Biotecnolog¨ªa, el debate queda abierto

Las conclusiones, pocas. El tema de por s¨ª, muy delicado: se trata nada menos que de utilizar c¨¦lulas vivas o sus derivados a lo largo del proceso de producci¨®n de alimentos. Biotecnolog¨ªa agr¨ªcola se llama. La sede de Roma de la?Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) ha acogido estos d¨ªas el encuentro internacional de expertos m¨¢s importante hasta la fecha sobre este campo. Representantes de todo color se ve¨ªa pululando por salas y pasillos. Mucho informe y material informativo sobre la mesa. Y muchas discusiones. Pero el debate qued¨® abierto.

A lo largo del simposio han brotado pol¨¦micas diversas. La primera, la presencia de supuestos intereses comerciales. El movimiento La V¨ªa Campesina ¡ªasociaci¨®n de cerca de 200 millones de agricultores rurales y de peque?a escala¡ª y otras organizaciones ecologistas se quejaron de que al organizar el evento, la FAO hab¨ªa sucumbido a los intereses comerciales de las grandes corporaciones. Desde esta organizaci¨®n han rechazado las acusaciones e insistido en el car¨¢cter neutral de la cumbre y en el? "equilibrio entre la sociedad civil y la representaci¨®n del sector privado" en las sesiones.

Otro de los puntos conflictivos: los derechos de propiedad intelectual. Como afirm¨® la presidenta del simposio, la acad¨¦mica Louise Fresco: "Es necesario alcanzar un equilibrio para respetar los derechos de las empresas que desarrollan las investigaciones y al mismo tiempo asegurarse de que los consumidores m¨¢s pobres y los peque?os agricultores no terminen siendo v¨ªctimas". El director general de la FAO, Jos¨¦ Graziano da Silva, ha admitido que las preocupaciones en este aspecto son leg¨ªtimas, y ha dicho que toman buena nota de ellas en la FAO. El uso de la biotecnolog¨ªa, ha dicho, puede beneficiar a los productores a peque?a escala.

Pero para Da Silva lo m¨¢s importante es que se ha abordado a fondo un tema sensible, con divergencias incluidas, y se ha establecido un "di¨¢logo sincero y abierto entre diferentes partes". Cit¨® que estas incluyen a la sociedad civil, el sector privado, instituciones acad¨¦micas y expertos. "Hemos abierto la puerta de la FAO a muchas cr¨ªticas. Es el precio que pagamos por entrar en un debate sobre cuestiones para las que no existe un consenso", ha se?alado. De hecho, una de las discusiones nace del propio concepto de biotecnolog¨ªa. La organizaci¨®n se ha esforzado en dejar claro que el objeto a tratar no se reduce a los alimentos modificados gen¨¦ticamente ¡ªo transg¨¦nicos ¡ª sino que incluye otras t¨¦cnicas y procesos como biofertilizantes, producci¨®n de vacunas o biopesticidas.

Pese a todo, Da Silva ha asegurado que la FAO no se va a amedrentar "ante ninguna cuesti¨®n que sea pertinente en el marco de nuestro mandato de poner fin al hambre, mejorar la nutrici¨®n y promover un cambio hacia un desarrollo agr¨ªcola m¨¢s sostenible".

Una reuni¨®n de este tipo es el primer paso para que se tomen decisiones y alcancen consensos futuros. "Queremos utilizar el conocimiento y el di¨¢logo para saber si tenemos que avanzar en determinados cambios y en qu¨¦ direcci¨®n hacerlo. No existe una herramienta ni un enfoque ¨²nico que resulte ser una panacea para todos los problemas a los que nos enfrentamos", ha a?adido. Lo importante para ¨¦l es que ha quedado abierta la puerta para el desarrollo de nuevas tecnolog¨ªas que puedan hacer que el sector agr¨ªcola sea "m¨¢s sostenible" en los pr¨®ximos a?os. Algo que no es f¨¢cil, reconoci¨®.

Otro apunte es que adem¨¢s de para luchar contra la desnutrici¨®n, que sufren 793 millones de personas, la aplicaci¨®n de biotecnolog¨ªa tambi¨¦n puede tener beneficios en el ¨¢mbito de la medicina. La Empresa Brasile?a de Investigaci¨®n Agropecuaria (EMBRAPA) ha se?alado que trabaja actualmente con una bacteria que puede llegar a eliminar las larvas del mosquito Aedes aegypti, transmisor de virus como el zika.