La nueva biblia de lo marginal se llama 'Agente Provocador'

Sociedades secretas, magos ocultistas, ciudadanos intraterrestres, revolucionarios anarquistas, grupos armados, anatom¨ªas m¨®rbidas, taumaturgos raros, lugares extra?os, pseudociencia nazi, artistas criminales, alquimistas locos. Crece el inter¨¦s por lo ins¨®lito y lo misterioso, encauzado muchas veces por la editorial La Felguera (aunque, como veremos, no solo) que, adem¨¢s de su incansable labor libresca, lanza ahora la revista Agente provocador, en edici¨®n papel y digital, dedicada a estos temas marginales y oscuros.

¡°Hemos lanzado la revista porque hemos percibido la necesidad de una comunidad de lectores de conocer m¨¢s sobre estos temas que transcurren en los m¨¢rgenes de la cultura oficial, ante la cual nuestro trabajo editando libros se quedaba corto¡±, dice el editor Servando Rocha. Entre sus ¨²ltimos lanzamientos estaban Mundo Subterr¨¢neo. Puertas secretas, ciudades sumergidas y utop¨ªas bajo tierra o Londres Noir: el Libro Negro del Crimen. Ahora en su nueva publicaci¨®n trimestral siguen el hilo de la tonelada de peque?as notas que han ido sacando a la luz en las redes sociales durante los ¨²ltimos tres a?os con notable ¨¦xito. Todo para el deleite de esa comunidad de curiosos que a los editores les gusta considerar algo as¨ª como una sociedad secreta contempor¨¢nea. ¡°Tal vez nuestros secretos no sean muy secretos, pero al menos son los nuestros¡±, bromea Rocha.

Algunos de los art¨ªculos del primer n¨²mero de Agente provocador tratan sobre terrorismo, cabarets noirs, grupos paramilitares de la Iglesia, pacientes psiqui¨¢tricos revolucionarios o Pure Hell, la primera banda negra de punk. Es decir, algo as¨ª como gabinete de curiosidades culturales confeccionado en pleno siglo XXI. ¡°Antes lo contracultural o lo ins¨®lito era algo muy marginal, ahora me gusta pensar en la idea de las grandes minor¨ªas: no son temas mayoritarios, pero s¨ª seguidos por muchos¡±, dice el editor, autor a la saz¨®n de numerosos vol¨²menes como El Ej¨¦rcito Negro (La Felguera) sobre bandas de moteros negros, Nada es verdad, todo est¨¢ permitido (Alpha Decay) un repaso por las subterr¨¢neas conexiones culturales entre Kurt Cobain y William Burroughs (podr¨ªa decirse que una de las especialidades de Rocha es este rastreo de conexiones ocultas) o La Facci¨®n Can¨ªbal (La Felguera), sobre las relaciones entre crimen y arte.

Sobre este gusto por los m¨¢rgenes sabe mucho Grace Morales, cofundadora del longevo fanzine Mondo Brutto (¡°actualidad bizarra para brutos mec¨¢nicos¡± es el lema que sigue desde su primer n¨²mero en 1993) que, si bien trata temas que se solapan con estos, lo hace desde una visi¨®n m¨¢s ir¨®nica y celtib¨¦rica, aunque no menos profunda. ¡°Este inter¨¦s es un fen¨®meno c¨ªclico¡±, dice Morales, ¡°nosotros crecimos leyendo revistas de ciencias paranormales y viendo en la tele al profesor Jim¨¦nez del Oso en M¨¢s All¨¢ y al Leonard Nimoy de En busca de¡­ Somos devotos de la ciencia ficci¨®n y del revival ocultista de finales del XIX y comienzos del XX, porque es maravilloso y totalmente subversivo (o lo era). En los setenta hab¨ªa muchos fans, el esoterismo estaba de moda porque era una reacci¨®n a una gran crisis econ¨®mica y pol¨ªtica. Como ahora, que estamos en el principio del fin¡±.

As¨ª contado, uno podr¨ªa trazar paralelismos con otros tipos de acercamiento al misterio, como el que se da en programas como Cuarto Milenio, de Iker Jim¨¦nez, o revistas como Enigmas, A?o Cero o la cl¨¢sica M¨¢s All¨¢, fundada por Jim¨¦nez del Oso, y dedicadas todas ellas al esoterismo, la parapsicolog¨ªa, la ufolog¨ªa y otras pseudociencias. Aunque existe un matiz: el inter¨¦s de las iniciativas que aqu¨ª se rese?an es quiz¨¢s m¨¢s esc¨¦ptico, m¨¢s cultural, m¨¢s hist¨®rico, m¨¢s antropol¨®gico, casi borgiano y algunas veces ir¨®nicamente posmoderno. Definitivamente hedonista. Vivimos tiempos cient¨ªfico-tecnol¨®gicos, as¨ª que esto no es creencia, es fascinaci¨®n. ¡°No es que nos creamos a pies juntillas este tipo de temas¡±, dice Rocha, ¡°por ejemplo, sabemos perfectamente que la Tierra no es hueca y que dentro no viven los intraterrestres, pero nos gusta saber que ha habido gente que haya cre¨ªdo posibles todas estas maravillas¡±.

Otro ejemplo de este palmario inter¨¦s por lo raro es el Congreso Hendricks para Gente Curiosa, cuya ¨²ltima edici¨®n fue celebrada recientemente en Madrid, codirigida por el historiador Felipe Trigo y el mentalista Pablo Raijenstein. Entre rutas mas¨®nicas, bailes surrealistas y visitas a museos de antropolog¨ªa forense, recibieron la visita de Joanna Ebenstein, fundadora del Museo de Anatom¨ªa M¨®rbida de Nueva York o Dylan Thuras, cofundador de la gu¨ªa de lugares asombrosos Atlas Obscura.

¡°Creo que el misterio y muchos de sus temas recurrentes como la fascinaci¨®n por los ovnis, el sexto sentido, los visionarios, el m¨¢s all¨¢, incluso la sugesti¨®n colectiva (como la hipnosis y sus aplicaciones) son modas c¨ªclicas que siempre regresan, probablemente porque tenemos la sensaci¨®n de que muchas veces solo conocemos lo m¨¢s superficial de estos temas y permanece en el subconsciente colectivo desde que el hombre es hombre¡±, dice Raijenstein. Otras patas de este movimiento, seg¨²n se?ala el mentalista, podr¨ªan ser los eruditos Ram¨®n Mayrata, especializado en la historia del ilusionismo y la magia, Enric H. March, que explora temas hist¨®ricos menos conocidos como los primeros museos de cera, museos anat¨®micos y barracas de feria o Pablo y Javier IA, de Belio Magazine, que explora la vinculaci¨®n del arte contempor¨¢neo y la m¨²sica con la subcultura popular. Tambi¨¦n el colectivo Kriminal Kabarett que propone eventos inusuales ligados a la cultura del cabaret en localizaciones ins¨®litas.

?Y cu¨¢l es el p¨²blico para tantas maravillas? ¡°Creo que es gente joven que ha descubierto estas cosas en Internet e imagino que le parecer¨¢n bien por lo raras, porque las pintas son muy atractivas o porque son cosas como de miedo¡­ Nuestros lectores, hasta hace no muchos a?os, nos llamaban pirados por incluir art¨ªculos sobre Gurdjieff o Dion Fortune. Supongo que despu¨¦s de tantas vueltas y revueltas de las ideas, lo mismo ya han salido los famosos de la tele disfrazados de Kenneth Anger para revistas de ropa. Para videoclips de pop-rock de provincias ya se han utilizado motivos esot¨¦ricos¡±, concluye Grace Morales.