Creadores africanos a la conquista de la aldea global

¡°Ya no vivimos en un mundo desconectado. Vivimos una serie de retos, como el ecol¨®gico, que muestran que estamos interconectados¡±, reflexiona Susana Moliner, comisaria y alma mater de los talleres Grigri Pixel. Minutos antes de que la sala empiece a llenarse con una veintena de estudiantes, arquitectos, ingenieros, antrop¨®logos y vecinos, hay cierta luz que alumbra el Laboratorio de Fabricaci¨®n Digital de MediaLab Pardo: la de la interculturalidad, que en las ¨²ltimas dos semanas se ha celebrado en Madrid con la presencia de cuatro autores de Senegal, Marruecos, Togo y Mali.

Grigri Pixel se ha presentado en Madrid como la antesala espa?ola del consolidado festival Afropixel, una iniciativa pionera en Espa?a, posible gracias a la financiaci¨®n del programa Acerca de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID). Con el objetivo de promover el intercambio de conocimientos y saberes en torno a la cultura libre como herramienta para lograr el bien com¨²n, MediaLab ha auspiciado un encuentro que ha puesto el foco en la experiencia africana como vanguardia de la transformaci¨®n social y, sobre todo, en salvaguardar la creatividad como generadora de soluciones para necesidades locales. Tal y como explica Moliner, que tambi¨¦n imparte el taller de energ¨ªa en urbes africanas: ¡°la cultura libre implica compartir, proteger el bien com¨²n¡±. Grigri, un objeto m¨¢gico que en Mali o Senegal sirve como amuleto para proteger y empoderar a la persona que lo lleva resume muy bien la filosof¨ªa del proyecto. Los talleres, dentro de la sesi¨®n llamada Objetos Comunes, se han erigido como un espacio de acompa?amiento a la transformaci¨®n social a partir de la creaci¨®n de artefactos de aplicaci¨®n urbana, pero tambi¨¦n como lugar de emancipaci¨®n de las personas como responsables de los espacios que habitan.

¡°La idea era promover la colaboraci¨®n horizontal entendiendo que no hay conocimientos mejores que otros y fomentando el desarrollo mutuo. A partir de esto, hemos querido impulsar el conocimiento de c¨®digo abierto como ¨¢urea de poder colectivo¡±, explica la comisaria de los talleres despu¨¦s de presentar el proyecto en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid. Yago Torroja, tutor de Grigri Pixel, se muestra convencido que los FabLabs est¨¢n consolidando as¨ª una mayor independencia para los africanos: ¡°Estos espacios est¨¢n facilitando el conocimiento a la poblaci¨®n. Est¨¢n cambiando muchos patrones de consumo, pero a la vez tambi¨¦n est¨¢n muy fagocitados por el mercado¡±, advierte el docente e investigador, enfatizando la necesidad de desarrollar m¨¢s proyectos que fomenten la cultura libre.

La cultura libre implica compartir, proteger el bien com¨²n

Susana Moliner, comisaria de GriGri Pixel

Liderando el despertar ciudadano

Cada a?o se generan en el mundo m¨¢s de 40 millones de toneladas de chatarra electr¨®nica. Mientras Espa?a se sit¨²a a la cola europea del reciclaje, la ciberbasura que genera el consumismo en el Norte viaja sin pasaporte hacia el hemisferio sur para ser depositada en vertederos altamente contaminantes. ¡°En ?frica, la chatarra tecnol¨®gica invade vertederos mientras hay necesidades a nivel material de muchas cosas¡±, afirma Moliner. As¨ª, el objetivo final del taller ha sido investigar en la cultura del reciclaje para dar respuesta a las necesidades energ¨¦ticas y sociales de las ciudades contempor¨¢neas. ¡°Nos basamos en energ¨ªa solar y cin¨¦tica para crear una bater¨ªa m¨®vil que se pueda utilizar en espacios p¨²blicos¡±, cuenta la productora cultural sobre el resultado final de un prototipo que se implementar¨¢ en el espacio madrile?o autogestionado Esta Es Una Plaza, del barrio de Lavapi¨¦s el viernes 11 de marzo a las siete de la tarde.

El prototipo, que se va a replicar y mejorar en Dakar, Lom¨¦, Bamako y Casablanca es, seg¨²n sus impulsores, una muestra del despertar ciudadano. ¡°Las revoluciones ¨¢rabes tuvieron sus r¨¦plicas en Espa?a, como con el 15M, pero tambi¨¦n en Senegal, con el movimiento Y'en A Marre. La gente se ha hecho m¨¢s consciente de su poder como individuo dentro de la colectividad¡±, explica Moliner, mostrando su optimismo hacia la cooperaci¨®n en asociaciones vecinales y el intercambio de experiencias. ¡°Lo interesante del movimiento es construir las preguntas de forma conjunta. Dialogar y compartir el espacio com¨²n es crucial para afrontar el futuro¡±, afirma.

En contacto con la realidad social de Espa?a, los creadores africanos han tenido tiempo para reflexionar sobre su rol transformador en la aldea global. ¡°Paseando por Madrid he visto a mucha gente cruzada de brazos y eso hace evidente que no tienen la formaci¨®n ni la conciencia necesaria. Yo empec¨¦ como mec¨¢nico en talleres de reparaci¨®n de electrodom¨¦sticos y, ahora, mi trabajo en Senegal es el de revertir mi conocimiento en la sociedad para encontrar soluciones para todos. As¨ª, de rebote, se da tambi¨¦n una oportunidad a la juventud que, como yo en su d¨ªa, no tiene ni formaci¨®n ni trabajo¡±, explica emocionado el senegal¨¦s Modou Ngom, autodidacta de 44 a?os y encargado del fablab Defko Ak ?ep que significa "hazlo con todo el mundo" en wolof.

Zineb El Fasiki, de 21 a?os, dice: ¡°Cuando descubr¨ª Arduino, una plataforma de hardware libre m¨¢gica, me cambi¨® la vida. Entend¨ª el significado del 'h¨¢galo usted mismo' y la importancia de entender la ciencia¡±, explica esta hija de artesanos de Fez. Su condici¨®n de mujer y su juventud no le han impedido hacerse un hueco en el panorama de los creadores marroqu¨ªes. ¡°Menos del 20% de los makers en el mundo ¨¢rabe somos mujeres. Y muchas menos tan j¨®venes como yo¡±. Sin embargo, trabajando desde el Open Taqafa, y a pesar de estar todav¨ªa estudiando ingenier¨ªa, ya es una figura imprescindible del movimiento en Casablanca.

Lo mismo sucede con el togol¨¦s Koukou Elolo Amegayibo, quien con 22 a?os se puede considerar un h¨¦roe de la lucha contra el brote de ¨¦bola que golpe¨® ?frica Occidental desde 2014. ¡°Cartografiamos toda una regi¨®n que no se hab¨ªa mapeado desde la ¨¦poca colonial. Con Open Street Map pusimos nuestro trabajo al servicio de humanitarios como los de M¨¦dicos Sin Fronteras para ayudar a identificar los distintos focos y as¨ª poder paliar el avance de la mort¨ªfera enfermedad¡±.

La importancia de fomentar la cultura libre y la fabricaci¨®n digital procedente del continente africano es incuestionable. ¡°Hay que entenderse m¨¢s all¨¢ de una visi¨®n subordinada de pobres y ricos o primer mundo y tercer mundo. Esperamos que Grigri Pixel sea el foro necesario para un mundo capaz de unirse para construir cambios positivos. Solos no podemos¡±, observa Moliner.