Todo por Rita Barber¨¢

Los excesos cometidos con la instituci¨®n del fuero judicial para altos cargos han alcanzado una de sus cotas m¨¢s elevadas con el caso Rita Barber¨¢. La exalcaldesa valenciana fue convertida en senadora cuando ya estaban abiertas las investigaciones por presunta corrupci¨®n en Valencia; y ahora el PP refuerza ese privilegio design¨¢ndola para la Diputaci¨®n Permanente del Senado, lo cual le permitir¨¢ ser aforada m¨¢s all¨¢ de la disoluci¨®n de las Cortes, en el supuesto de que se repitan las elecciones.

Pronto empieza el PP a incumplir su promesa de ¡°reducir los aforamientos¡± y ¡°limitar¡± la competencia de los tribunales superiores para juzgar a cargos p¨²blicos. Contrasta el inter¨¦s por Barber¨¢ con la imputaci¨®n por el juez de 9 de los 10 concejales del PP en el Ayuntamiento valenciano, junto con una veintena de sus asesores, en un asunto de blanqueo de capitales. Pero el instructor de las diligencias abiertas en Valencia tiene que dejar a Barber¨¢ al margen, al menos de momento, dado que la hoy senadora est¨¢ aforada en el Tribunal Supremo.

Mariano Rajoy ha perdido una buena ocasi¨®n de demostrar que pretend¨ªa cambiar algo cuando aseguraba que en su partido ¡°ya no se pasa ni una¡±. Lo cierto es que el asunto de la presunta corrupci¨®n valenciana est¨¢ recibiendo el mismo tratamiento que otros casos anteriores: negarlo todo ¡ªeso es lo que hace Barber¨¢ a trav¨¦s de comunicados¡ª y utilizar los recovecos legales posibles para dilatar todas las explicaciones.

El l¨ªder del PP, preso de su anterior compromiso p¨²blico con Rita Barber¨¢, no hace nada para cambiar el curso de los acontecimientos. De poco sirve reconocer que la corrupci¨®n ha pasado una enorme factura a su partido, castigado en todas las convocatorias electorales celebradas en Espa?a desde 2014 ¡ªdestacadamente en Valencia¡ª y persistir en el apoyo a los s¨ªmbolos de esa etapa funesta.