Los 20 timos m¨¢s flagrantes de la historia del pop
Vocalistas que no cantan, m¨²sicos que no tocan, compositores que copian, m¨¢nagers que cogen todo el dinero y corren¡ Repasamos los mayores fraudes
¡°?Tu voz! ?Me prometiste tu voz! ?No recuerdas nuestro contrato?¡±. Estas frases, exclamadas por el magnate Swan en la pel¨ªcula El fantasma del para¨ªso (Brian de Palma, 1976), resumen muy bien los turbios tejemanejes que rodean a la industria discogr¨¢fica. En el filme, vemos c¨®mo un diab¨®lico e implacable productor crea y destruye artistas, se apropia de canciones ajenas, y es capaz de todo para alcanzar el ¨¦xito.
Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia. Desde que el pop es pop, son moneda corriente el plagio, la estafa, el robo y el enga?o. En este negocio (y en otros muchos) las apariencias enga?an, y a veces el cantante que sale en los v¨ªdeos no es quien canta, ni el que canta se lleva la pasta, ni el que compone es quien figura en los cr¨¦ditos. El pop es una jungla llena de trampas y espejismos; nos corresponde a nosotros, sufrido p¨²blico, desenmascararlos y estar atentos para que no nos vuelvan a dar gato por liebre ni bandurria por guitarra.
1.Milli Vanilli: un Grammy y millones de ventas por hacer 'playback'. En 1987, el productor discogr¨¢fico alem¨¢n Frank Farian descubri¨® al franc¨¦s Fab Morvan y el alem¨¢n Rob Pilatus, dos mulatos que bailaban con la cantante Sabrina. A ojos de Farian, aquella ex¨®tica pareja lo ten¨ªa todo para triunfar: dotes para la danza, desparpajo y sex appeal. Como no sab¨ªan cantar, el productor contrat¨® a un par de vocalistas y un pu?ado de m¨²sicos: ellos grabar¨ªan los discos, mientras Fav y Rob mov¨ªan las bocas y el esqueleto. ?Resultado? Vendieron millones de discos y recibieron un premio Grammy.
El chasco lleg¨® en 1990, cuando un tal Charles Shaw confes¨® en un peri¨®dico que ¨¦l era quien cantaba en los discos y que Milli Vanilli eran un par de impostores. Desesperados, Rob y Fav le pidieron a Frank Farian que los cubriera pero, temeroso de hacer m¨¢s el rid¨ªculo, el productor opt¨® por reconocer p¨²blicamente la verdad. Poco despu¨¦s, al d¨²o le quitaron su Grammy y lo echaron de su sello discogr¨¢fico.
Tras el esc¨¢ndalo, los Milli grabaron alg¨²n disco con sus verdaderas voces, pero ya nadie les cre¨ªa. Rob no encaj¨® bien el fracaso y acab¨® muerto por sobredosis en 1998.
2. Jordy: el ni?o cantor traicionado por sus padres. Marisol, Joselito, Nikka Costa¡ Casos de ni?os canores los hay a patadas, pero ninguno tan precoz y tan fugaz como el del franc¨¦s Jordy. Su primer ¨¦xito, con solo cuatro a?os, fue Dur dur d¡¯¨ºtre b¨¦b¨¦! (1992), donde, sobre una base dance, el ni?o balbuceaba una letra sobre las tribulaciones de ser peque?o. Los responsables de la m¨²sica eran sus padres, el productor Claude Lemoine y la compositora Patricia Clerget, que se hicieron de oro gracias a la simpat¨ªa de su v¨¢stago. Con su primer disco, Jordy entr¨® en el Libro Guiness de los Records como el artista m¨¢s joven (4 a?os) en llegar al n¨²mero uno en todo el mundo. El segundo disco mantuvo el ¨¦xito, y una de sus canciones fue incluida en la pel¨ªcula Mira qui¨¦n habla tambi¨¦n (1993). Pero el tercero fracas¨®.
Mientras, los padres de Jordy dilapidaron la fortuna ganada por su hijo y hasta montaron La granja de Jordy, una fallida atracci¨®n tur¨ªstica. Arruinado, el matrimonio se divorci¨® y el nene volvi¨® al cole. Cuando lleg¨® a la mayor¨ªa de edad no quedaba ni un c¨¦ntimo de todo aquel dinero que hab¨ªa ganado de ni?o, y acab¨® haciendo reality shows, esos grandes vertederos de juguetes rotos.
