El amargo tuit de Dani Rovira

Algo, no muy bueno, le ocurre a este pa¨ªs ¨²ltimamente con la tolerancia y la capacidad de encajar la iron¨ªa y el humor para que Dani Rovira, uno de los presentadores m¨¢s solventes que ha tenido la gala de los Goya, haya estallado en un tuit con esta amarga confesi¨®n: ¡°Tras todas las cr¨ªticas, desprecios, insultos, acusaciones y decepciones, he de decir que no me ha merecido la pena presentar @premiosGoya¡±. Para cualquier profesional de los escenarios, poder conducir una gala a la que asiste lo mejor del mundo del cine y re¨²ne frente al televisor a millones de espectadores ¡ª exactamente 3,9 millones en este caso, el 25,8% de cuota de pantalla¡ª es una oportunidad que se presenta pocas veces y que tiene tanto de hito profesional como de riesgo. Hay que ser valiente para asumir el reto. Lo l¨®gico ser¨ªa que hacerlo con la soltura, la calidad interpretativa y el buen hacer con que Dani Rovira condujo el acto, provocara un sentimiento de satisfacci¨®n. Y sin embargo, lo que el tuit de Rovira transmite no es orgullo, sino hast¨ªo.

Mal vamos cuando un trabajo bien hecho provoca este tipo de sensaciones. Lo relevante de ese tuit es que no expresa solo un estado de ¨¢nimo personal, individual, sino la existencia de un clima de exasperaci¨®n, de hipercriticismo subjetivo y est¨¦ril, que en ocasiones se vuelve asfixiante. Un acto como la gala de los Goya puede y debe ser objeto de cr¨ªtica. Todo lo severa que se quiera. Y caben naturalmente las m¨¢s diversas valoraciones sobre el ritmo, el gui¨®n y las interpretaciones. Incluida, por supuesto, la del presentador. Pero una cosa es la cr¨ªtica, y otra el linchamiento. Los ataques que ha recibido la gala tienen que ver sobre todo con una actitud de intolerancia a la s¨¢tira y al humor pol¨ªtico.

No es la primera vez que ocurre y no parece que la reacci¨®n de Rovira se deba a la dificultad para encajar las cr¨ªticas a un trabajo profesional. Su tuit es m¨¢s bien un grito de rebeld¨ªa contra esa cacofon¨ªa crispada, desconsiderada y hasta cruel que con frecuencia acapara la conversaci¨®n en las redes sociales y que amenaza con desnaturalizar ese extraordinario espacio de comunicaci¨®n que son. Un espacio en el que anonimato da patente de corso a los m¨¢s energ¨²menos.

Lo preocupante es que este clima destructivo tiende a impregnar todos los ¨¢mbitos de la vida p¨²blica y hace m¨¢s desagradable participar en ella. No deber¨ªamos dejar que se imponga ese estilo bronco, irrespetuoso y desabrido de relaci¨®n. No es solo una cuesti¨®n de educaci¨®n y cortes¨ªa. Es que se vive peor y hace m¨¢s dif¨ªcil la convivencia. Las redes sociales son un magn¨ªfico instrumento para compartir ideas, pensamientos, creatividad. Un espacio id¨®neo para la ¡°comuni¨®n¡±, en el sentido laico que da a este t¨¦rmino el fil¨®sofo franc¨¦s Andr¨¦ Compte-Sponville. Tambi¨¦n para expresar opiniones y cr¨ªticas. El problema no es la tecnolog¨ªa, sino el uso que hacemos de ella, y en este sentido, un factor nuevo a tener en cuenta es la capacidad de amplificaci¨®n que tienen las redes. Habr¨ªa que hablar m¨¢s y vociferar menos.