Cuando regalar una rosa roja est¨¢ castigado

Millones de enamorados en todo el mundo compran estos d¨ªas un regalo para sorprender a la persona que aman. El d¨ªa de San Valent¨ªn hace ya mucho que ha dejado de ser una festividad cristiana para convertirse en el d¨ªa del amor rom¨¢ntico, adem¨¢s de una oportunidad de negocio para muchos comercios. En algunos pa¨ªses, sin embargo, regalar rosas rojas, bombones, peluches o una simple tarjeta con un coraz¨®n puede acarrear un severo castigo. La polic¨ªa iran¨ª acaba de recordar a los caf¨¦s que est¨¢ prohibido celebrar ese d¨ªa.

¡°Los locales no deben vender art¨ªculos con el nombre o signos del d¨ªa de San Valent¨ªn¡±, recuerda la circular policial que la asociaci¨®n de cafeter¨ªas de Ir¨¢n ha publicado en su p¨¢gina web para curarse en salud. ¡°Est¨¢ prohibido que los j¨®venes se re¨²nan en estos locales y se regalen objetos simb¨®licos de ese d¨ªa como peluches, flores, bombones, etc. En caso contrario, el responsable del local tendr¨¢ que asumir la responsabilidad por estos actos¡±, advierte la polic¨ªa que, con su mensaje, intenta frenar ¡°un aspecto de la decadente cultura occidental llamado San Valent¨ªn¡±.

A pesar de la llamada de atenci¨®n, muchos j¨®venes volver¨¢n a regalar cajas de bombones con forma de coraz¨®n o cualquier otro detalle que lleve ese signo universal del amor aunque sea en su envoltorio. En los ¨²ltimos a?os, los restaurantes se han llenado en esa fecha, que casualmente coincide con el d¨ªa en que Jomeini pronunci¨® la fetua contra Salman Rushdie, y los comerciantes han seguido vendiendo esos productos bajo cuerda.

¡°Los art¨ªculos con corazones son muy populares en Ir¨¢n, se venden durante todo el a?o, pero sobre todo ahora¡±, asegura un joven profesional que recuerda al menos tres tiendas donde se pueden encontrar en su barrio, en el centro de Teher¨¢n. En su opini¨®n, la prohibici¨®n no tiene nada que ver con el islam, sino con la estrecha mentalidad de los ultraconservadores que en general se oponen a cualquier celebraci¨®n no religiosa, incluidas las tradicionales iran¨ªes como el Chaharsambe, el salto del fuego el ¨²ltimo mi¨¦rcoles del a?o persa.

Significativamente, la represi¨®n de estas actividades no vinculadas al islam suele ser menor cuando los ultras est¨¢n al mando y se sienten seguros. En 2006, al a?o siguiente de la llegada al Gobierno de Mahmud Ahmadiyead, y con el control de los tres poderes Ejecutivo, Legistativo y Judicial), los vigilantes de la moral hicieron la vista gorda a San Valent¨ªn. Pero este a?o, temen perder el control del Parlamento tras el ¨¦xito diplom¨¢tico del moderado Hasan Rohani con el acuerdo nuclear.

Ir¨¢n no es el ¨²nico pa¨ªs donde se rechaza la celebraci¨®n de este d¨ªa del amor rom¨¢ntico. Desde Arabia Saud¨ª hasta Indonesia, pasando por India y Pakist¨¢n, cl¨¦rigos musulmanes o pol¨ªticos nacionalistas condenan una costumbre que tildan de ¡°occidental¡± y tratan de impedirla.

La polic¨ªa religiosa de Arabia Saud¨ª ha prohibido expl¨ªcitamente en varias ocasiones el intercambio de regalos en esa fecha y suele dedicar a su ej¨¦rcito de inquisidores a confiscar flores, tarjetas con corazones, peluches e incluso papel de envolver de color rojo; cualquier art¨ªculo que pueda vincularse con el ¡°decadente¡± evento. Pero en un pa¨ªs en el que impera la segregaci¨®n sexual, muchos j¨®venes ven en ese desaf¨ªo una forma de probarse ante el ser querido, lo que ha dado lugar a un boyante mercado negro de rosas rojas. En 2014 fue notoria la condena de cinco hombres a varios a?os de prisi¨®n y un total de 4.500 latigazos por celebrar el d¨ªa bailando y bebiendo alcohol con seis mujeres con las que no estaban emparentados.

En Indonesia, el pa¨ªs con el mayor n¨²mero de musulmanes del mundo, los cl¨¦rigos tachan de anti isl¨¢mica el d¨ªa de San Valent¨ªn. Argumentan que esa festividad promueve el sexo f¨¢cil y el consumo de alcohol. Dado que se trata de un Estado laico, el Gobierno se mantiene al margen del debate, pero en la provincia de Aceh, la ¨²nica bajo la Shar¨ªa, est¨¢ prohibida su celebraci¨®n y la venta de regalos.

Algo similar ocurre en Malasia. Desde que en 2005 las autoridades isl¨¢micas emitieran una fetua contra la festividad, la polic¨ªa moral hace batidas en las que detiene a quienes lo celebran, en especial parejas que comparten habitaci¨®n de hotel sin estar casadas. Pero incluso en India, donde los musulmanes son una minor¨ªa, los partidos pol¨ªticos nacionalistas hind¨²es critican ese d¨ªa que, aseguran, ¡°promueve valores occidentales¡±.