Turismo frente a hambruna
V¨ªctima de la peor sequ¨ªa en los ¨²ltimos 50 a?os, Etiop¨ªa se reinventa como destino viajero
Con la peor sequ¨ªa en 50 a?os, alrededor de 18 millones de personas dependientes de los suministros de alimentos de emergencia y los organismos de cooperaci¨®n alertando de que el dinero y la ayuda se agotar¨¢n en dos meses, no parece el momento m¨¢s indicado para que Etiop¨ªa se promocione a s¨ª misma como destino tur¨ªstico de calidad. Sin embargo, este mes est¨¢ renovando su imagen para darse a conocer como la tierra del "origen de la vida" con la esperanza de multiplicar por m¨¢s de tres el n¨²mero de turistas occidentales que visitan este pa¨ªs interior habitado por unos 100 millones de personas y situado en uno de los entornos m¨¢s peligrosos de la tierra: el Cuerno de ?frica.
La iniciativa pretende que para 2020 los ingresos de esta naci¨®n desesperadamente pobre aumenten hasta rondar los 3.000 millones de d¨®lares anuales, una cifra nada despreciable en un pa¨ªs en el que, seg¨²n el Banco Mundial, la renta media per c¨¢pita es de 550 d¨®lares.
Etiop¨ªa presume de tener ocho sitios declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco y un Gobierno estable, de ser una naci¨®n orgullosa de haber sido el ¨²nico Estado africano no colonizado, y de sus exportaciones de caf¨¦ y vino del valle del Rift, que constituyen un atractivo tur¨ªstico. Pero en la actualidad se enfrenta tambi¨¦n a una sequ¨ªa catastr¨®fica, agravada por El Ni?o, que ha dejado a otros 10,2 millones de ciudadanos ¡ªen gran parte agricultores de subsistencia del norte y el este¡ª totalmente dependientes de la ayuda alimentaria de emergencia. Esto viene a sumarse a otros ocho millones de agricultores de subsistencia que ya dependen de esta ayuda, lo cual supone un total de casi el 20% de la poblaci¨®n.
Aunque no les gusta que se use la palabra "h" (hambruna), las organizaciones de cooperaci¨®n llevan alertando desde diciembre de que la ayuda actualmente comprometida se agotar¨¢ a finales de abril de 2016, lo cual pondr¨¢ a millones de personas en peligro de morir de inanici¨®n. Esta semana, Wolfgang Jarmann, presidente de Care International, advert¨ªa de que es como contemplar "un desastre a c¨¢mara lenta". Y a?ad¨ªa: "El impacto [de El Ni?o] ha sido devastador para la gente vulnerable... del sur y el este de ?frica, pero en ninguna parte el panorama es tan preocupante como en Etiop¨ªa en ese momento".
Por Matthew Tempest
Ya han muerto centenares de miles de cabezas de ganado y se han perdido los cultivos, tras lo cual ha quedado un paisaje casi extraterrestre, est¨¦ril y sediento, de polvo y roca roja que cubre cientos de kil¨®metros cuadrados de territorio del norte y el este del pa¨ªs. Seg¨²n Care, en este momento hay 1,7 millones de ni?os, mujeres embarazadas y madres lactantes que necesitan apoyo nutricional. Naciones Unidas ha hecho una petici¨®n internacional de 1.400 millones de d¨®lares de fondos de emergencia para Etiop¨ªa. Hasta el momento, los donantes han cubierto menos de la mitad de esa cifra. Estados Unidos ha aportado 97 millones de d¨®lares, mientras que el Gobierno de Addis Abeba se ha comprometido a poner 380 millones.
El Gobierno ha puesto en marcha una Unidad de Emergencia y Resiliencia ante la Sequ¨ªa Nacional a la que se han asignado unos 230 millones de birrs et¨ªopes (unos 10 millones de euros) para que los colegios sirvan m¨¢s comidas con el fin de que los ni?os dejen de abandonar los estudios para ayudar a sus padres en el campo, salir a buscar alimento o mendigar. Pero ahora el Gobierno tambi¨¦n ha empezado a admitir que necesita ayuda. El viceprimer ministro Demeke Mekonnen ha suplicado "socorro inmediato" y ha a?adido que las consecuencias de un desastre humanitario no solo ser¨ªan perjudiciales para Etiop¨ªa, sino para "la paz y la estabilidad de toda la regi¨®n".