3. U2: un directo lleno de sonido enlatado. En 1992, tras un radical cambio de imagen y sonido, la banda irlandesa m¨¢s famosa del mundo emprendi¨® el Zoo TV Tour, una gira de conciertos por los cinco continentes. En ella, el grupo cambi¨® por completo su concepci¨®n del directo, que pas¨® de la austeridad de las giras anteriores a ser un espect¨¢culo multimedia. Para quitarse trabajo y sincronizar bien im¨¢genes, luces y sonidos, Bono y los suyos llevaron todos los instrumentos pregrabados. Como a menudo hab¨ªa fallos de sincronizaci¨®n, fueron muchos los que los acusaron de fraude.
Uno de los que los que m¨¢s ciza?a meti¨® fue el cantante de Kiss Gene Simmons: ¡°Si, como U2, cobras 100 d¨®lares por la entrada, hacer m¨ªmica sincronizada es una falta total de honradez¡±, sentenci¨® en una entrevista. Lo m¨¢s curioso es que, m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s, el grupo Kiss tambi¨¦n fue sorprendido haciendo playback y tuvo que pedir perd¨®n en Twitter.
4. Technotronic: la despampanante chica de portada no sabe cantar. Este grupo belga de eurodance fue ideado por el productor Jo Bogaert, alias Thomas de Quincey. Cuando lanzaron su primer disco, el rompepistas house Pump up the jam (1989), la chica que sal¨ªa en la portada y en el v¨ªdeo era la despampanante modelo Felly Kilingi, pero cantaba Manuela Kamosi, alias Kid K, mucho menos atractiva.
En 2009, coincidiendo con el vig¨¦simo aniversario del disco, MC Eric, el otro miembro del d¨²o, explicaba as¨ª el fraude en Tentaciones: ¡°Kid K firm¨® un contrato ilegal porque era menor de edad. Cuando todo el mundo se dio cuenta, era tarde, porque la canci¨®n ya era un ¨¦xito en los clubes. As¨ª que encontraron a esta chica parec¨ªa africana y ten¨ªa una imagen muy fuerte. La compa?¨ªa la escogi¨® sin que lo supi¨¦ramos¡±.
A partir del siguiente disco, rectificaron, saliendo en todas las fotos y videos y tocando mucho en directo. Pero el ¨¦xito nunca les volvi¨® a acompa?ar.?
5. Leonard Cohen: su m¨¢nager y amante le rob¨® todo el dinero. En 1994, harto del mundanal ruido, el cantautor Leonard Cohen tom¨® la decisi¨®n de raparse la cabeza, hacerse monje y recluirse en un monasterio zen de Mount Baldy, Los ?ngeles.
Antes de retirarse, dej¨® sus asuntos econ¨®micos en manos de su mujer de confianza, Kelly Lynch, que durante 17 a?os hab¨ªa sido asesora financiera y amante espor¨¢dica del cantautor. Pero, traicionando su confianza, Lynch se fug¨® con los cinco millones de d¨®lares que Cohen ten¨ªa ahorrados para su jubilaci¨®n, dej¨¢ndolo casi en la bancarrota.
As¨ª las cosas, el cantante tuvo que colgar los h¨¢bitos para volver a la carretera y ganar algo de dinero. Y Kelly Lynch fue condenada a 18 meses de c¨¢rcel.
El cantautor y poeta canadiense falleci¨® el 7 de noviembre de 2016 a los 82 a?os de edad.
6. Rihanna: plagiando con descaro. Pese a tener una preciosa voz y un desarmante atractivo f¨ªsico, la cantante de Barbados nunca se ha caracterizado por su originalidad. Su efervescente R&B suele picotear de aqu¨ª y all¨¢, homenajeando y sampleando (coger partes de otra canci¨®n) a su antojo. Por ejemplo, uno de sus mayores ¨¦xitos, Don¡¯t stop the music, est¨¢ construido sobre Wanna be starting something, de Michael Jackson, que la cantante sample¨® a golpe de talonario.
Lo que s¨ª fue un plagio descarado y traicionero fue Bitch better have my money, una canci¨®n estrenada en 2015 que ¡°fusilaba¡± con descaro un tema de la rapera Just Britttany, titulado Betta have my money. Como es obvio, RiRi no se molest¨® ni en cambiar el t¨ªtulo.
