A grandes males, razonables remedios

En las ¨²ltimas semanas hemos o¨ªdo hablar mucho del ingreso m¨ªnimo vital, una propuesta incluida por el PSOE en su oferta de negociaci¨®n a otros partidos y que podr¨ªa contribuir a facilitar acuerdos a izquierda y derecha. Esta iniciativa, hecha p¨²blica ya en julio de 2015, plantea dedicar 6.500 millones de euros anuales (0,6% del PIB) a asegurar un ingreso m¨ªnimo garantizado para los cientos de miles de hogares sin ning¨²n recurso, o con recursos insuficientes, existentes en Espa?a. De esta suma, algo m¨¢s de 1.000 millones estar¨ªan destinados a una renta de infancia que elevar¨ªa a cuant¨ªas dignas las miserables prestaciones por hijo a cargo que actualmente reciben las familias m¨¢s desfavorecidas. Esta propuesta del PSOE no es nueva, ya que en su conferencia pol¨ªtica de 2013 hab¨ªa adquirido el compromiso de dise?ar una garant¨ªa de ingresos para los hogares sin recursos y varios de sus programas auton¨®micos para las elecciones de 2011 y 2015 inclu¨ªan iniciativas de este tipo.

Dicha propuesta recoge, al menos en su esp¨ªritu aunque pueda diferir en detalles, demandas muy extendidas en el mundo sindical y social a favor de una mejora de la cobertura de las prestaciones por desempleo y de las rentas m¨ªnimas. Igualmente est¨¢n reflejadas las propuestas de organizaciones proinfancia (Save the Children, Unicef, Fedaia) para reforzar la protecci¨®n de este colectivo tan castigado en nuestro pa¨ªs por la falta de pol¨ªticas de transferencias espec¨ªficas. Conecta asimismo con demandas ciudadanas expresadas, por ejemplo, en la iniciativa legislativa popular en Catalu?a que en 2014 ped¨ªa a la Generalitat la creaci¨®n de una renta garantizada. Est¨¢ tambi¨¦n en sinton¨ªa con iniciativas legislativas de CIU en el Congreso durante la pasada legislatura que trataban de mejorar las prestaciones por hijo a cargo, as¨ª como con planteamientos m¨¢s recientes de Podemos y de Ciudadanos encaminados a mejorar la protecci¨®n de los colectivos m¨¢s vulnerables.

El PSOE hace una apuesta decidida por acompa?ar la prestaci¨®n monetaria con un reforzamiento de las medidas destinadas a favorecer la incorporaci¨®n al mercado laboral de los beneficiarios de ese programa. As¨ª, se espera que las inversiones adicionales que realizar¨ªa el Gobierno central en este ¨¢mbito liberar¨ªan recursos que las comunidades aut¨®nomas destinan actualmente a asistir monetariamente a las familias m¨¢s vulnerables (a trav¨¦s de los programas de rentas m¨ªnimas) y que podr¨ªan destinar as¨ª a favorecer la inserci¨®n sociolaboral.

No es una ocurrencia del PSOE de ¨²ltima hora improvisada como se?uelo para un pacto

A trav¨¦s de este doble ¨¦nfasis en la garant¨ªa de ingresos y la activaci¨®n, esta iniciativa conecta tambi¨¦n con las recomendaciones de organismos internacionales que reclaman a Espa?a una mejora de su sistema de protecci¨®n social y de sus pol¨ªticas de empleo. Los debates internacionales acerca de la necesidad de modernizar los Estados de bienestar europeos con objeto de que contin¨²en siendo eficaces social y econ¨®micamente enfatizan la idea de que estos deben reparar las situaciones de necesidad, al tiempo que prevengan el surgimiento de nuevas situaciones de exclusi¨®n social. Se tratar¨ªa de apostar decididamente por pol¨ªticas educativas que acompa?en a los ciudadanos a lo largo de su vida y por programas de activaci¨®n que refuercen y faciliten las oportunidades de mujeres y hombres en el mercado de trabajo, complementando estas medidas con un programa de garant¨ªa de rentas como los existentes en la mayor¨ªa de pa¨ªses de nuestro entorno.

