La Espa?a extrema
En los ¨²ltimos tiempos nos encontramos ante un pa¨ªs inquietantemente radicalizado. La Espa?a de la desmesura y el ruido y la falta de verg¨¹enza llena las noticias. Por un lado vemos la letan¨ªa del insulto y el miedo a cualquier opci¨®n distinta; el terrorismo o la debacle econ¨®mica sirven de obscenos argumentos pol¨ªticos sin motivo de sonrojo. ¡°Yo o el caos¡±, proclaman. Por otro lado, aparece cierto sectarismo que considera a todo aquello que no piense de la misma forma como sospechoso de franquismo. Entre tanto, titiriteros pagando errores pol¨ªticos de otros que se niegan a dimitir.
Por favor, pongan mesura y equilibrio en nuestra sociedad y en la vida pol¨ªtica. La virtud aristot¨¦lica que proclama prudencia parece andar de vacaciones.¡ª Jorge Manrique.
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