La FIFA, Infantino y el plan de cambio liviano
Queda lo m¨¢s dif¨ªcil: aceptar que la gesti¨®n democr¨¢tica del f¨²tbol y su limpieza financiera parte de las federaciones nacionales
Gianni Infantino, suizo de padres italianos (¡°me ense?aron a distinguir el bien y el mal¡±, dice), es el nuevo presidente de la FIFA. Fue elegido el viernes para cancelar el periodo de mandato ca¨®tico y corrupto de Joseph Blatter (otro suizo, sin declaraciones expl¨ªcitas sobre si sus padres le ense?aron a distinguir el bien y el mal), bajo cuya prolongada presidencia el organismo que dirige el f¨²tbol mundial se convirti¨® en una agrupaci¨®n de comisionistas que pon¨ªan en almoneda la concesi¨®n de mundiales y la construcci¨®n de recintos deportivos. Que fuera el FBI (s¨ª, el de J. Edgar Hoover) el que desmontara la trama purulenta de cohechos y favores (por el momento, los motivos del Bureau importan poco, diga lo que diga Blatter, porque el beneficio obtenido ha sido mayor que el desbarajuste moment¨¢neo) revela con singular precisi¨®n la ausencia humillante de controles internos y externos en una instituci¨®n decisiva para el f¨²tbol.
Si se trataba de liquidar expeditivamente la era Blatter (prolongaci¨®n, no se olvide, de mandatos anteriores), se ha conseguido con cierta soltura; si lo que se pretende es fabricar un motivo para que el f¨²tbol deje de estar abochornado ¡ªen la ret¨®rica al uso ¡°recuperar la confianza¡±¡ª, tambi¨¦n; si lo que se quer¨ªa era empezar el nuevo mandato con un programa de regeneraci¨®n, se va por buen camino. Las reformas aprobadas por la federaci¨®n son obvias, aunque al primer contacto parecen livianas. Cambiar el comit¨¦ ejecutivo de 24 miembros por un consejo de 36 diluye el poder de decisi¨®n, pero el poder de adjudicaci¨®n tendr¨¢ que situarse en alg¨²n punto institucional; formar un comit¨¦ de integridad o elegibilidad es vistoso, y seguramente acertado, pero recu¨¦rdense los tests de Aguirre; y publicar los salarios del presidente y del consejo es vitamina democr¨¢tica, pero no son las retribuciones expl¨ªcitas las que se cuestionan. Tenga en cuenta Infantino que una publicaci¨®n de sueldos y patrimonio nunca ha impedido enriquecerse con dinero p¨²blico o influencias pol¨ªticas.
?Quiere lo anterior decir que las intenciones son excelentes e impecable, aunque un poco gen¨¦rico, el programa anunciado, pero que la confirmaci¨®n de las expectativas puestas sobre la nueva FIFA de Infantino depender¨¢ de la capacidad de gesti¨®n que demuestre a partir de ahora y de la eficacia en aplicar sobre el terreno las directrices de transparencia mencionadas. Si adem¨¢s la FIFA reparte dinero entre las federaciones nacionales (ese es el plan de Infantino) y consigue que las obras no se las queden entre las u?as los comisionistas, constructores financiadores de partidos o tramas par¨¢sitas, mejor que mejor.
Permanece inexplorado lo m¨¢s dif¨ªcil: aceptar que la gesti¨®n democr¨¢tica del f¨²tbol y su limpieza financiera parte de las federaciones nacionales (y, apurando un poco, desde las regionales). Si las federaciones operan seg¨²n el criterio de los favores mutuos, los intereses cruzados, la opacidad de las cuentas y los villares o grondonas eternos, ya pueden la UEFA y la FIFA proponer un cambio sensato, que la enfermedad de la base ascender¨¢ por capilaridad hasta la superestructura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.