La prueba del plagio de Rihanna:
7. Boney M: el cantante no canta, pero si lo quiere el p¨²blico... En 1975, el grupo ABBA arrasaba en todo el mundo. Fue entonces cuando al productor alem¨¢n Frank Farian (que m¨¢s tarde crear¨ªa a Milli Vanilli) pens¨® en montar una respuesta negra y ex¨®tica a los fabulosos suecos. Para ello, contrat¨® a dos cantantes y una modelo, todas del Caribe, y a un DJ antillano que atend¨ªa por Bobby Farrell. Como el susodicho DJ no sab¨ªa cantar, Farian decidi¨® hacerlo ¨¦l mismo.
El ¨¦xito del grupo, llamado Boney M, fue apote¨®sico y canciones como Ma Baker, Belfast o Rivers of Babylon arrasaron en todo el mundo. Fue entonces cuando Bobby Farrell empez¨® a protestar y a pedir que lo dejaran cantar. Pero Farian, que disfrutaba siendo la voz en la sombra, no acept¨® y, harto de la rebeld¨ªa de Farrell, lo ech¨® del grupo y puso a otro monigote al frente. La cosa no funcion¨®, pues el p¨²blico se quejaba de que aquel impostor no era ¡°el negro de Boney M¡±. As¨ª que el productor tuvo que llegar a un acuerdo con el falso cantante, que acept¨® volver al grupo a cambio de dinero extra y cambiar su nombre por ¡°Bobby Farrell & Boney M¡±.
8. C+C Music Factory: t¨² te callas. Los productores americanos Robert Clivill¨¦s y David Cole crearon este grupo de dance pop a principios de los noventa. Tras hacer unas bases, contrataron al rapero Freedon Wiliams y a la vocalista Martha Wash para poner voces en rompepistas como Gonna make you sweat (Everybody dance now).
El ¨¦xito fue legendario: cinco veces disco de platino. Pero la se?orita que sal¨ªa en la portada de los discos y en los v¨ªdeos no era la oronda cantante Martha Walsh, sino Zelma Davis, una deslumbrante modelo de 19 a?os que, a?os despu¨¦s, se lavar¨ªa las manos en una entrevista de Rolling Stone: ¡°Yo era joven e inocente. Recuerdo que les dije a los que grababan el videoclip que eso no lo hab¨ªa cantado yo y los de la casa de discos me hicieron callar¡±.
La que no se call¨® fue Martha Walsh, que denunci¨® a los productores y a CBS/Sony por fraude, publicidad enga?osa y apropiaci¨®n comercial.
9. Michael Jackson: un disco p¨®stumo con la voz de otro. En diciembre de 2010, poco m¨¢s de un a?o despu¨¦s de la muerte del Rey del Pop, se public¨® Michael, un (supuesto) ¨¢lbum p¨®stumo de canciones in¨¦ditas. Desde el primer momento, el lanzamiento fue criticado tanto por los parientes, amigos y colaboradores del cantante, que consideraban una falta de respeto publicar unas canciones que no estaban acabadas. Lo que no sab¨ªan es que en muchas de ellas ni siquiera cantaba Michael, sino Jason Malachi, dotado de una tesitura de voz muy parecida.
La primera que llam¨® la atenci¨®n sobre el fraude fue Paris, la hija de Michael que, en una conversaci¨®n por v¨ªdeo chat con varios amigos, la chica coment¨® que ¡°mi padre no canta ninguna canci¨®n de ese ¨¢lbum. Busca en YouTube a Jason Malachi. ?Es ¨¦l!¡±. La conversaci¨®n fue grabada y se filtr¨® a Internet, donde ya hab¨ªa un clamor que especulaba sobre el fraude. Y en enero fue el propio Malachi quien revel¨® la verdad en su Facebook: "Chicos, creo que es hora de confesar. Era yo quien cantaba Breaking News, Keep Your Head Up, Monster y Stay. Yo ten¨ªa un acuerdo con la compa?¨ªa discogr¨¢fica, pero ahora el gato est¨¢ fuera de la bolsa. Perd¨®n a todos mis fans, y a los fans de Michael Jackson".
10. Billy Joel: estafado y arruinado. Desde 1973 hasta que se retir¨® temporalmente en 1993, esta estrella del pop factur¨® 40 ¨¦xitos, gan¨® seis premios Grammy y despach¨® m¨¢s de 100 millones de discos en todo el mundo. Sin embargo, por avatares del destino, tambi¨¦n se ha arruinado varias veces.
