Por qu¨¦ los ¨²ltimos 50 a?os son clave para los pr¨®ximos 15
Hoy sabemos que no basta crecer: si no es sostenible, no es desarrollo
Del medio siglo que celebra el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) este a?o, he vivido la mitad de ellos en distintos roles en la organizaci¨®n.
Nuestra historia empez¨® enfoc¨¢ndonos en la pobreza del mundo, en los pa¨ªses y en las personas m¨¢s necesitadas, en el fin de la era colonial y el surgimiento de nuevos pa¨ªses independientes que trazaban sus propios caminos hacia la prosperidad.
En Am¨¦rica Latina y el Caribe hemos apoyado a muchos pa¨ªses en su transici¨®n hacia la democracia, en diversas comisiones nacionales de verdad y justicia y en el fortalecimiento de las capacidades institucionales. Nuestra alianza con los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado tambi¨¦n ha sido clave para pol¨ªticas p¨²blicas innovadoras que han ayudado a mejorar la vida de mujeres y hombres, tambi¨¦n con la creaci¨®n de empleos.
Este a?o, en particular, es significativo para nuestra regi¨®n. Hace m¨¢s de 50 a?os comenz¨® el conflicto armado interno de Colombia; ahora est¨¢ a punto de llegar a su fin. Los recientes pasos hacia la normalizaci¨®n de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, despu¨¦s de m¨¢s de medio siglo, son tambi¨¦n de importancia hist¨®rica, no s¨®lo para estos pa¨ªses, sino tambi¨¦n a toda la regi¨®n.
A lo largo de las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas el concepto de desarrollo ha cambiado.
Se ha transformado el qu¨¦. Hoy sabemos que no basta crecer: las ganancias tienen que ser en lo social, lo econ¨®mico y lo ambiental ¡ªsin dejar a nadie atr¨¢s¡ª. Si no es sostenible, no es desarrollo.
Ha cambiado en el c¨®mo. Ya no hablamos de ayuda al desarrollo, sino de asociaci¨®n para el desarrollo
Tambi¨¦n ha cambiado en el c¨®mo. Ya no hablamos de ayuda al desarrollo, sino de asociaci¨®n para el desarrollo. Del concepto tradicional de ayuda Norte-Sur se ha abierto el espacio esencial para la cooperaci¨®n Sur-Sur.
En Am¨¦rica Latina y el Caribe, los ¨²ltimos 15 a?os coinciden con la agenda de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), tallada para pa¨ªses en desarrollo. Nuestra regi¨®n, principalmente compuesta por pa¨ªses de renta media, cumpli¨® esta agenda en su gran parte. Creci¨®, redujo la pobreza en m¨¢s de 90 millones de personas y registr¨® enorme progreso, especialmente en educaci¨®n y salud, con grandes inversiones e innovaciones en pol¨ªtica social. Fue la ¨²nica regi¨®n que redujo la desigualdad de ingreso en la ultima d¨¦cada. En estos a?os tambi¨¦n se ha consolidado el intercambio de informaci¨®n y experiencias exitosas dentro de la regi¨®n y m¨¢s all¨¢ de ella.
Ahora, la resiliencia tiene que ser un eje central de nuestro trabajo. Pese a los avances, calculamos que m¨¢s de 220 millones de personas, un tercio de la poblaci¨®n de la regi¨®n, viven en un limbo: no son clasificadas como pobres (viviendo con menos de cuatro d¨®lares al d¨ªa) pero tampoco han logrado llegar a la clase media (con mas de 10 d¨®lares diarios). Son los vulnerables de nuestra regi¨®n. En el caso de un shock externo, sea financiero, un desastre natural, una enfermedad grave en la familia, corren el serio riesgo de caer en la pobreza. Carecen de un colch¨®n para mantenerse en tiempos de crisis, como empleo decente, seguro social y de salud y ciertos activos, como tener casa propia.
Los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que todos los pa¨ªses, del m¨¢s rico al m¨¢s pobre, empiezan a implementar este a?o, tambi¨¦n nos obligan a pensar en pol¨ªticas distintas. Nos alejamos de la idea de que cada ministerio cuida una parte aislada del todo: salud, educaci¨®n, vivienda, alimentaci¨®n o trabajo. Es una oportunidad de repensar el progreso y mirarlo a trav¨¦s de sus m¨²ltiples dimensiones.
M¨¢s de 220 millones de personas de Latinoam¨¦rica viven en un limbo: no son clasificadas como pobres pero tampoco han logrado llegar a la clase media
El bienestar de la gente va m¨¢s all¨¢ del vivir por en cima o por debajo de una l¨ªnea de pobreza. Es mucho mas que ingreso. Por esto nos enfocamos en el Progreso Multidimensional en nuestro pr¨®ximo Informe sobre Desarrollo Humano para Am¨¦rica Latina y el Caribe, que lanzaremos en un par de meses. Ser¨¢ tambi¨¦n una puerta de entrada hacia los ODS, distinta para cada pa¨ªs, de acuerdo con sus especificidades y necesidades.
Caminar hacia la Agenda 2030 significa llegar a los grupos m¨¢s rezagados, como los pueblos ind¨ªgenas, las y los afrodescendientes, las mujeres (especialmente en ¨¢reas rurales rurales) y los j¨®venes. Es hora de enfrentar las exclusiones m¨¢s all¨¢ de lo econ¨®mico para alcanzar las poblaciones que no se han beneficiado del boom de la d¨¦cada pasada y cuya situaci¨®n refleja brechas hist¨®ricas de g¨¦nero, raza y etnia.
Vivimos un momento de grandes desaf¨ªos, pero tambi¨¦n de oportunidades.
Esta nueva agenda de desarrollo sostenible es universal. No basta hablar de reducir la desigualdad en los pa¨ªses en desarrollo. El tema es igualmente importante para pa¨ªses ricos, como tambi¨¦n lo es el cambio clim¨¢tico. Los ODS son 17 retos compartidos.
La regi¨®n de Am¨¦rica Latina y el Caribe ha tenido un rol fundamental en nueva agenda de desarrollo sostenible, tambi¨¦n como resultado de las discusiones en la Conferencia Rio+20, con la importante ampliaci¨®n de la agenda anterior, que ten¨ªa un fuerte componente social, hacia una agenda universal de sostenibilidad, que adem¨¢s enfatiza el cambio clim¨¢tico, el cuidado del medio ambiente y la inversi¨®n en la energ¨ªa sostenible, adem¨¢s de la reducci¨®n de la desigualdad como reto mundial.
La regi¨®n que es una superpotencia en biodiversidad, con m¨¢s del 40% de toda la del planeta, tiene un rol imprescindible, junto al resto del mundo, de repensar el progreso. Busca crecer; pero no a cualquier costo.
Tenemos todos desaf¨ªos urgentes, incluso en el marco de las limitaciones de la econom¨ªa mundial actual. Los ODM se iniciaron en tiempos mejores. Ahora deben aprovecharse todas las fuentes de financiaci¨®n, p¨²blicas y privadas, nacionales e internacionales, por las personas y el planeta. Los ejes econ¨®micos, sociales y ambientales ya no se pueden disociar. Y no podemos dejar nadie atr¨¢s.
Jessica Faieta es subsecretaria general de las Naciones Unidas y Directora del PNUD para Am¨¦rica Latina y el Caribe.
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