Se busca presidente cristiano en L¨ªbano
El campo sun¨ª ha quedado fragmentado y avanza el candidato apoyado por los chi¨ªes
Los libaneses buscan presidente desde hace 21 meses, y est¨¢n presenciando un nuevo vuelco en las alianzas nacionales. Desde que el acuerdo de Taez pusiera fin a tres lustros de guerra civil, en L¨ªbano el presidente ha de ser cristiano, el primer ministro, musulm¨¢n sun¨ª y el portavoz del Parlamento, musulm¨¢n chi¨ª. La situaci¨®n pol¨ªtica actual se remonta a 2005, cuando el magnicidio del ex primer ministro Rafic Hariri forz¨® la retirada de las tropas sirias tras 29 a?os en L¨ªbano. Los 128 esca?os del Parlamento se reparten desde entonces entre los seguidores del bloque 8 de Marzo (8M), liderados por la milicia-partido chi¨ª Hezbol¨¢, y el 14 de Marzo (14M), liderada por Hariri hijo, cabeza del partido sun¨ª Movimiento del Futuro. Los cuatro partidos cristianos libaneses, y sus candidatos a la presidencia, quedaban divididos entre los que reciben apoyo de los sun¨ªes y los que lo reciben de los chi¨ªes. Aferrados a sus candidatos, Samir Geagea por el 14M y Michel Aoun por el 8M, el impasse pol¨ªtico roza el segundo a?o.
En una maniobra con vistas a dividir al bloque contrario, Saad Hariri respaldaba el pasado 18 de enero al segundo candidato de la oposici¨®n cristiana. El tiro le sali¨® por la culata. El campo sun¨ª ha quedado fragmentado mientras que la mayor¨ªa de l¨ªderes cristianos pon¨ªan fin a d¨¦cadas de enemistad para respaldar al candidato de Hezbol¨¢. Sin que ninguno de los aspirantes acumule los 65 esca?os necesarios, la fallida artima?a de Hariri ha provocado una reconfiguraci¨®n del espectro pol¨ªtico, rompiendo el statu quo prevalente durante la ¨²ltima d¨¦cada.
Hariri, que pasa m¨¢s tiempo en Par¨ªs que en Beirut, ha perdido el respeto de su gente, a la par que privado de l¨ªder a una frustrada comunidad sun¨ª incapaz de nivelar su peso pol¨ªtico y econ¨®mico al militar de Hezbol¨¢. Mientras, el partido chi¨ª se congratula de que ambos candidatos a la presidencia pertenecen a su bando. Un giro que deja claro a los libaneses que detr¨¢s de la victoria de Hezbol¨¢ se esconde la de Ir¨¢n, y por ende Siria, y que se imponen en la lucha con Arabia Saud¨ª por controlar a este diminuto pa¨ªs.
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