El ejemplo m¨¢s sonado fue cuando Frank Weber, su ex m¨¢nager, us¨® 30 millones de d¨®lares que sac¨® de las cuentas del cantante para avalar prestamos personales y realizar varias inversiones que acabaron mal. Joel no se enter¨® de la estafa hasta 1989, a?o en que le hicieron una auditor¨ªa, y tuvo que declararse en quiebra, demandando poco despu¨¦s a Weber por fraude y apropiaci¨®n indebida. Hay m¨¢s: el ex manager era padrino de la hija del cantante y hab¨ªa sido su cu?ado. El caso afect¨® tanto al artista que en su disco River of dreams (1993) dedic¨® varias canciones al asunto.
11. Selena Gomez: el tropez¨®n que desvel¨® que todo era falso. En octubre de 2013, en un concierto en la ciudad de Fairfax (Virginia) Selena Gomez cantaba lel tema Slow down, mientras daba botes y animaba al p¨²blico. Tanto empe?o puso en sus bailoteos que no se dio cuenta de que se acercaba a un gran escal¨®n. As¨ª que pis¨® en falso y se cay¨® de culo. Pero lo m¨¢s duro no fue la ca¨ªda, sino que su voz sigui¨® sonando como si tal cosa, revelando que aquello era un playback de padre y muy se?or m¨ªo. Para colmo, todo qued¨® grabado e inmortalizado en YouTube, donde se puede comprobar c¨®mo Selena pega un grito al caerse y su grito se escucha por encima de la voz de la pista.
Selena Gomez se tropieza, pero sigue la voz, como si nada:
12. The Monkees: ese glorioso grupo prefabricado. Michael Nesmith, Davy Jones, Micky Dolenz y Peter Tork. As¨ª se llamaban los cuatro elegidos de un duro casting por el que pasaron m¨¢s de 500 mozos. El objetivo era formar un cuarteto musical en la l¨ªnea de los Beatles para actuar en la tele y ponerle cara a unos discos en los que no har¨ªan ellos. Producidos por Don Kirshner, sus primeros ¨¢lbumes est¨¢n interpretados por m¨²sicos norteamericanos tan c¨¦lebres como Carole King, Neil Sedaka o Neil Diamond. El ¨¦xito fue apote¨®sico, y entre 1966 y 1968 se hartaron de vender discos.
Pero, poco a poco y para desespero de su productor, los cuatro figurantes del grupo se fueron rebelando: exig¨ªan cantar las canciones y tocar los instrumentos, cuyos rudimentos hab¨ªan aprendido a fuerza de hacer playbacks. Tanto protestaron que les dieron su oportunidad, pero tuvieron la mala pata de sacar su disco poco antes del Sgt. pepper¡¯s lonely hearts club band, de los Beatles, que los alej¨® de las listas de ¨¦xitos. Despu¨¦s, su programa fue cancelado y el cantante dej¨® el grupo.
Tanta guerra le dieron los Monkees a su creador que para The Archies, su siguiente proyecto de pop prefabricado, decidi¨® usar dibujos animados en lugar de personas.
13. Frank Sinatra: chicas contratadas para desmayarse. Adelant¨¢ndose a Elvis y a los Beatles, el apuesto crooner Frank Sinatra inaugur¨® el fen¨®meno fans. En 1942, su agente de prensa George Evans, tuvo la feliz ocurrencia de hacer castings de colegialas, para elegir a las que m¨¢s gritaran y convocarlas en conciertos y apariciones p¨²blicas del ¨ªdolo; a cambio de cinco d¨®lares, las muchachitas gritaban como posesas y fing¨ªan desmayos. Este fraude fue la chispa que encendi¨® el mito de Swoonatra (juego de palabras derivado del verbo ¡°swoon¡±, es decir, ¡°desmayarse¡±) y el boom del fen¨®meno fans: a?os despu¨¦s, tambi¨¦n Brian Epstein, m¨¢nager de los Beatles, contratar¨ªa chicas para gritar en los conciertos del cuarteto de Liverpool.
