Localizan por primera vez un misterioso estallido a 6.000 a?os luz
Los Estallidos R¨¢pidos de Radio liberan en menos de un segundo la misma energ¨ªa que el Sol en dos d¨ªas. A¨²n no se sabe qu¨¦ fen¨®meno los produce
El 18 de abril del a?o pasado, el telescopio Parkes, en Australia, detect¨® una intensa se?al de radio procedente de un fen¨®meno espacial que hab¨ªa liberado en milisegundos la misma energ¨ªa que el Sol en dos d¨ªas. Se trataba de un evento misterioso conocido como Estallido R¨¢pido de Radio (FRB, de sus siglas en ingl¨¦s). Hasta la fecha se hab¨ªan detectado solo otros 16, pero no hab¨ªa sido posible localizar su origen con precisi¨®n.
Antes, los FRB se hab¨ªan identificado buscando entre grandes cantidades de datos recogidos durante meses o incluso a?os. Entonces, ya era demasiado tarde para buscar la fuente del estallido. Ahora, un equipo de astr¨®nomos liderado por Evan Keane, investigador asociado al telescopio SKA, se hab¨ªa preparado para descubrir el FRB segundos despu¨¦s de su llegada a la Tierra. As¨ª, ser¨ªa posible realizar un seguimiento que permitir¨ªa identificar su origen.
Pocas horas despu¨¦s de la detecci¨®n de las ondas de radio, varios telescopios alrededor del mundo hab¨ªan buscado su procedencia. Utilizando el telescopio ¨®ptico Subaru de 8,2 metros que el Observatorio Astron¨®mico Nacional de Jap¨®n tiene en Hawaii, el equipo de Keane identific¨® el origen del estallido en una galaxia el¨ªptica a 6.000 millones de a?os luz de la Tierra. Era la primera vez que se consegu¨ªa localizar un FRB y hoy, casi un a?o despu¨¦s, publican sus resultados en la revista Nature.
El logro es un paso m¨¢s en el conocimiento de unos objetos que se inici¨® en 2007 con el descubrimiento del primer FRB. Las limitaciones tecnol¨®gicas solo han permitido observar unos pocos de estos fen¨®menos en regiones peque?as del cielo, pero los cient¨ªficos, extrapolando los resultados a todo el firmamento, estiman que todos los d¨ªas llegan a la Tierra varios miles de estos estallidos.
Como recuerda Duncan Lorimer, el investigador de la Universidad de Virginia Occidental que descubri¨® el primer FRB, existen tantas ideas sobre lo que puede producir estos estallidos como estallidos detectados
Desconocer desde d¨®nde han viajado estas se?ales hac¨ªa dif¨ªcil saber qu¨¦ tipo de fen¨®meno las produc¨ªa. Como recuerda Duncan Lorimer, el investigador de la Universidad de Virginia Occidental que descubri¨® el primer FRB, existen tantas ideas sobre lo que puede producir estos estallidos como estallidos detectados. Estrellas de neutrones que colapsan bajo su propia gravedad, agujeros negros que se evaporan o incluso cuerdas c¨®smicas son algunos de los objetos m¨¢s ex¨®ticos que se han propuesto. Las teor¨ªas m¨¢s aceptadas hasta ahora indican, sin embargo, que dos son los tipos de objetos con m¨¢s probabilidades como fuente de los estallidos. Por un lado, podr¨ªan ser estrellas de neutrones j¨®venes que lanzan sus pulsos de ondas de radio de forma repetitiva. Otro tipo de sucesos que podr¨ªan generar los estallidos de energ¨ªa detectados por los radiotelescopios son los producidos por el choque de escombros de estrella, como las enanas blancas o las estrellas de neutrones. Los primeros fen¨®menos se deber¨ªan situar relativamente cerca, a cientos de millones de a?os luz de distancia. Los segundos, podr¨ªan llegar desde mucho m¨¢s lejos.
El descubrimiento de Keane y su equipo, un FRB que llega desde 6.000 millones de a?os luz, parece dar la raz¨®n a quienes hablaban de impactos colosales. Los autores del art¨ªculo de Nature plantean que este estallido, bautizado como FRB 150418, lo produjo el choque entre dos estrellas compactas, un t¨¦rmino gen¨¦rico para referirse a estrellas ultradensas como las blancas o las de neutrones. Lorimer apuesta por un evento similar. Sin embargo, a¨²n deber¨¢ acumularse mucha informaci¨®n para que el veredicto sea firme. Y seg¨²n cuenta a Materia David Champion, un investigador del Instituto Max Planck alem¨¢n que descubri¨® otro FRB que parec¨ªa procedente de una estrella joven, es posible que las fuentes no sean de un solo tipo.
Encuentran la materia perdida
Adem¨¢s de localizar por primera vez un FRB, Keane y su equipo han conseguido otro hito que muestra el potencial de estas se?ales para comprender mejor nuestro universo. La medici¨®n de la dispersi¨®n de la se?al del pulso, un retraso en su llegada que depende de la cantidad de materia que ha atravesado en su viaje por el espacio, y el conocimiento del punto de partida de la se?al, permite utilizar los FRB como una especie de sonda cosmol¨®gica.
Con los datos obtenidos, los autores del art¨ªculo de Nature han permitido resolver un enigma sobre la composici¨®n del universo. Seg¨²n los modelos te¨®ricos actuales, el cosmos est¨¢ compuesto por un 70% de energ¨ªa oscura, un 25% de materia oscura y un 5% de materia ordinaria, la que compone todos los objetos que conocemos. Sin embargo, la observaci¨®n de las estrellas, las galaxias y otros objetos solo explica la mitad de la materia que predicen los modelos. El resto, se consideraba materia perdida. El an¨¢lisis de la se?al de FRB 150418, sin embargo, parece haber resuelto el misterio. ¡°La buena noticia es que nuestra observaciones y el modelo coinciden. Hemos encontrado la materia perdida¡±, ha proclamado Keane.
En opini¨®n de Lorimer, el valor de los FRB para conocer el cosmos ser¨¢ muy grande cuando se vayan detectando m¨¢s y se identifique su origen. ¡°Cartografiar la telara?a c¨®smica en gran detalle, realizar pruebas rigurosas de la relatividad general o incluso acotar la naturaleza de la energ¨ªa oscura¡± ser¨¢n algunos de los usos que se podr¨¢n dar a estos misteriosos estallidos.
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