Castigo a los bloqueos

Siete semanas despu¨¦s de celebradas las elecciones, el sondeo de Metroscopia publicado hoy por EL PA?S nos devuelve el espejo actualizado de los cambios que se han producido entre los ciudadanos. El mayor coste recae en el presidente en funciones y l¨ªder del PP, Mariano Rajoy. Es duro leer que atendi¨® a sus propios intereses y a los de su partido, antes que a los de Espa?a, al declinar la propuesta del Rey para la investidura, pero lo creen siete de cada 10 ciudadanos, entre ellos un tercio largo de votantes del PP. Y para ¨¦l es grave que se consolide la imagen de Albert Rivera como el l¨ªder mejor evaluado incluso entre los populares.

El PP acusa el golpe de una cascada de casos de corrupci¨®n. Y de que no se ha podido hacer valer como la fuerza m¨¢s votada: ni ha negociado los apoyos que le faltan, ni Rajoy ha querido exponerse a una derrota en la investidura. Su manera de apartarse le condena pr¨¢cticamente a la impotencia pol¨ªtica y reduce las posibilidades de su partido, probablemente confiado en una repetici¨®n de las elecciones que, de momento, solo le da una posici¨®n peor de la que ya ten¨ªa.

La iniciativa se encuentra ahora en manos del socialista Pedro S¨¢nchez, lo cual le ha beneficiado en t¨¦rminos de opini¨®n p¨²blica. No hay que descartar que se trate de un hecho coyuntural, puesto que la encuesta se realiz¨® en los d¨ªas en que se produjo el encargo del Rey; en todo caso, da cuenta de un reflejo ampliamente positivo. Lo es para el propio Monarca, cuya decisi¨®n aplaude una gran mayor¨ªa. Y desde luego lo es para S¨¢nchez, que recibe el premio de quien se lanza al ruedo por incomparecencia del contrario y cuyo partido se encuentra ahora a menos de un punto del PP en intenci¨®n de voto, mientras que se distancia en m¨¢s de tres respecto a Podemos, su inmediato seguidor.

El pr¨®ximo Gobierno parece jugarse entre PSOE y Ciudadanos, aunque la perspectiva es muy dif¨ªcil: la suma de sus diputados (130) est¨¢ lejos de la mayor¨ªa absoluta y necesitan el apoyo o la abstenci¨®n de alguna de las otras dos fuerzas ¡ªPP, Podemos¡ª que ya lo han negado. Pero la combinaci¨®n peor evaluada es la del PSOE y Podemos con Pablo Iglesias como vicepresidente del Ejecutivo. Una operaci¨®n para la que manifiestamente no est¨¢ preparada la opini¨®n p¨²blica que, a tenor del sondeo, tampoco ofrece tanto r¨¦dito electoral al partido de Iglesias como si el sorpasso al PSOE fuera una fruta madura.

Los espa?oles necesitan soluciones en positivo, y no vetos ni tacticismos en cadena. Se espera a alguien que saque las casta?as del fuego, y no a pol¨ªticos en el burladero a la b¨²squeda de oportunidades electorales futuras. Que a lo mejor se presentan; y a lo mejor, no. Las urnas del 20-D establecieron un escenario pluripartidista y eso se mantiene, por lo que sigue siendo cierto que volverse otra vez a los electores para que voten ser¨ªa una confesi¨®n de impotencia de los pol¨ªticos, que les piden que arreglen un desaguisado porque ellos se consideran incapaces. Cada vez parece m¨¢s claro que la repetici¨®n de las elecciones perjudicar¨¢ a quien aparezca como culpable de no haber permitido la constituci¨®n de un Gobierno por meros intereses partidistas.