Antecedentes
Etiop¨ªa ha sido v¨ªctima de recurrentes sequ¨ªas, entre las que destacan sobre todo las de 1973-1974 (que contribuy¨® a la ca¨ªda del emperador Haile Selassie) y 1984-1985 (que termin¨® en una hambruna que acab¨® con la vida de m¨¢s de un mill¨®n de personas, en parte debido a la mala gesti¨®n del r¨¦gimen comunista del Derg en el poder entre 1974 y 1991, y que hizo que se pusiese en marcha la iniciativa Live Aid).
En esta ocasi¨®n, debido a la p¨¦rdida de dos cosechas en la estaci¨®n seca y a los efectos de El Ni?o, los expertos y las ONG advierten de que se trata de la peor hambruna en 50 a?os. Con un d¨¦ficit de financiaci¨®n superior a los 600 millones de d¨®lares, actualmente se calcula que la ayuda se agotar¨¢ en abril, lo cual dejar¨¢ a m¨¢s de 18 millones de personas sin comida ni suministros de alimentos.
Hasta el momento, Naciones Unidas ha concedido 42 millones de d¨®lares a Etiop¨ªa espec¨ªficamente para la sequ¨ªa provocada por El Ni?o. El comisario europeo de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides, ha prometido otros 24 millones de d¨®lares de ayuda humanitario al pa¨ªs. Una portavoz de la Direcci¨®n General de Cooperaci¨®n Internacional y Desarrollo (DEVCO) ha declarado que "la Uni¨®n Europea apoya a Etiop¨ªa y est¨¢ contribuyendo a proporcionar asistencia para salvar vidas". "Seguiremos trabajando sin descanso para que la ayuda humanitaria llegue a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable del pa¨ªs", a?ad¨ªa.
Entre 80 y 90 millones de et¨ªopes tratan de sobrevivir, en el mejor de los casos, con la agricultura de subsistencia. Viven en chozas de barro y chabolas de chapa, en su mayor¨ªa sin agua corriente ni electricidad, cultivando unas cuantas verduras, criando el ganado que tenga la familia, y acarreando cada d¨ªa haces de le?a y bidones de pl¨¢stico llenos de agua.
Actualmente Adds Abeba, a diferencia de cuando estaba en el poder el r¨¦gimen comunista del Derg (1974-1991), incapaz de gestionar la hambruna de 1984 -1985, cuenta con un Gobierno fuerte y una econom¨ªa en auge con un crecimiento del 10% del PIB anual durante m¨¢s de una d¨¦cada.
Turismo frente a sequ¨ªa
Si bien el Gobierno central ha pedido a la comunidad internacional recursos adicionales para luchar contra la sequ¨ªa, es reacio a dar resonancia al problema durante su campa?a tur¨ªstica. En las afueras de Lalibela ¡ªdonde se encuentran las iglesias ortodoxas del siglo XII talladas en la roca que constituyen la atracci¨®n principal de la iniciativa tur¨ªstica del Gobierno¡ª los lugare?os recog¨ªan raciones de comida de emergencia mientras los turistas se achicharraban a 33 grados mientras hac¨ªan cola para visitar los monumentos.
Sin embargo, los funcionarios gubernamentales que acompa?aban a los periodistas se negaron a parar el minib¨²s en un puesto de distribuci¨®n de socorro situado junto a la carretera para permitirles hacer fotograf¨ªas o entrevistar a los receptores de la ayuda.
?Qu¨¦ pasa en California?
Cuando se le pregunta por la sequia y las penurias de la gente, el director de la oficina estatal de turismo explica que la respuesta del Gobierno es una muestra de que este proteg¨ªa a la poblaci¨®n, y compar¨® la situaci¨®n con la actual sequ¨ªa en California.
Solomon Tadesse, consejero delegado de la Organizaci¨®n de Turismo Et¨ªope, protestaba diciendo que en Etiop¨ªa "la historia no gira siempre en torno al mismo tema" (en referencia a la hambruna de 1984), y declaraba: "Hay una cosa de la que le gente no se ha dado cuenta. Esta sequ¨ªa es la peor en 50 a?os. Pero lo positivo es que el Gobierno ha hecho un buen trabajo al reservar la cantidad necesaria de grano sin perjudicar a la gente. "Este a?o no ha habido muertes, a diferencia de lo que sucedi¨® en 1974 y 1984. Tenemos una buena infraestructura para llegar a las zonas afectadas por la sequ¨ªa. No ha habido consecuencias mayores en cuanto a v¨ªctimas humanas. Solo hemos tenido bajas en el ganado. Estoy seguro de que la gente sabe que hay sequ¨ªa en California, y eso no le impide viajar all¨ª".
