Los campos enfrentados en la ciencia de la sal
Un an¨¢lisis muestra una gran polarizaci¨®n entre los estudios que piden reducir el consumo de sal en toda la poblaci¨®n y los que creen que la medida no ser¨ªa beneficiosa
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir el consumo de sodio que tomamos con la sal a menos de dos gramos diarios en adultos. Se reducir¨ªan as¨ª los problemas cardiovasculares asociados a la hipertensi¨®n e incluso los c¨¢nceres de est¨®mago. Esta postura es la que se defiende de forma mayoritaria desde los estamentos m¨¦dicos y tambi¨¦n desde las revistas cient¨ªficas. Una revisi¨®n que se acaba de publicar en el International Journal of Epidemiology, en la que se analizaron 269 trabajos que trataban la necesidad de aplicar medidas de reducci¨®n del consumo de sal para toda la poblaci¨®n, observ¨® que el 54% apoyaban esta hip¨®tesis. Sin embargo, un 33% se mostraban en contra y un 13% presentaba resultados no concluyentes.
Los autores, investigadores de la Escuela Mailman de Salud P¨²blica de la Universidad de Columbia, descubrieron tambi¨¦n en su revisi¨®n que el debate sobre la necesidad de reducir el consumo de sal est¨¢ muy polarizado. Ambos campos estaban dominados por unos pocos trabajos originales, que eran citados con mucha frecuencia entre los investigadores que defend¨ªan una determinada hip¨®tesis. Sin embargo, ambos lados tend¨ªan a referirse mucho m¨¢s a los art¨ªculos que coincid¨ªan con sus conclusiones que a los que las cuestionaban.
Un 54% de los estudios se mostraban a favor de la reducci¨®n del consumo de sal en toda la poblaci¨®n y un 33% en contra
Los que critican la reducci¨®n masiva del consumo de sal lo hacen con el argumento de que esa pol¨ªtica no tiene en cuenta que sus beneficios tienen forma de U o de J: hasta un punto benefician, pero despu¨¦s acabar¨ªan perjudicando debido a los problemas asociados a una ingesta demasiado reducida de sodio. De hecho, un informe reciente del Instituto de Medicina de los Estados Unidos, dependiente de las Academias Nacionales de Ciencia, conclu¨ªa que no hay evidencia cient¨ªfica para reducir el consumo de socio hasta unos niveles tan bajos como los recomendados por la OMS.
Los cient¨ªficos, que han tratado de medir con la mayor precisi¨®n posible la polarizaci¨®n en este campo de la investigaci¨®n m¨¦dica, no quieren derribar la idea de que reducir, al menos hasta cierto punto, el consumo de sal es beneficioso para la salud. Su principal objetivo es identificar casos en los que los cient¨ªficos se han atrincherado en sus posiciones con los consiguientes prejuicios para unos resultados ponderados.
En un art¨ªculo que acompa?a la revisi¨®n de los investigadores de Columbia, Bruce Neal, un investigador con amplia experiencia en la materia, afirma que la conclusi¨®n del trabajo no le sorprende. ¡°Aquellos que creen en la reducci¨®n de la sal gritan desde lo alto de una colina y los que no hacen lo mismo desde otra. Ninguno escucha ni presta suficiente atenci¨®n a los que est¨¢n abajo en el valle que quieren saber si le pueden echar sal a sus patatas fritas¡±, ejemplifica.
¡°Pr¨¢cticamente todo el mundo coincide en que si una persona est¨¢ consumiendo grandes cantidades de sal, es probable que se incremente su presi¨®n sangu¨ªnea y el riesgo de que sufra enfermedades cardiovasculares¡±, apunta David Johns, uno de los autores del estudio. ¡°El reto est¨¢ en que hay cierta discrepancia sobre lo que significa demasiado¡±, a?ade. ¡°Creo que la mayor parte de los investigadores estar¨ªa de acuerdo en que hay un punto ideal en t¨¦rminos de consumo de sal que ofrecer¨ªa una cantidad suficiente de sodio y no elevar¨ªa el riesgo de enfermedad. ¡°Probablemente la polarizaci¨®n dentro del campo haga m¨¢s dif¨ªcil llevar a cabo el tipo de estudios que proporcionar¨ªa una respuesta clara a esa cuesti¨®n que fuese convincente para todas las partes¡±.
Almudena Castro, presidenta de la Secci¨®n de Riesgo Vascular y Rehabilitaci¨®n Cardiaca de la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa (SEC), no considera especialmente revolucionarios los resultados, aunque coincide en la b¨²squeda de un punto ideal de sal en la dieta. ¡°La recomendaci¨®n b¨¢sica ser¨ªa una dieta sosa, pero sin quitar la sal del todo, porque una peque?a cantidad es necesaria¡±, explica. Adem¨¢s, respecto a la efectividad de eliminar la sal para tratar la hipertensi¨®n, recuerda que es eficaz, sin necesidad de otras medidas, para un 30% de los pacientes. El resto, adem¨¢s de eliminar la sal, deber¨¢n tomar f¨¢rmacos contra la hipertensi¨®n.
Por ¨²ltimo, Manuel Franco, profesor de Salud P¨²blica en las universidades de Alcal¨¢ de Henares y Johns Hopkins, comenta que m¨¢s que un trabajo que cuestione si hay una relaci¨®n entre el consumo de sodio y la enfermedad cardiovascular, se trata de un estudio de la forma de trabajar de los cient¨ªficos. ¡°Parece m¨¢s sociolog¨ªa de la ciencia, un an¨¢lisis de c¨®mo nos apoyamos unos a otros cuando tenemos las mismas ideas y nos ignoramos cuando no coincidimos¡±, se?ala. ¡°La conclusi¨®n, supongo, es que la ciencia deber¨ªa ser m¨¢s abierta¡±, remacha.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.