Autobiograf¨ªa

La autobiograf¨ªa es un g¨¦nero de ficci¨®n por medio del cual una persona reescribe su propia vida para dotarla del sentido y desarrollo l¨®gico que transmiten las novelas. Son fundamentales porque nutren a los historiadores con la lectura personal de sus protagonistas. Nadie se resiste a poner a bailar los sucesos de su tiempo alrededor de un Yo enorme, decorado y favorecedor, que da sentido a la peripecia err¨¢tica del Nosotros. Por eso estamos deseando leer alg¨²n d¨ªa la autobiograf¨ªa de Mariano Rajoy. Ah¨ª vamos a entender lo que no se entiende a d¨ªa de hoy. Lo vamos a saber todo. Puede que le cueste un adelanto millonario a alguna editorial que ya se habr¨¢ cobrado con un plan de libros de texto o alguna cosilla por el estilo, pero merecer¨¢ la pena el gasto. Los espa?oles necesitan que el protagonista de estos cuatros a?os ponga orden en este caos, extraiga la l¨®gica del sinsentido. Necesitamos comprender la versi¨®n novelada de estos d¨ªas.

Entenderemos entonces por qu¨¦ de una semana para otra el l¨ªder socialista, Pedro S¨¢nchez, puede ser un aliado de gobierno formidable para emprender las reformas que este pa¨ªs necesita y lograr la estabilidad que precisan los mercados, y al d¨ªa siguiente un ser despreciable al que negarle la mano. Y de las reformas y la estabilidad anhelada, ni hablar, solo se llevar¨¢n a cabo si manda ¨¦l. De nuevo el Yo por delante del Ustedes. El vodevil de la prioridad en la investidura complica estas minucias de trapacer¨ªa pol¨ªtica, aunque el empe?o de Rajoy en no presentarse a la investidura si antes no pierde la votaci¨®n otro idiota ha servido para darle al novato rey Felipe VI su primer ba?o de lodo. Navegar en esa melaza es m¨¢s complicado que enderezar la vela en las preciosas aguas mallorquinas.

Pero en la autobiograf¨ªa de Rajoy entenderemos por fin su lucha sin cuartel contra la corrupci¨®n. Entenderemos por qu¨¦ ha protegido, guardado en casa, blindado y defendido siempre en primera hora a los corruptos de su partido. Entenderemos la destrucci¨®n de pruebas, la c¨®moda reforma pagada en negro de la sede, la radical quietud para cortar una cabeza sucia. Entenderemos los discursos del esto ya se ha acabado, no vamos a tolerar ni un caso m¨¢s, colaboraremos con la justicia, pero tambi¨¦n los blindajes senatoriales, los despidos diferidos y las negativas a declarar en sede judicial. Lo vamos a entender todo en la autobiograf¨ªa. Y va a ser un libro muy bonito, con la a?oranza de los olores de la cocina de casa cuando ni?o y los partidos del domingo seguidos en el transistor.