Muertes evitables en el 2016
La falta de acceso a los servicios de salud materna de las mujeres m¨¢s pobres causa m¨¢s de cinco millones de muertes
La narrativa imperante en la salud materna global destila optimismo. Se visibilizan como nunca antes los logros alcanzados. Y en la mayor¨ªa de foros se reitera el mensaje de que la (buena) salud de mujeres y ni?os es un requisito indispensable para la prosperidad de pa¨ªses y comunidades, la estabilidad pol¨ªtica y una mayor equidad. Sin embargo, en 2015 ¡ªel a?o en que culminaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)¡ª m¨¢s de 300.000 mujeres perdieron la vida dando a luz o en las horas y d¨ªas posteriores, adem¨¢s de producirse m¨¢s de cinco millones de muertes ¡ªsumando las muertes fetales que se producen en el estadio final del embarazo o el parto y las muertes neonatales durante el primer mes de vida¡ª. Muertes, en su mayor parte evitables, que se derivaron directamente de la falta de acceso a servicios de salud de calidad durante el embarazo, el parto o el puerperio.
Tanto los problemas obst¨¦tricos (hemorragias, infecciones, trastornos hipertensivos, parto obstruido...) como gran parte de las causas indirectas de mortalidad y morbilidad materna (malaria, s¨ªfilis, VIH, anemia, enfermedades cardiovasculares¡) en las regiones en desarrollo pueden prevenirse o tratarse con una atenci¨®n adecuada. Por otra parte, la falta de acceso a estos servicios de salud materna y reproductiva hace que las mujeres gestantes paguen un precio a¨²n m¨¢s elevado que la poblaci¨®n general en situaciones de crisis, como han puesto de relieve las recientes epidemias de ¨¦bola o zika.
Cuando hacemos balance del ¨²ltimo quinquenio, es en estas cuestiones ¡ªsobre todo en la cobertura de la atenci¨®n en el parto¡ª donde la mayor¨ªa de pa¨ªses abrumadoramente suspende el examen de los ODM. En los de rentas medias y bajas, solo alrededor de la mitad de las mujeres en edad reproductiva accede actualmente a m¨¦todos anticonceptivos, reciben las cuatro visitas antenatales recomendadas y atenci¨®n profesional en el parto.
Los pa¨ªses donde los sistemas de salud proporcionan con car¨¢cter universal esta atenci¨®n prenatal y en el parto registran en pocos a?os mejoras en los indicadores de mortalidad materna y neonatal ¡ªas¨ª lo demuestra que en nuestro entorno las muertes maternas sean una rareza¡ª. Sin menoscabar otros factores tanto dentro como fuera del sistema de salud que tambi¨¦n contribuyen a que las mujeres no reciban la asistencia que necesitan antes, durante y despu¨¦s del parto (la distancia f¨ªsica a los servicios de salud, la calidad percibida de los servicios, el nivel educativo o el grado de autonom¨ªa personal de las mujeres¡.), las barreras econ¨®micas son el principal obst¨¢culo. ?Por cu¨¢nto tiempo m¨¢s se puede evitar abordar esta cuesti¨®n central en la mejora de la atenci¨®n materna e infantil? Permitiendo adem¨¢s que peri¨®dicamente otras cuestiones tangenciales ¡ªcomo el uso de las nuevas tecnolog¨ªas aplicadas a la mejora de la salud materna¡ª nos distraigan ocupando a menudo demasiado espacio y recursos en la agenda.
Por otra parte, la a¨²n incipiente evidencia sobre el impacto de las pol¨ªticas y programas de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas muestra que, los (lentos) avances en t¨¦rminos generales no han contribuido a mejorar el acceso a los servicios de salud materna de las mujeres m¨¢s pobres. La mejora de los indicadores se ha producido predominantemente ¡ªa menudo exclusivamente¡ª en las mujeres con mayor nivel de renta, acrecentando en muchos casos las diferencias con las mujeres de menor nivel. Por tanto, urge tambi¨¦n priorizar en las pol¨ªticas a las m¨¢s desfavorecidas.
?Hay perspectivas de que vaya a ser as¨ª? Hay algunas se?ales alentadoras. A pesar del desaf¨ªo financiero que supone, m¨¢s de 100 pa¨ªses de rentas medias y bajas est¨¢n avanzando hacia sistemas de salud orientados a alcanzar una Cobertura Universal de Salud (CUS). Es decir, una situaci¨®n donde toda la poblaci¨®n pueda acceder a los servicios sanitarios esenciales sin sufrir graves dificultades financieras o caer en la pobreza para pagarlos. Y si, ante la limitaci¨®n de recursos, el criterio debe ser proveer primero los servicios m¨¢s coste-efectivos, la atenci¨®n prenatal y en el parto deben ser considerados aspectos b¨¢sicos de cualquier propuesta, as¨ª como un enfoque general de CUS que priorice a los m¨¢s pobres, revertiendo la tendencia de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
La mejora de la salud materna pasa por dotarse de sistemas sanitarios capaces de proporcionar atenci¨®n b¨¢sica y de calidad a todas las mujeres?
Por otro lado, reconociendo impl¨ªcitamente el d¨¦ficit hist¨®rico en t¨¦rminos de financiaci¨®n y voluntad pol¨ªtica global, se ha puesto en marcha recientemente un nuevo instrumento de financiaci¨®n, recuperando la idea de un fondo global para salud materna e infantil¡±, la Global Financial Facility, que ofrece una oportunidad de aunar esfuerzos de todos los actores implicados (los pa¨ªses que concentran el grueso de muertes maternas y neonatales que deben liderar esta iniciativa, los donantes multi y bilaterales, la sociedad civil, el sector privado, las agencias de Naciones Unidas y el Banco Mundial).
En este primer a?o de la nueva era del desarrollo global ¡ªlos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)¡ª no hace falta lanzar ning¨²n mensaje innovador: hay que volver a recordar que la mejora de la salud materna pasa por dotarse de sistemas sanitarios capaces de proporcionar atenci¨®n b¨¢sica y de calidad a todas las mujeres independientemente de su nivel de renta, educativo o su ubicaci¨®n. Eso s¨ª que ser¨ªa una novedad.
Anna Lucas y Clara Men¨¦ndez son coordinadora y directora de la Iniciativa de Salud Materna, Infantil y Reproductiva del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
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