En referencia a la preocupaci¨®n de las ONG por el posible agotamiento de la ayuda alimentaria en unas semanas si no se consiguen m¨¢s fondos, Tadesse a?ad¨ªa: "Puede que las cifras sean verdaderas o que solo sean pron¨®sticos", e insist¨ªa en que ning¨²n turista hab¨ªa cancelado su viaje cuando las im¨¢genes de la sequ¨ªa hab¨ªan empezado a filtrarse en los medios de comunicaci¨®n occidentales. "El juego al que estamos jugando se llama ¡®fortaleza interior", conclu¨ªa. Actualmente, Etiop¨ªa atrae a la modesta cifra de 750.000 turistas anuales.
La campa?a "El origen de la vida" se centra en los sitios patrimonio de la humanidad de la Unesco, en la naturaleza del parque natural de los montes Simien, y en Lucy, su esqueleto de 3,2 millones de a?os, actualmente conservado en el Museo Nacional Et¨ªope de Addis Abeba. Adem¨¢s, tienen las delicias del caf¨¦ et¨ªope, el vino del valle del Rift y la cocina t¨ªpica a base de injera (pan ¨¢cimo) y guisos de carne.
El pa¨ªs espera aumentar el n¨²mero de visitantes a un mill¨®n este a?o y a tres de aqu¨ª a 2020, en buena medida a trav¨¦s de grandes viajes organizados de turistas procedentes de Francia, Alemania, Holanda, Estados Unidos y Jap¨®n. Por supuesto, los porfiados turistas que actualmente visitan el pa¨ªs aportan ingresos a trav¨¦s del consumo de comida y bebida, los servicios de gu¨ªas, la compra de recuerdos, el alojamiento y el transporte. Y el turismo no tiene que estar en competencia, o ser un "juego de suma cero", con la ayuda humanitaria de emergencia. Pero el momento elegido no parece el m¨¢s oportuno.
El turismo en un entorno de terrorismo y Estados fallidos
Como un funcionario del sector tur¨ªstico admit¨ªa en privado, los mayores obst¨¢culos para dar un impulso a las cifras del turismo en Etiop¨ªa son "las deficientes infraestructuras y el entorno nocivo en el que vivimos". Los vecinos de Etiop¨ªa, que no tiene mar, son Somalia (un Estado fallido en guerra civil); Eritrea (Naciones Unidas ha acusado al Gobierno de cr¨ªmenes contra la humanidad y contra su propio pueblo); Yibuti (con grandes bases militares estadounidenses y francesas); Sud¨¢n del Sur (en guerra civil); Sud¨¢n (con un presidente perseguido por cr¨ªmenes de guerra); y Kenia (sometida a repetidos atentados terroristas por parte de Al Shabaab). Adem¨¢s, al otro lado del golfo de Ad¨¦n est¨¢ Yemen (un Estado fallido en guerra civil).
Aunque el pa¨ªs est¨¢ formado aproximadamente por dos tercios de cristianos ortodoxos y un tercio de musulmanes que parecen convivir pac¨ªficamente, solo har¨ªa falta un atentado del Estado Isl¨¢mico o de Al Shabaab contra turistas occidentales para acabar de golpe con el incipiente sector tur¨ªstico, como demuestran los recientes ataques contra turistas en T¨²nez.
Las L¨ªneas A¨¦reas Et¨ªopes presumen de disponer de una flota moderna, un personal profesional y un buen historial de seguridad, pero los controles preventivos en los aeropuertos regionales pueden ser ca¨®ticos. Un piloto de la aerol¨ªnea jubilado, nacionalizado en Europa pero que naci¨® y se cri¨® en Etiop¨ªa, confesaba: "En mi opini¨®n, en cuanto a seguridad, las L¨ªneas A¨¦reas Et¨ªopes est¨¢n solo un escal¨®n por debajo de compa?¨ªas como Lufthansa, pero los aeropuertos son otra cuesti¨®n. Ser¨ªa un juego de ni?os poner una bomba en uno de los aviones. "Pero, ?para qu¨¦ tomarse la molestia? Bastar¨ªa con situarse al lado de la pista y acribillar el aparato con una ametralladora cuando est¨¢ despegando cargado de combustible. Saltar¨ªa por los aires como unos fuegos artificiales".
