Alejandro Sanz y el machismo, la ¨¦tica en caliente
El cantante interrumpe un concierto en M¨¦xico para expulsar al agresor de una mujer
Despu¨¦s de que el s¨¢bado por la noche, en un concierto en M¨¦xico, Alejandro Sanz dejase por unos instantes su actuaci¨®n para bajarse del escenario a defender a una espectadora que estaba siendo maltratada por un indeseable, los bien merecidos elogios se desencadenaron en las redes sociales: le llamaron grande, h¨¦roe y le dedicaron muchos otros elogios, pero por ah¨ª tambi¨¦n se colaba alg¨²n comentario cr¨ªtico con un ribete de las palabras que dijo el artista cuando regres¨® al escenario: ¡°Yo no concibo que nadie toque a nadie, y menos a una mujer¡±.
Hasta la intenci¨®n m¨¢s noble puede tener maneras o palabras mejorables. En este caso se podr¨ªa convenir en que a Sanz le sobraron quiz¨¢s esas cinco ¨²ltimas palabras, que arrastran un deje de la tradicional concepci¨®n de la mujer como sexo d¨¦bil. Tambi¨¦n las formas de su reacci¨®n podr¨ªan haber sido igual de aleccionadoras pero menos musculosas: el cantante se fue hacia el tipejo en cuesti¨®n como quien se decide a cortar una injusticia a las bravas, y el equipo de seguridad se encarg¨® de sacar al individuo del concierto. El m¨²sico podr¨ªa haber dado la orden desde el escenario, exhibiendo al agresor y transmitiendo la misma lecci¨®n. Pero su arrebato, en medio de un concierto, con la m¨²sica a tope, ante miles de personas, fue ¡ªcomo es comprensible¡ª una acci¨®n en caliente.
El ejemplo de Sanz ser¨ªa valioso en cualquier lado, porque la violencia machista es una lacra global, pero en un pa¨ªs como M¨¦xico, donde el fen¨®meno tiene una particular crudeza, adquiere una relevancia especial. Hablamos del pa¨ªs de Ciudad Ju¨¢rez, la cuna del feminicidio como categor¨ªa sociocriminal, de un pa¨ªs en el que m¨¢s del 60% de las mujeres mayores de 15 a?os han sufrido alg¨²n tipo de violencia, del pa¨ªs donde uno puede escuchar en un bar, por la calle o en el taxi estribillos como el que dice: ¡°M¨¢talas, con una sobredosis de ternura¡¡±. ¡°Ojal¨¢ que lo que ha sucedido sirva para concienciar¡±, ha dicho el artista espa?ol despu¨¦s de que su comportamiento se volviera un fen¨®meno viral en Internet.
Si bien esas cinco palabras ¡ª¡°y menos a una mujer¡±¡ª y el impulso de resolver la situaci¨®n cara a cara puede remitir a una incisiva frase de Simone de Beauvoir, ¡°El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres¡±, en este caso no hay duda del lado en el que ha quedado cada uno de los varones que protagonizaron el episodio: el cantante, ovacionado en el escenario y ensalzado por la opini¨®n p¨²blica, y el agresor, humillado, expulsado del lugar como un apestado.
Alejandro Sanz no elabor¨® el s¨¢bado un discurso de teor¨ªa de g¨¦nero, pero s¨ª dio un ejemplo directo de la importancia que tiene la tolerancia cero ante la violencia machista. La ¨¦tica no s¨®lo se sirve fr¨ªa.
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