Les hablo desde la honradez
Esa preposici¨®n transmite a veces un significado subliminal y sin la voluntad del emisor
Pedro S¨¢nchez pretende gobernar Espa?a ¡°desde el di¨¢logo y la moderaci¨®n¡±. Pablo Iglesias asegura que formar¨ªa parte de ese Gobierno ¡°desde la lealtad¡±. El PP valenciano quiere regenerarse ¡°desde la honradez¡±. M¨®nica Oltra propone resolver los conflictos ¡°desde la tolerancia¡±, y Florentino P¨¦rez env¨ªa a los socios del Real Madrid un v¨ªdeo realizado, dice, ¡°desde el sentimiento que nos une¡±.
Este uso reciente de la preposici¨®n ¡°desde¡± donde se esperar¨ªa su compa?era ¡°con¡± se extendi¨® entre personajes p¨²blicos y periodistas a finales del pasado siglo y principios de ¨¦ste. De hecho, tengo anotada otra oraci¨®n similar, tambi¨¦n en boca del actual presidente del Real Madrid, publicada el 25 de agosto de 2000 en el diario As. Dec¨ªa as¨ª: ¡°Nunca act¨²o desde el resentimiento¡±.
Y tanto se ha extendido ese desde, que incluso en la vida cotidiana nos topamos de vez en cuando con alguien que nos habla ¡°desde el cari?o¡±, o ¡°desde la sinceridad¡±, o se nos confiesa ¡°desde el coraz¨®n¡± (menos mal que no hemos o¨ªdo todav¨ªa ¡°desde el coraz¨®n en la mano¡±).
Tal vez no estamos s¨®lo ante una moda o una construcci¨®n como m¨ªnimo discutible. Quiz¨¢s nos hallamos tambi¨¦n ante un significado oculto que se transmite por v¨ªa subliminal y sin la voluntad del emisor.
La preposici¨®n ¡°desde¡± sirve para denotar que algo procede de un punto concreto
La preposici¨®n ¡°desde¡± sirve para denotar que algo procede de un punto concreto. Eso lleva aparejada la idea de que el lugar de destino se encuentra alejado de aqu¨¦l. As¨ª, una persona puede decirle a otra que la llama desde Pek¨ªn o desde Badajoz, para lo cual suele suceder que su interlocutor no se encuentre ni en un sitio ni en otro.
De igual modo, si una amiga nos habla ¡°desde el cari?o¡± y un pol¨ªtico se dirige a nosotros ¡°desde la sinceridad¡±, nos est¨¢n diciendo que ellos se encuentran all¨ª y nosotros no. Por el contrario, cuando alguien habla ¡°con sinceridad¡± entendemos que tal actitud anida en su ser y lo gobierna. Y que eso no excluye que nosotros alberguemos el mismo ¨¢nimo y nos sintamos cercanos a nuestro interlocutor para hablarle de id¨¦ntica manera; con sinceridad, o con humildad; con el coraz¨®n en la mano o con la mano en el coraz¨®n (que ambas opciones valen).
Pero la preposici¨®n ¡°desde¡± da a entender que la sinceridad o la honradez o la humildad no se hallan en el hablante, sino que, al rev¨¦s, ¨¦l se encuentra en ellas, como si estuviera de pie sobre esas cualidades y nosotros le escuch¨¢ramos a una cierta distancia, alejados de tan honrosa ubicaci¨®n.
Y as¨ª resulta que un pol¨ªtico le habla a otro desde la honradez, y ¨¦ste le responde desde la moderaci¨®n, y un tercero contesta desde la lealtad, y el de m¨¢s all¨¢ desde el di¨¢logo. Y entonces a los dem¨¢s nos acabar¨¢ pareciendo normal que, al hallarse todos ellos en sitios tan nobles pero dispersos, no encuentren nunca la manera de coincidir.
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