Argumentar
En ¡®The New York Review of Books¡¯ caben diversos intereses y miradas, siempre con admiraci¨®n y respeto hacia quienes son invitados a colaborar
Traducir el t¨ªtulo del documental sobre The New York Review of Books como ¡°50 a?os de rebeld¨ªa¡± debe de responder a un gui?o espa?ol a los seguidores de Martin Scorsese, que esperan sus lobos y toros salvajes en las malas calles. Pero el t¨ªtulo original es A 50 years argument, algo as¨ª como una discusi¨®n que dura los 50 a?os, ya 53, que lleva edit¨¢ndose la que es una de las mejores publicaciones del mundo. Scorsese, que ha hecho franquicia de dirigir documentales, con una carrera paralela en ocasiones m¨¢s excitante que sus ¨²ltimas pel¨ªculas, celebra el sosiego y la mirada a largo plazo que ha caracterizado esta revista. La rareza ya comienza con la longevidad de su cabeza rectora, porque Robert Silver es el editor desde la fundaci¨®n aunque compart¨ªa el cargo con Barbara Epstein hasta la muerte de esta. Es esa direcci¨®n personal, justo al contrario de lo que pudiera parecer, la que convierte la revista en un caj¨®n donde caben diversos intereses, preocupaciones y miradas, todas ellas unidas por la admiraci¨®n y el respeto hacia quienes son invitados a colaborar.
La menci¨®n a los libros aparece reducida en el t¨ªtulo de la revista, porque la cr¨ªtica de las novedades deja paso a algo m¨¢s interesante, la discusi¨®n sobre asuntos, la mirada hacia el mundo, entendido en su rabiosa contemporaneidad, pero tambi¨¦n en el conocimiento del pasado. Es la parte de cr¨ªtica literaria en la revista la que padece quiz¨¢ los dos males m¨¢s acusados, el reguero de las filias y fobias y el intercambio de favores, que es algo que se produce entre intelectuales igual que entre empresarios y pol¨ªticos. Es curioso que fuera una antol¨®gica carga de profundidad escrita por Elizabeth Hardwick en Harper's y titulada El declive de la cr¨ªtica de libros la que propiciara la asociaci¨®n de su marido, el poeta Robert Lowell, con los editores y financieros que fraguaron la aparici¨®n de la revista en 1963.
El documental, emitido en TCM, es un recorrido amable por sus mejores colaboradores, pero tambi¨¦n un sentido homenaje a la cr¨ªtica como cuestionamiento, al ejercicio inc¨®modo de la b¨²squeda de la verdad, aunque la verdad destroce tus dogmas. Esa disensi¨®n permanente es necesaria para activar una vida pol¨ªtica y social que ha sustituido con sus fidelidades ciegas las esclavitudes sagradas que ?en otros tiempos? forzaban las religiones. Un parlamento vacuo y poblado de pantomima en lugar de profundidad pol¨ªtica es el resultado de la carencia de lectura sosegada, de reflexi¨®n arriesgada, eso que propone la The New York Review en sus 50 a?os no de rebeld¨ªa fotog¨¦nica, sino de discusi¨®n argumentada.
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