14. Lin Miaoke: vergonzante movimiento pol¨ªtico. La espectacular ceremonia de apertura de los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn de 2008 estuvo ensombrecida por el esc¨¢ndalo de un playback infantil. As¨ª, mientras la angelical ni?a de nueve a?os Lin Miaoke sal¨ªa al escenario a actuar y recibir aplausos, entre bambalinas se escond¨ªa la verdadera cantante, otra peque?a llamada Yang Peiyi.
Pocos d¨ªas despu¨¦s de la gala se destap¨® el fraude, Internet se llen¨® de cr¨ªticas negativas y el director musical del evento se vio obligado a comparecer para explicar que Lin Maoke fue elegida por ser ¡°muy mona¡± y en funci¨®n del ¡°inter¨¦s nacional¡±, ya que ¡°quer¨ªamos proyectar la imagen correcta¡±. Estas excusas fueron casi peores que el hecho en s¨ª, y pusieron en evidencia la cruel discriminaci¨®n que hab¨ªa sufrido Peiyi, que, pese a tener una voz de oro, luc¨ªa unos dientes mal alineados y unos sonrosados mofletes.
15. Los Beatles: el d¨ªa que Lennon plagi¨®, y lo reconoci¨®. Aunque, como la mayor¨ªa de las canciones de los Beatles, est¨¢ firmada por Lennon/McCartney, Come together fue compuesta por John Lennon. Una pieza de rock que abre su disco Abbey Road (1969) y son¨® en los cinco continentes.
Casi un lustro despu¨¦s, la editora musical del pionero del rock Chuck Berry, propiedad del exc¨¦ntrico empresario Morris Levy, demand¨® a John Lennon por plagio: seg¨²n dec¨ªa el magnate, hab¨ªa demasiados parecidos entre Come together y la canci¨®n de Chuck Berry You can¡¯t catch me. Lennon reconoci¨® el plagio y acab¨® llegando a un acuerdo extrajudicial con Levy: prometi¨® pagarle grabando otras canciones de su propiedad, cosa que cumpli¨® con su disco en solitario Rock¡¯n¡¯Roll (1975). Lo m¨¢s curioso del caso es que una de las canciones elegidas fue, precisamente, You can¡¯t catch me, de Chuck Berry.
Mientras la productora de Berry lo demand¨® por plagiar la canci¨®n entera, Lennon se defendi¨® diciendo esto: "S¨ª, era yo componiendo oscuramente sobre un viejo tema de Chuck Berry. A pesar de que no es para nada como la canci¨®n de Chuck Berry, me llevaron a juicio porque lo admit¨ª una vez hace a?os. Dej¨¦ una l¨ªnea de la letra igual, que podr¨ªa haber cambiado por otra. La canci¨®n sigue siendo m¨ªa, independientemente de Chuck Berry o de cualquier otra persona en el mundo".
16. H¨¦roes del Silencio: que me devuelvan el dinero. 42 euros, de 2007, costaba la entrada del concierto sevillano de los H¨¦roes del Silencio en el estadio ol¨ªmpico de La Cartuja; una cita enmarcada en la gira de despedida que llev¨® al grupo por diferentes capitales espa?olas y americanas. El de Sevilla era uno de los tres conciertos que dieron en Espa?a, por eso mucha gente peregrin¨® desde sus localidades para verlos, gast¨¢ndose un buen pu?ado de euros en viaje, alojamiento y entrada.
El estadio estaba abarrotado y, al ser un recinto tan grande, los que no estaban muy cerca creyeron que todo iba bien, pero los asistentes de las primeras filas vieron con horror c¨®mo su grupo favorito perpetraba un playback de ag¨¢rrate y no te menees: Bunbury no atinaba a mover la boca cuando sonaba su voz enlatada, y por los altavoces sonaban arm¨®nicas y otros instrumentos que brillaban por su ausencia en el escenario. Indignados, muchos asistentes escribieron cr¨ªticas en Internet y reclamaron a la promotora del concierto unas indemnizaciones que nunca llegaron a pagarse.
17. Modern Talking: esa canci¨®n que tanto bailaste esconde un timo. Geronimo¡¯s cadillac, Brother Louie, Chery chery lady¡ Los ¨¦xitos de este d¨²o alem¨¢n marcaron la banda sonora de los ochenta. Y sus integrantes, Thomas Anders y Dieter Bohlen, se forraron, vendiendo 120 millones de discos.