Sin embargo, cuando se le pregunta por la amenaza que representan el Estado Isl¨¢mico y Al Shabaab para su naciente sector tur¨ªstico, el director gerente de servicios internacionales de la compa?¨ªa a¨¦rea, Esayas Wodemariam Haitu, se niega a responder directamente a la pregunta y lo hace con una enrevesada an¨¦cdota acerca de un forastero que lleg¨® a un pueblo et¨ªope y le pregunt¨® a un chico del lugar d¨®nde viv¨ªa cierta persona. "En otros pueblos, el chico le habr¨ªa indicado la casa. En Etiop¨ªa le pregunt¨® qui¨¦n era y qu¨¦ quer¨ªa", afirmaba Hailu. "Para nosotros la seguridad es importante. La llevamos en la sangre" remachaba.
Pero la seguridad tiene un precio. Human Rights Watch declara que el Gobierno "sigue bloqueando incluso las p¨¢ginas web y los blogs moderadamente cr¨ªticos". La mayor¨ªa de los sitios web de los medios de comunicaci¨®n de la oposici¨®n est¨¢n bloqueados, y los medios en general suelen limitar sus cr¨ªticas al Gobierno para poder trabajar en el pa¨ªs. "Etiop¨ªa es uno de los mayores destinatarios de ayuda de ?frica. En 2014 recibi¨® casi 4.000 millones de d¨®lares, que representaban aproximadamente el 45% de su presupuesto. "Los donantes tratan de suavizar sus cr¨ªticas sobre el historial de derechos humanos de Etiop¨ªa y apenas emprenden acciones significativas para investigar las denuncias de violaciones de los mismos".
Ninguna de las principales ONG con las que se puso en contacto EurActiv quiso comentar p¨²blicamente su relaci¨®n con el Gobierno et¨ªope, pero una de ellas, a condici¨®n de que se mantuviese el anonimato, se refiri¨® al pa¨ªs como "probablemente el m¨¢s dif¨ªcil y restrictivo de todos los lugares de ?frica en los que trabajan".
Pero, aunque los organismos de cooperaci¨®n guarden silencio, eso no detiene a las ONG pro derechos humanos ni al Parlamento Europeo. En enero, los eurodiputados dictaron la que se considera la resoluci¨®n condenatoria contra Etiop¨ªa m¨¢s en¨¦rgica hasta el momento. En ella reprobaban con dureza las declaraciones de Addis Abeba seg¨²n las cuales las fuerzas de seguridad solo han matado a "algunas docenas" de manifestantes durante el reasentamiento forzoso de la poblaci¨®n de Orom¨ªa que vive alrededor de Ad¨ªs Abeba para permitir la expansi¨®n econ¨®mica de la capital.
Human Rights Watch y otras organizaciones afirman que han muerto al menos 140 personas, y que muchas m¨¢s han sido torturadas. Adem¨¢s, el Parlamento Europeo ha condenado el acoso a los periodistas del pa¨ªs, las injerencias en los medios de comunicaci¨®n y el uso de la legislaci¨®n antiterrorista "para reprimir a los oponentes pol¨ªticos, a los disidentes y a los defensores de los derechos humanos".
Antes de correr hay que saber andar
Etiop¨ªa suele considerarse a s¨ª misma el "le¨®n de ?frica". El pa¨ªs est¨¢ construyendo un ferrocarril el¨¦ctrico de alta velocidad a Yibuti (que sustituir¨¢ a una l¨ªnea francesa construida en 1894), ha completado dos l¨ªneas de tranv¨ªa en Addis Abeba y proyecta un nuevo aeropuerto internacional a 100 kil¨®metros al sur de la capital con una autopista de seis carriles y conexi¨®n con el ferrocarril. Se espera que la pol¨¦mica Gran Presa del Renacimiento, el mayor proyecto hidroel¨¦ctrico de ?frica, est¨¦ concluida en 2018 y que proporcione una fuente de electricidad (m¨¢s) fiable que incluso permita a Etiop¨ªa convertirse en exportador de energ¨ªa.
Con frecuencia, los altos cargos desde?an las cr¨ªticas a su historial en materia de derechos humanos, a las medidas de seguridad o a las iniciativas para prevenir los efectos de la sequ¨ªa con una actitud de suficiencia con respecto al resto de ?frica. Pero si Etiop¨ªa aspira a convertirse en un pa¨ªs de ingresos medios en el plazo de una d¨¦cada, tal vez tenga que poner el list¨®n un poco m¨¢s alto en vez de compararse con algunos de sus desastrosos vecinos. Y quiz¨¢s Addis Abeba tendr¨ªa que tomar ejemplo del emblem¨¢tico esqueleto de Lucy, y hacer que su sector tur¨ªstico aprenda a andar antes de intentar correr.
Este texto fue publicado originalmente en ingl¨¦s y alem¨¢n en la web de EurActiv.
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