El presidente lucha con sus fantasmas hasta el d¨ªa final
D¨ªas antes de su marcha, An¨ªbal Cavaco Silva condecora al censor de Jos¨¦ Saramago
El globo es un pa?uelo que cabe aqu¨ª. Mientras Susana D¨ªaz, presidenta de Andaluc¨ªa, premiaba a Pilar del R¨ªo, viuda del escritor Jos¨¦ Saramago, a pocos kil¨®metros y en la misma semana, el presidente de Portugal condecoraba al censor del novelista, el ¨²nico Nobel literario que tiene el pa¨ªs.
Acontece que An¨ªbal Cavaco Silva deja el palacio de Bel¨¦m y antes quiere dejar los armarios bien limpios. A diestro y siniestro ¡ªm¨¢s bien lo primero¡ª no hay d¨ªa que no condecore a alguien, a veces con 30 a?os de retraso, como si en su d¨¦cada presidencial no le hubiera dado tiempo a premiar a portugueses, a su entender, insignes, con tanto veto (25) a leyes emanadas por el Parlamento, como el derecho a la adopci¨®n de las parejas homosexuales.
En estos d¨ªas, uno de los beneficiarios de la Orden del Infante don Henrique es Ant¨®nio de Albuquerque de Sousa Lara, subsecretario de Estado de Cultura en 1992. Un cuarto de siglo despu¨¦s, Cavaco Silva le recompensa ¡°por haber prestado servicios relevantes a Portugal, en el pa¨ªs o en el extranjero¡±. Entre los ¡°servicios relevantes¡± del subsecretario cabe apuntar el veto a la novela de Saramago El evangelio seg¨²n Jesucristo para optar al premio Literario Europeo. Seg¨²n Sousa Lara, caballero de Gracia y Devoci¨®n de la Orden de Malta, comendador de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusal¨¦n, comendador de la Orden Isabel la Cat¨®lica, Gran Oficial de la orden italiana de San Mauricio y L¨¢zaro y caballero de la Casa de las Dos Sicilias, ¡°la obra atac¨® los principios que tienen que ver con el patrimonio religioso de los portugueses¡±, seg¨²n defendi¨® en un acalorado debate parlamentario en 1992.
Saramago, que ocho a?os despu¨¦s recibir¨ªa el premio Nobel pese a los movimientos en contra del cat¨®lico y anticomunista Cavaco Silva, consider¨® que el veto del subsecretario era el del Gobierno de su pa¨ªs. El escritor decidi¨® exiliarse a la isla espa?ola de Lanzarote con su mujer, la andaluza Pilar del R¨ªo, la misma que ahora distingue la presidencia de Andaluc¨ªa por llevar por todo el mundo, desde su andalucismo, la obra del Nobel portugu¨¦s.
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