?Qu¨¦ respuesta es m¨¢s deprimente?
Nunca nadie es tan ¡°id¨®neo¡± que excluya las dem¨¢s opciones
Uno se pregunta c¨®mo es tan dif¨ªcil de entender, o de aceptar y obrar en consecuencia. A lo largo de decenios hemos ido sabiendo que un gran n¨²mero de pol¨ªticos espa?oles con poder y autoridad colocaba en puestos de las diferentes administraciones (estatales, auton¨®micas, municipales) a parientes variados, amigos de pupitre, parejas o ex-parejas, o bien favorec¨ªa a las empresas y proyectos de ¨¦stos con sustanciosos contratos que no siempre sal¨ªan a concurso, o lo hac¨ªan de manera ama?ada. Desde los lejanos tiempos de Juan Guerra (hermano del entonces vicepresidente Alfonso) hasta los m¨¢s recientes: los que no somos valencianos acabamos de enterarnos de que, hasta hace nada, la jefa de gabinete de la alcaldesa Rita Barber¨¢ era ¡ su propia hermana. Por muy funcionaria que fuera y sea esta se?ora, por ¡°id¨®nea¡± que resultara para el puesto, cualquiera con dos dedos de frente y cierto sentido de las apariencias se habr¨ªa hecho este razonamiento: ¡°No, mi hermana no puede ser, por mucho que valga y se merezca el cargo. Esto lo s¨¦ yo y lo sabe ella, pero, precisamente por serme tan pr¨®xima, hay que buscar a otra persona, porque el resto de la gente lo interpretar¨¢ de otro modo y pensar¨¢ que hay enchufismo, o nepotismo¡±. Sobre todo porque as¨ª es: siempre hay otra persona; nunca nadie es tan imprescindible que no pueda ser sustituido por alguien de caracter¨ªsticas similares; nunca hay un candidato ¨²nico para desempe?ar una funci¨®n; nunca nadie es tan ¡°id¨®neo¡± que excluya las dem¨¢s opciones.
Cuando hemos de trabajar en equipo, todos tendemos a rodearnos de personas que ya conozcamos y de las que podamos fiarnos
Pero no seamos en exceso puritanos. Cuando hemos de trabajar en equipo, todos tendemos a rodearnos de personas que ya conozcamos y de las que podamos fiarnos. Si yo dirijo una editorial, busco la colaboraci¨®n de individuos que me garanticen competencia y eficacia, y lealtad en segundo t¨¦rmino. Si esa editorial es un negocio privado, creado con mi capital, estoy en mi derecho. Yo me lo invento y me lo financio, no hay dinero del contribuyente, no he de rendir cuentas a nadie, cada cual hace con su peculio lo que le parece y contrata a quien le viene en gana. La cosa, sin embargo, cambia radicalmente si lo que ocupo es un cargo a m¨ª preexistente, y pagado con los impuestos de todos: da lo mismo si soy Presidente del Gobierno o concejal de un Ayuntamiento. El puesto no lo he creado yo, ni el organismo, a diferencia de mi editorial. En ¨¦l no he desembolsado un penique, sino que, por el contrario, recibo un sueldo de mis conciudadanos y dispongo de un presupuesto para llevar a cabo mi labor y cubrir los gastos de representaci¨®n. He de ser por tanto escrupuloso al m¨¢ximo a la hora de beneficiar a mis allegados con prebendas, de contratarlos o nombrarlos, y tambi¨¦n en lo relativo a ¡°cargar¡± gastos. He de medir exactamente qu¨¦ est¨¢ justificado y qu¨¦ no, qu¨¦ es estrictamente necesario para el desempe?o de mis funciones, a qu¨¦ me obligan ¨¦stas y qu¨¦ son meros adornos o agasajos superfluos. Seguramente ser¨¢ de recibo que invite a almorzar o a cenar a unos visitantes, pero dif¨ªcilmente lo ser¨¢ que adem¨¢s los lleve a una discoteca o los convide a excesos. Y en todo caso no puedo rodearme en mi trabajo de esposas, maridos, hermanos, cu?ados, sobrinos, compa?eros de infancia, parejas o ex-parejas con las que me siento en deuda o me llevo de maravilla.
Con raz¨®n han acusado los representantes de Podemos durante los ¨²ltimos a?os; sobre todo ellos, los que m¨¢s han denunciado la corrupci¨®n general y la impl¨ªcita en estas pr¨¢cticas; los que se han cargado de raz¨®n hablando de regeneraci¨®n y limpieza. Sin embargo, leo en una reciente columna de Javier Ayuso que el concejal madrile?o Zapata, c¨¦lebre por su vileza tuitera cuando a¨²n era un desconocido, acaba de contratar como asesora a su ex-pareja con un sueldo de 50.000 euros al a?o. Y que tambi¨¦n Ada Colau y su lugarteniente Pisarello, en Barcelona, se han hecho con los servicios de sus respectivas parejas. Y que Iglesias y Errej¨®n tienen novias o ex-novias bien colocadas ¡°en los centros de poder ganados¡±. Al parecer estos pol¨ªticos no niegan los v¨ªnculos, pero aducen: ¡°S¨ª, es verdad que es mi pareja o ex-pareja, pero no la hemos contratado por eso, sino por sus cualidades profesionales¡± (siempre seg¨²n Ayuso). ?Se puede ser tan torpe, o acaso tan jeta? ?Cu¨¢l creen que ha sido el argumento de todos los responsables del PP, el PSOE o CiU que se han pasado d¨¦cadas haciendo lo mismo? ?Alguno ha reconocido que nombraba a su cu?ado o su padre por ser eso, el cu?ado o el padre? No, siempre se han amparado en los m¨¦ritos de ¨¦stos (normalmente incomprobables por parte de la ciudadan¨ªa). ?Tan dif¨ªcil es entender que si alguien es un genio en algo, pero tiene la mala suerte de ser familia, ex-pareja o pareja de un representante p¨²blico, no puede ocupar un cargo que dependa de este ¨²ltimo, y cuyos emolumentos provengan del erario? ?Ni tampoco obtener una concesi¨®n ni una contrata, por adecuada que sea su empresa? Resulta en verdad vergonzoso y desalentador que los sermoneadores se comporten con la misma desfachatez que aquellos a los que hasta ayer sermoneaban. Y de nuevo nos encontramos con la terrible pregunta de si es primero la gallina o el huevo: ?se dedican a la pol¨ªtica quienes buscan un medio para corromperse, o en cuanto los limpios entran en ella y manejan dinero ajeno, se corrompen en alto n¨²mero? Las dos respuestas, me temo, son igual de deprimentes.
elpaissemanal@elpais.es
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