Ca¨ªn, Abel y Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador
El carism¨¢tico l¨ªder de la izquierda mexicana se enzarza en una trifulca con un hermano
Hay pol¨ªticos que al primer fracaso tiran la toalla. Y otros, como Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que no saben d¨®nde est¨¢ la toalla. Dotado de una ambici¨®n a prueba de huracanes, el que fuera jefe de Gobierno del Distrito Federal y dos veces candidato a la presidencia con el izquierdista PRD vive en constante lucha contra el universo. Las dos elecciones que, seg¨²n ¨¦l, le robaron han dado combustible a una b¨²squeda del poder casi b¨ªblica. Su sue?o es la jefatura de Estado y ahora, con el apoyo de Morena, un partido creado a su imagen y semejanza, es el aspirante mejor situado para los comicios de 2018.
En campa?a desde hace tres a?os, L¨®pez Obrador no conoce descanso. Ni pactos. Quien no est¨¢ con ¨¦l, est¨¢ contra ¨¦l. Esta actitud draconiana, que le dota de un aura de independencia del que carecen otros aspirantes, le ha cegado en m¨¢s de una ocasi¨®n. E incluso le ha llevado a pr¨¢cticas cercanas al canibalismo. El ¨²ltimo en caer bajo sus fauces ha sido su hermano Arturo. Un ingeniero civil sin demasiada fortuna pol¨ªtica al que se le ocurri¨® en Veracruz declarar su apoyo, no al aspirante de Morena, sino al candidato del gubernamental PRI. El gesto le vali¨® ser fulminado: ¡°Los traidores est¨¢n hasta en nuestra familia. ?l [Arturo] est¨¢ en connivencia con los corruptos¡±, clam¨® Andr¨¦s Manuel.
Ca¨ªdo el rayo, Arturo, lejos de callar, se ha revuelto contra su hermano mayor. En una entrevista en El Universal le llam¨® tirano y record¨® c¨®mo los cinco hermanos le ayudaban en un principio ¡ª¡°cuando no ten¨ªamos ni para gasolina¡±¡ª, pero que todos menos uno se fueron apartando por su ingratitud. ¡°Estamos hartos. Andr¨¦s paga mal el apoyo que recibe. Es candil en la calle y oscuridad en su casa¡±.
El varapalo no ha recibido contestaci¨®n a¨²n. Pero quien no ha perdido el tiempo es el PRI. Su presidente, Manlio Fabio Beltrones, relami¨¦ndose ante el inesperado flanco d¨¦bil de su archienemigo, ya ha acusado a Andr¨¦s Manuel de bordear la locura. Y no ser¨¢ el ¨²ltimo cap¨ªtulo. En M¨¦xico, la carrera electoral ya ha dado comienzo.
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