Otegi en libertad
Fue calificado por alg¨²n pol¨ªtico, cuya memoria es preferible que siga en un cenagal, como ¡°hombre de paz¡±
Estaba el debate pol¨ªtico transcurriendo de manera pac¨ªfica, como debe ser en democracia, cuando lleg¨® una noticia que, en otras ¨¦pocas, lo habr¨ªa alterado.
El martes se vio en el Parlamento la prueba fehaciente de c¨®mo este pa¨ªs aguanta, y sobre todo ha aguantado, casi de todo: Arnaldo Otegi ha abandonado la c¨¢rcel despu¨¦s de pasar en ella seis a?os y medio por pertenencia a banda armada.
Otegi fue calificado en su d¨ªa por alg¨²n pol¨ªtico cuya memoria es preferible que siga en un cenagal como ¡°hombre de paz¡±. Eso quiere decir que cuando le conoci¨® no llevaba encima pistola. Quiz¨¢ no la llev¨® nunca, salvo cuando tuviera que custodiar a un empresario secuestrado. Seg¨²n alg¨²n pol¨ªtico actual, Otegi tambi¨¦n parece ser un ¡°hombre de paz¡±: ha salido de prisi¨®n y parece ser que con ¨¦l ha sido liberado el ¨²ltimo preso pol¨ªtico de las c¨¢rceles espa?olas.
Si se le pregunta al que le consideraba un preso pol¨ªtico, qu¨¦ ideas defend¨ªa Otegi, dir¨ªa que la independencia de Euskadi. No ser¨ªa recomendable preguntar que por qu¨¦ medios, porque hay gente a la que le repugna el tiro en la nuca. Ese es un medio que solo soportan ideolog¨ªas como el estalinismo o el nacionalismo en general.
A Carod Rovira, al que tambi¨¦n el tiempo se ha comido, su nacionalismo le llev¨® a pedir a ETA que no matara en Catalu?a. Sobre Espa?a no dijo nada.
Es realmente confortable poder tener un pensamiento tan claro. Un pensamiento que permite decir esas cosas al tiempo que no se condena la prisi¨®n que sufre la gente en Venezuela (?ser preso pol¨ªtico en Venezuela hace que uno sea gente o sigue siendo casta?). El debate sobre Otegi ha pasado a segundo plano. No habiendo ETA tienen menos influencia estos chicos. Y se confirma lo que muchos creemos desde hace tiempo: vivimos en una democracia con muchos defectos, pero es un pa¨ªs libre. El d¨ªa en que se debate una investidura no es malo recordarlo.
Mientras Pedro S¨¢nchez hac¨ªa un discurso bien montado, dirigido a todos y a nadie, por lo menos se pod¨ªa destacar que vivimos en el mejor de los mundos posibles. Ni siquiera nos toca recibir a refugiados.
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