delante. En una edici¨®n en la que incluso los dise?adores de corte m¨¢s cl¨¢sico han incorporado el active wear a sus imaginarios, Robustella baja las revoluciones y huye del sobrecarga crom¨¢tica: apuesta por el blanco y negro, apoyada por la r¨¦plica de tags grafitteros vintage y, sobre todo, por las ilustraciones del artista Nicasio Torres. Sus referencias al estilo urbano adinerado vuelve a hacer acto de presencia en su colecci¨®n ¡°Black Street¡±, pero esta vez a modo de homenaje al exceso sobrio y contenido de los 80 y los 90 en una Nueva York previa al bling-bling, un lugar y una ¨¦poca que hacen posibles extravagancias como un impactante vestido de cuero o prendas con secciones de pelos en tonos fr¨ªos.
Tras hacerse con el Premio Nacional al Dise?o Emergente en la ¨²ltima edici¨®n de 080, Carlotaoms optaron por el riesgo como herramienta para aprobar (con sobresaliente) la rev¨¢lida del 080. Las dise?adoras plantaron sobre la pasarela una colecci¨®n que era lo m¨¢s parecido a observar las monta?as en la lejan¨ªa, en un horizonte azul y difuminado, visto a trav¨¦s de la poluci¨®n urbana. Su colecci¨®n ¡°Itinerant¡± revisa el imaginario monta?ero (pistones como cierre, cintas de escalada, supremac¨ªa del punto, siluetas t¨¦cnicas, estampados de picos escarpados) en grises, azules y negros. Y todo ello sin perder de vista que todo ha de remitir a la monta?a, s¨ª, pero tambi¨¦n tiene que trasladarse a la calle.
Las referencias de Pau Esteve, que se estrenaba este a?o en 080, ven¨ªan ni m¨¢s ni menos que de Berl¨ªn, y no es dif¨ªcil ver la impronta de la ciudad de la fiesta en las prendas de Esteve. La primera modelo del desfile de su colecci¨®n ¡°Dust¡± sosten¨ªa un stick fluorescente en la mano, como invit¨¢ndonos a participar en una sesi¨®n de postureo (bien entendido) en Berghain. Y, a continuaci¨®n, un despliegue de est¨¦tica agender en la que el ch¨¢ndal se convierte en el uniforme de etiqueta del siglo XXI.
Cl¨¢sico y avanzado
Si Krizia Robustella es la alcaldesa del 080, el alcalde es, sin lugar a dudas, Manuel Bola?o. Su desfile, que no era un desfile, estaba programado cerrando la segunda jornada de la pasarela en un horario reservado a ¡°los grandes¡±. Y, aun as¨ª, el 080 se le qued¨® peque?o: a la entrada, nos indicaron que nos mantuvi¨¦ramos de pie alrededor de la isla central de asientos de la Casa Llotja de Mar. As¨ª lo hicimos: en compa?¨ªa de la Pelopony, que b¨¢sicamente pasaba por all¨ª (de verdad), habitamos el espacio de la pasarela mientras un grupo de artistas sub¨ªan al escenario e ilustraban en diferentes formatos (desde ¨®leo a tableta digital) los escasos pero contundentes modelos de la nueva colecci¨®n de Bola?o. Una cosa qued¨® clara: el dise?ador no necesita un desfile al uso para fascinar con su visi¨®n de la moda a medio camino entre los 70 m¨¢s nost¨¢lgicos y los recuerdos de una infancia marcada por El Mago de Oz.
Esa misma ma?ana, Pablo Erroz tambi¨¦n demostraba algo sobre la pasarela de 080: que, por mucho que parezca lo contrario, a d¨ªa de hoy no es necesario hacer concesiones a la galer¨ªa del chandalismo street para sorprender e incluso apasionar. Su nueva colecci¨®n, ¡°Perception¡±, resume el esp¨ªritu de la transici¨®n de los a?os setenta a los ochenta, aunque es de recibo puntualizar que la primera d¨¦cada gana la partida sanamente en una colecci¨®n marcada por el aplique de borrego en cuellos y detalles, la sastrer¨ªa fluida de vol¨²menes amplios, los materiales c¨¢lidos y los bajos amplios que dejan a la vista el tobillo desnudo.
En el seno de su nueva colecci¨®n, Miquel Suay trenza su visi¨®n cl¨¢sica de la sastrer¨ªa para hombre, esa que ya hemos visto en otras ediciones del 080, con nuevos aires chandaleros y confortables, rozando la moda urbana y los toques futuristas como el mono extra¨ªdo de un sue?o de ciencia ficci¨®n. Su colecci¨®n ¡°Eight¡± no se vende al ch¨¢ndal: lo asimila igual que todos estamos asimil¨¢ndolo y, de hecho, cuando resulta menos logoman¨ªaco (con el ocho como s¨ªmbolo demasiado presente), lo asimila con un acierto incontestable.
La fiebre minimalista ha llegado incluso a la firma catalana Punto Blanco, que sustituye los estampados de temporadas anteriores por un esquema crom¨¢tico basado en el negro y el azul, con pinceladas de rojo y gris y referencias cinematogr¨¢ficas. De hecho, el cine estaba presente en la colecci¨®n de una firma para quien las cinturas el¨¢sticas no son una concesi¨®n a la tendencia, sino una se?a de identidad. Al final, el c¨ªrculo se cierra. Y muchos caminos (si no todos) llevan al ch¨¢ndal. Ll¨¢melo el signo de los tiempos.
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