El ingreso m¨ªnimo vital no es, por tanto, una ocurrencia de ¨²ltima hora improvisada como se?uelo para un pacto. Las semillas de la propuesta vienen de lejos, mucho antes de que Podemos defendiera (en abril de 2014) una renta b¨¢sica universal, propuesta que luego retirar¨ªa para desarrollar un programa que presenta muchas concomitancias con la propuesta socialista. A diferencia de la renta b¨¢sica universal, el ingreso m¨ªnimo vital requerir¨ªa de un volumen razonable de recursos fiscales, sin desequilibrar los presupuestos p¨²blicos, ni precisar de reformas fiscales dudosamente viables.

Las cr¨ªticas que el PP y sectores medi¨¢ticos afines han dirigido a esta propuesta, acus¨¢ndola de tener un coste inasumible, resultan dif¨ªcilmente comprensibles. En 2012, Espa?a dedicaba aproximadamente 1,4 puntos de su PIB a pol¨ªtica de apoyo a las familias y la infancia y 0,2 a la lucha contra la exclusi¨®n social, mientras que el gasto medio en estas pol¨ªticas en la UE-15 era de 2,3 y 0,4, respectivamente. La aplicaci¨®n de la propuesta de Pedro S¨¢nchez reducir¨ªa a algo menos de la mitad la brecha de 1,1 puntos actualmente existente.

Poner en marcha esta iniciativa contribuir¨ªa a resta?ar la brecha social que la crisis ha generado

Los niveles de vulnerabilidad social y desigualdad existente en nuestro pa¨ªs no permiten la inacci¨®n. Poner en marcha esta iniciativa contribuir¨ªa a resta?ar (cierto, solo en parte) la enorme brecha social que la crisis ha generado. No es una cantidad que Espa?a no pueda permitirse generando los recursos necesarios a trav¨¦s de una reforma fiscal (evitando rebajas fiscales a los m¨¢s ricos), luchando contra el fraude y reorientando otras partidas de gasto.

Continuar mostr¨¢ndose mezquinos con los m¨¢s necesitados tras una crisis tan devastadora como socialmente injusta ser¨ªa no solo indigno, sino, fundamentalmente, constituir¨ªa una mala decisi¨®n econ¨®mica. Tanto la literatura acad¨¦mica como los informes m¨¢s recientes de la OCDE o del FMI reconocen que la pobreza y la desigualdad tienen costes significativos para una sociedad en el medio y largo plazo, lastrando el crecimiento econ¨®mico y el progreso social. Las sociedades desiguales presentan peores indicadores de salud y en ellas la poblaci¨®n vive menos a?os. La exclusi¨®n social genera fracturas que a menudo desembocan en segregaci¨®n, deterioro de la confianza, tensiones sociales y violencia. En las sociedades desiguales los pobres y las clases trabajadoras viven muy mal y los sectores m¨¢s acomodados se sienten inseguros. Mayores tasas de pobreza y desigualdad acarrean ¨ªndices m¨¢s elevados de fracaso escolar, de manera particularmente aguda entre colectivos m¨¢s desfavorecidos: ni?os que quedar¨¢n descolgados y no podr¨¢n aportar a la sociedad todo lo que su talento potencialmente les habr¨ªa permitido si hubieran disfrutado de oportunidades para ello.

La magnitud del reto exige respuestas decididas, y estas sacrificios razonables que puedan explicarse y ser respaldados por amplias capas de la ciudadan¨ªa. Anticipar y prevenir los costes de la desigualdad es una estrategia inteligente y responsable. Y sale a cuenta.

Pau Mar¨ª-Klose es profesor de Sociolog¨ªa de la Universidad de Zaragoza y Francisco Javier Moreno Fuentes y Elo¨ªsa del Pino Matute son investigadores del Instituto de Pol¨ªticas y Bienes P¨²blicos (IPP-CSIC).