Calatrava y el nuevo icono de Nueva York
Convertida en la estaci¨®n de metro m¨¢s cara del mundo, su construcci¨®n ha estado jalonada por la pol¨¦mica
Una megaconstrucci¨®n que ha durado el doble del tiempo estimado y ha costado el doble de lo presupuestado. El arquitecto e ingeniero valenciano Santiago Calatrava ha sido fiel a su estilo y ha inaugurado parcialmente el intercambiador de transportes levantado en la Zona Cero de Nueva York con siete a?os de retraso y un coste de 4.000 millones de d¨®lares, frente a los 2.200 previstos inicialmente.
El Oculus (ojo gigante) acarrea otra marca de la casa: la controversia. La espectacular obra de Calatrava ha generado opiniones encontradas. El espacio sobre el que se asienta tiene un innegable componente emocional y muchos neoyorquinos ven en esta colosal obra el s¨ªmbolo del renacer de la ciudad tras el brutal atentado del 11-S, el emblema de una naci¨®n capaz de superar las adversidades m¨¢s tr¨¢gicas. Su creador, de hecho, ha querido hacer ¡°un monumento a la vida¡± justo donde se desplomaron las Torres Gemelas en 2001.
La espectacular plataforma, que alberga tambi¨¦n un centro comercial, est¨¢ dise?ada para soportar la circulaci¨®n de 200.000 viajeros cada d¨ªa. Su estructura, con un imponente vest¨ªbulo revestido con m¨¢rmol blanco, se asemeja a una paloma. Calatrava ve su obra como ¡°un icono para Nueva York y un punto de encuentro para habitantes y turistas¡±, comparable a los puentes del Hudson y del East River. El diario The New York Times, sin embargo, la percibe como ¡°un desorbitado s¨ªmbolo del despilfarro¡±.
Convertida en la estaci¨®n de metro m¨¢s cara del mundo ¡ªmantener operativo el metro durante las obras y los da?os causados por el hurac¨¢n Sandy en 2012 dispararon la factura¡ª, su construcci¨®n ha estado jalonada por la pol¨¦mica: se ha cuestionado la gesti¨®n de la obra, la ambici¨®n pol¨ªtica de quienes la impulsaron y el desmesurado coste a costa del contribuyente. Nada nuevo, trat¨¢ndose de Calatrava. El arquitecto despierta filias y fobias. M¨¢s de estas que de aquellas si se desgranan algunas de sus creaciones. En Italia, por ejemplo, fue procesado (y posteriormente absuelto) por los sobrecostes del Puente de la Constituci¨®n de Venecia (pas¨® de los 3,8 millones de euros presupuestados a cerca de 11,2). Adem¨¢s del da?o al erario, se produjeron los habituales retrasos en la construcci¨®n y el pavimento de cristal provoc¨® resbalones y ca¨ªdas de los viandantes.
?speros debates por los retrasos y sobrecostes acumulados han generado tambi¨¦n el Puente Colgante de Jerusal¨¦n o el rascacielos Turning Torso de Malmoe (Suecia). Y, por supuesto, La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia y el Palacio de Congresos de Oviedo, donde adem¨¢s se han observado fallos de construcci¨®n y desperfectos de fachada. Estos proyectos ¡ªruinosos para las Administraciones que los encargaron¡ª nutren la p¨¢gina web calatravanonoscalla.com, a cuyos creadores (Esquerra Unida) demand¨® el arquitecto por considerarla un pozo de injurias. Confiemos en que los neoyorquinos no se vean en la tesitura de alimentar este foro de Internet.
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