Pero en el a?o 2001, cuando Anders y Bohlen ya estaban m¨¢s que jubilados, se descubri¨® que no eran ellos quienes cantaban los pegajosos falsetes de sus canciones. Es m¨¢s, el rubio del d¨²o no hab¨ªa entonado ni una palabra, y el moreno solo algunas partes. Los verdaderos int¨¦rpretes de sus coreados estribillos eran tres cantantes profesionales, llamados Rolf K?hler, Detlef Wiedeke y Michael Schol, que se mantuvieron en la sombra mientras los figurantes se llevaban la fama y la fortuna. Cuando se descubri¨® el pastel, los aut¨¦nticos vocalistas intentaron en vano emprender una carrera como tr¨ªo, bajo el nombre de Systems in Blue, pero se estrellaron en el intento.
18. Credence Clearwater Revival: esquilmando al maestro. Aunque son muchos los que han bebido del jugoso cancionero de Little Richard, uno de los padres fundadores del rock¡¯n¡¯roll, el caso m¨¢s criminal es el de Travelin¡¯ band, del grupo Creedence Clearwater Revival. El tema fue (ejem) compuesto por el l¨ªder del grupo, el cantante y guitarrista John Fogerty en 1970, arras¨® en medio mundo y fue versioneado por Elton John, Def Leppard o Jerry Lee Lewis.
Pero en 1972, la compa?¨ªa que pose¨ªa los derechos de autor de Little Richard denunci¨® a Fogerty por considerar que Travelin¡¯ band era demasiado parecida al tema Good Golly, Miss Molly. El incidente se resolvi¨® fuera de los tribunales, ya que Fogerty reconoci¨® que hab¨ªa sido un ¡°plagio incidental¡±, es decir, que lo hab¨ªa hecho sin querer. Suena a excusa barata, pero cre¨ªble si tenemos en cuenta que, en una ocasi¨®n, Fogerty lleg¨® a plagiarse a s¨ª mismo: en su d¨ªa fue demandado por la compa?¨ªa propietaria de la canci¨®n Run through the jungle, que era suya, por considerar que se parec¨ªa demasiado a The old man down the road, que tambi¨¦n era suya. Incre¨ªble.
'Traveling' band' es muy parecida a 'Good Golly, Miss Molly'. Como 'I'm down', de los Beatles, a 'Tutti frutti'. Little Richard esquilmado por partida doble:
19. Katy Perry: la flautista mentirosa. En un concierto de 2011 celebrado en Manchester, Katy Perry se las quiso dar de flautista y le sali¨® el silbido por la culata, protagonizando uno de los playback fails m¨¢s bochornosos de la historia del pop reciente.
Un operario le trajo una flauta en una bandeja y ella se puso a tocarla mientras le sujetaban el micr¨®fono. Pero la cantante se quit¨® la flauta de la boca bastante antes de que dejara de sonar y se gir¨®. Tras un fuerte abucheo del p¨²blico, torci¨® el gesto y grit¨®: "?Vale, no s¨¦ tocar la flauta!". Para colmo, alguien subi¨® el v¨ªdeo a YouTube y Katy hizo el rid¨ªculo a nivel planetario.
20. Oasis: los 'fusilamientos' de Manchester. El productor de los Beatles, el recientemente fallecido George Martin, lleg¨® a decir que Noel Gallagher, cantante y guitarrista de Oasis, es ¡°el compositor m¨¢s fino de su generaci¨®n¡±. Y tal vez tendr¨ªa raz¨®n¡ si algunos de sus ¨¦xitos fueran suyos. Entre otros artistas, Noel se ha inspirado demasiado en Stevie Wonder, Monthy Python, Gary Glitter, Serge Gainsbourg, Pink Floyd, The Doors y hasta Johann Sebastian Bach.
Pero el caso m¨¢s flagrante es el del tema Cigarrette and alcohol, donde fusil¨® acordes y ritmos del celeb¨¦rrimo Get it on, de T. Rex; por supuesto, tuvo que pagar con creces los derechos de autor.
Tambi¨¦n la marca Coca-Cola lo denunci¨®, por plagiar la m¨²sica de un anuncio de los a?os setenta (I¡¯d like to teach the world to sing) en su canci¨®n Shakermaker. Tras indemnizar a la marca de refrescos, Gallagher declar¨® con recochineo que ¡°a partir de ahora solo beber¨¦ Pepsi¡±.
Los Gallagher llegan demasiado lejos idolatrando a sus influencias:
(Art¨ªculo actualizado en enero de 2018).
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