San Valent¨ªn salvaje: costumbres amorosas de los animales
Los orangutanes se besan en la boca, los bonobos se miran a los ojos, los lobos se olisquean con fruici¨®n, los machos de las aves se maquean para seducir a las hembras, los caracoles se babosean con frenes¨ª. El amor est¨¢ en el aire. O puede que solo sea sexo
Cari?o, me duele la cabeza
Cuando un macho de mantis religiosa ve una hembra, se le acerca y se pone a bailar. Si a ella le gusta c¨®mo se mueve, le dejar¨¢ hacer cositas, y despu¨¦s le arrancar¨¢ de un mordisco la cabeza. Unos se comen a besos y a otros se los comen en la primera cita, el amor tiene esas cosas.
Mi novio es un par¨¢sito
El pez diablo negro (Melanocetus johnsonii), una especie de rape abisal que vive a m¨¢s de dos mil metros de profundidad, es feo como un demonio. El macho es adem¨¢s un novio posesivo y peque?ajo que se pega a la barriga de la hembra, diez veces m¨¢s grande que ¨¦l, de por vida. Ella le proporciona nutrientes, y ¨¦l a ella, esperma. De este modo se asegura la reproducci¨®n en un medio en el que ligar no es nada f¨¢cil.
El morbo de la viuda negra
Las ara?as del g¨¦nero Latrodectus tienen p¨¦sima reputaci¨®n. A las hembras se las llama viudas negras, por su fea costumbre de zamparse al macho despu¨¦s de copular con ¨¦l. Su veneno, neurot¨®xico, es quince veces m¨¢s potente que el de la serpiente de cascabel. Es cosmopolita (en Espa?a hay una especie de viuda negra, no tan venenosa como sus primas americanas o australianas, pero mejor no acercarse).
Babas y espadas
Los gusanos platelmintos policl¨¢didos o planarias marinas son hermafroditas. Para dilucidar qui¨¦n es el chico y qui¨¦n la chica en la relaci¨®n, se retan a un duelo de esgrima sus largos penes como espadas. El que consigue clavarla primero ser¨¢ el macho. Los caracoles de tierra tambi¨¦n son hermafroditas. Antes de aparearse, los dos caracoles giran uno alrededor del otro, entrelazan sus cuerpos y se mordisquean a la par que se llenan de babas. Durante la c¨®pula intercambian esperma, de manera que los ¨®vulos de ambos son fecundados.
El mono jipi
A diferencia del Chimpanc¨¦ com¨²n (Pan troglodytes), de temperamento agresivo (los machos de un grupo hacen incursiones en las tribus vecinas, expulsando o matando a los machos para conquistar su territorio y aparearse con las hembras), los bonobos (Pan paniscus) o chimpanc¨¦s pigmeos prefieren hacer el amor antes que la guerra. Las hembras comparten el poder con los machos, que nunca luchan entre s¨ª, y cuando surge alg¨²n conflicto o situaci¨®n de estr¨¦s, lo resuelven dialogando. A diferencia de lo que ocurre entre los chimpanc¨¦s, donde los machos suelen forzar a las hembras, el sexo de los bonobos es siempre un acto consentido por ambas partes que se inicia mir¨¢ndose a los ojos y suele realizarse cara a cara.
Los amantes holgazanes no duran mucho
Los machos de la abeja mel¨ªfera, o z¨¢nganos, tienen fama de vagos. Mientras las obreras hacen todo el trabajo, sus ¨²nicas tareas son comer y acostarse con la reina. Vivir como un rey tiene un precio: al final del verano, los z¨¢nganos mueren o son expulsados de la colmena (y se mueren de hambre y de fr¨ªo).
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