Todo por la gloria en YouTube

La batalla de la televisi¨®n se lidia en dos pistas. El contenido creado para YouTube es hoy casi m¨¢s importante que lo que se emite en directo. Y los famosos lo saben. Ya no es suficiente promocionar un disco o una pel¨ªcula con una entrevista fugaz plagada de locuaces (y preparadas) an¨¦cdotas. Sea una primera dama, como Michelle Obama, o una cantante, como Adele, si las celebridades quieren hacerse notar necesitan grabar un v¨ªdeo que se haga viral. Todo vale por un minuto de oro: batallas de playback, juegos de Pictionary, entrevistas con globos de helio e incluso cantar dentro de un coche.

Carpool Karaoke de Adele, secci¨®n estrella de Late Late Show, se convirti¨® en enero en el v¨ªdeo m¨¢s visto de un programa talk-show en la historia de YouTube. Suma 80 millones de visualizaciones. Cifra que hace casi irrelevante el mill¨®n y medio de espectadores que logra el programa de James Corden en su emisi¨®n a las 12.35 de la madrugada. Lejos quedan los d¨ªas en que se ve¨ªa a la plataforma de v¨ªdeos como ladrona de contenidos y Saturday Night Live borraba sus primeros sketches virales. Hoy todos quieren colaborar con esta y producen espacios pensando en ella. Ambos ganan dinero.

El ¨¦xito del Carpool ha convertido una secci¨®n puntual en un fragmento recurrente que incluye viajes con Justin Bieber a los Grammy o a la Super-Bowl junto a Chris Martin de Coldplay. Muchos de los espectadores globales no saben siquiera que es solo un segmento dentro del cl¨¢sico programa de mon¨®logos y entrevistas.

La lip-sync battle con m¨¢s visitas de Jimmy Fallon.

Durante d¨¦cadas, si un c¨®mico se sentaba en el sof¨¢ de Johnny Carson se convert¨ªa inmediatamente en la promesa del humor. El Tonight Show lanz¨® a Seinfeld, Robin Williams, Jim Carrey o Ellen Degeneres. Carson era c¨¢lido y divertido, y siempre estaba preparado para una buena conversaci¨®n. Todos los famosos quer¨ªan charlar con ¨¦l. Hoy interesa menos lo que cuente el invitado y m¨¢s lo que haga, ser part¨ªcipe en la locura.

Casi 24 a?os despu¨¦s del adi¨®s de Carson, Jimmy Fallon ha remozado el Tonight Show para una audiencia m¨¢s joven. Es capaz de poner a rapear a Justin Timberlake, Daniel Radcliffe y al presidente Obama, bailar como una madre con Michelle, tocar Hello de Adele con juguetes y -su mayor ¨¦xito- hacer batallas de playback. Este juego desvergonzado ha logrado incluso programa propio: Anne Hathaway imitando a Miley Cyrus sobre una bola, Channing Tatum disfrazado de Beyonc¨¦¡­ Algunas actuaciones alcanzan 70 millones de visitas.

El estilo de Fallon -con 10 millones de suscriptores en YouTube- lo ha heredado Corden, quien, pese a ser en televisi¨®n segundo plato del m¨¢s pol¨ªtico Stephen Colbert, supera a su compa?ero nocturno en millones de suscriptores. Canta, baila y es un aficionado de todo. Y eso cotiza. Este a?o, el brit¨¢nico, que protagoniz¨® el musical Into the Woods, presentar¨¢ los Tony, los siempre espectaculares premios al teatro.

Los programas de entrevistas y late-shows nocturnos son una instituci¨®n de la televisi¨®n estadounidense, pero se han visto obligados a adaptarse a los tiempos para mantenerse como lanzadera de famosos. La programaci¨®n est¨¢ segmentada y los j¨®venes no se dejan guiar por horarios ni tienen paciencia para mantenerse frente a la pantalla. Quieren piezas cortas, divertidas y protagonizadas por estrellas. Los programadores lo saben: si quieren influir, hay que triunfar en YouTube.