Nakamura triunfa por su mayor energ¨ªa
El estadounidense gana otra vez el torneo de Z¨²rich porque Anand flojea al final
La resistencia f¨ªsica y nerviosa es sin duda un factor importante en el ajedrez de ¨¦lite actual, como se ha visto en Z¨²rich por segundo a?o consecutivo. Al igual que en 2015, Viswanathan Anand, de 46 a?os, ten¨ªa la victoria en la mano, pero el triunfador ha sido Hikaru Nakamura, de 28, tras ganar la ¨²ltima partida y superar al indio en el coeficiente de desempate.
A pesar de que ten¨ªa motivos para la euforia -al igual que en 2015, ha empezado el a?o con triunfos en Gibraltar y Z¨²rich-, Nakamura estuvo muy comedido en sus declaraciones en caliente: ¡°Se puede decir que he tenido suerte. Aunque estoy satisfecho de mi juego, Anand tambi¨¦n ha jugado muy bien, y merece ganar el torneo tanto como yo¡±.
¡°Aparte de que la fortuna me haya ayudado, la clave principal ha estado en mi tenacidad. He seguido intentando ganar el torneo hasta el ¨²ltimo minuto de la ¨²ltima partida. Cuando eres capaz de mantener esa actitud, suelen suceder cosas que te favorecen¡±, subray¨® el estadounidense, que termin¨® empatado con Anand tras las cinco rondas de la modalidad r¨¢pida. Ambos ganaron la primera ronda rel¨¢mpago y empataron la segunda, pero el indio gan¨® la tercera mientras el estadounidense hac¨ªa tablas.
El hecho crucial del torneo ocurri¨® en la pen¨²ltima ronda del torneo rel¨¢mpago (unos cinco minutos por jugador y partida), cuando Anand logr¨® una posici¨®n ganadora ante Nakamura tras s¨®lo 20 jugadas. Todo indicaba que el pentacampe¨®n del mundo iba a barrer al estadounidense y a proclamarse vencedor del torneo a falta de una ronda.
Pero el actual punto d¨¦bil de Anand volvi¨® a relucir: a los 46 a?os ya no controla los nervios como cuando era joven, y tambi¨¦n acusa m¨¢s el cansancio. El indio omiti¨® tres golpes ganadores y finalmente tuvo que ceder un empate que dio alas a Nakamura para imponerse con blancas en la ¨²ltima ronda a Aroni¨¢n, mientras Anand no pod¨ªa pasar de las tablas frente a Kr¨¢mnik a pesar de que logr¨® una ligera ventaja con las negras.
Entonces ocurri¨® algo muy inusual en los torneos, aunque sean privados y patrocinados por un mecenas, ?leg Sv¨®rtskov. ?ste recordaba bien lo ocurrido el a?o pasado: el reglamento establec¨ªa entonces que hubiera un desempate de dos partidas rel¨¢mpago; empatados en el primer puesto Anand y Nakamura, el indio propuso que se jugaran el triunfo a una sola partida por el sistema Armaged¨®n (el equivalente en ajedrez de la muerte s¨²bita en el tenis: una sola partida, que el jugador de las blancas est¨¢ obligado a ganar con cinco minutos, por cuatro de su rival). Nakamura acept¨®, y gan¨®. El reglamento de este a?o indica que no habr¨¢ partidas de desempate, y se aplicar¨¢ directamente el coeficiente Sonnenborn-Berger. Cuando Nakamura ya festejaba su triunfo, Sv¨®rtskov le pregunt¨® si aceptar¨ªa jugar un Armaged¨®n, y el estadounidense acept¨®, pero Anand lo rechaz¨®, argumentando que estaba muy cansado y que adem¨¢s las reglas eran claras.
Nakamura no quiso conectar sus triunfos en Gibraltar y Z¨²rich con sus probabilidades en el Torneo de Candidatos, que empezar¨¢ en Mosc¨² dentro de tres semanas: ¡°Obviamente, todo indica que estoy en buena forma, pero el Candidatos es un torneo muy exigente, donde las diferencias entre los ocho participantes son muy peque?as, y cualquier cosa puede ocurrir. De momento, me voy a Italia con mi novia a descansar hasta que viaje a Mosc¨²¡±.
A pesar de su flojera final, este torneo ha sido una inyecci¨®n de autoestima para Anand, quien firm¨® el peor resultado de su carrera hace diez d¨ªas en Gibraltar. No pueden decir lo mismo Aroni¨¢n y Giri, cuyo rendimiento ha estado claramente por debajo de lo normal, sin que se vean razones claras que lo justifiquen, aunque en el caso del joven holand¨¦s quiz¨¢ est¨¦ saturado de ajedrez tras sus duras sesiones de entrenamiento y los torneos de Londres, Catar, Wijk aan Zee y Z¨²rich.
El nuevo ritmo de juego que se ha estrenado en Z¨²rich en la modalidad r¨¢pida (40 minutos para toda la partida m¨¢s 10 segundos por movimiento) requiere m¨¢s pr¨¢ctica para extraer conclusiones claras. Sin embargo, Nakamura dio algunas pistas interesantes: ¡°No es f¨¢cil acostumbrarte porque es un punto medio entre la modalidad cl¨¢sica y la r¨¢pida. Haces muy r¨¢pido los primeros 20 movimientos, y entonces ves que tienes mucho tiempo y que merece la pena profundizar en la reflexi¨®n, al menos un par de minutos. Pero eso te cambia el chip, empiezas a jugar lento y entonces te encuentras apurado de tiempo¡±.
A pesar de esa dificultad, Nakamura aplaude el concepto: ¡°Si el n¨²mero de empates en los torneos de ¨¦lite llega al 80% o 90% de las partidas, habr¨¢ que promover este control de tiempo u otro similar. Aunque se pierda algo de calidad, la prioridad ser¨¢ que haya ganadores y perdedores. Eso es lo que la gente quiere ver en el deporte¡±.
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