Crecer una casa en el bosque

FOTO: Fernando Alda

El pintor paname?o Juan Carlos Marcos quer¨ªa cambiar de vida y trasladarse con su mujer, Anne Marie Champsaur, a vivir al campo. ¡°No quer¨ªan una casa en el bosque, quer¨ªan vivir en el bosque¡±, aclara el arquitecto Patrick Dillon al que le encargaron la vivienda. Dillon describe una renuncia a la vida urbana a favor del ritmo m¨¢s introvertido del campo. ¡°Deseaban vivir con tranquilidad y con los atributos del campo, no trasladar la vida urbana al campo¡±, insiste.

As¨ª que el primer trabajo consisti¨® en acompa?arlos a visitar ese terreno de tierra que hab¨ªan adquirido en el Valle de Ant¨®n, 120 kil¨®metros al oeste de la Ciudad de Panam¨¢. Estuvieron cuatro meses para visitarlo, conocerlo y decidir un dise?o. Durante las primeras visitas caminaron y escucharon. Observaron los ¨¢rboles, las rocas volc¨¢nicas, el agua que surte por todos lados y comenzaron a pensar la casa a partir del lugar. Dillon cuenta que el terreno es representativo de la ecolog¨ªa del ¨¢rea. Tiene un alto nivel fre¨¢tico, ¡°ojos de agua y quebradas, suaves pendientes y abundantes arboles entre medio de enormes rocas volc¨¢nicas esparcidas por doquier¡±. Eso quer¨ªan mantener. Uno no llega a un lugar que le gusta para cambiarlo.

 Sab¨ªan que necesitaban un estudio para el pintor y una gran cocina en torno a la que organizar la vivienda. Pero la primera decisi¨®n consisti¨® en elevar un camino por encima del suelo y del agua, que brota por todas partes para, entre ¨¢rboles y rocas, conducir hasta la casa.

600 metros por encima del nivel del mar, el Valle de Ant¨®n es el ¨²nico pueblo en el mundo ubicado en la caldera de un volc¨¢n extinto llamado El Valle. El terreno es frondoso. Est¨¢ salpicado de pozos termales ¨Clos ojos de los que habla Dillon- y con sus cascadas y sus quebradas conforma un bosque h¨²medo con un alto nivel de biodiversidad: cientos de especies de flora y m¨¢s de 500 especies de aves.

Ese mundo rodea la casa. Como su organizaci¨®n, y su composici¨®n, est¨¢n basadas en el movimiento constante la vivienda no se puede nunca ver entera, como un objeto en el paisaje. Solo es posible una lectura parcial del conjunto. Eso hace que la experiencia de esta vivienda se viva entrando en su interior y no mirando su fachada. 

Constructivamente, su forma org¨¢nica -resultado del camino sinuoso que se recorre para llegar a ella- est¨¢ levantada con una estructura portante de acero. La losa flotante del pavimento est¨¢ formada por hormig¨®n y paneles de sixalosa, una plancha met¨¢lica de secci¨®n ondulada. Las fachadas est¨¢n revestidas de paneles modulares M2 repellados y vidrio y en la cubierta conviven cielos rasos de gypsum (roca de yeso pulverizada) y de l¨¢minas galvanizadas. En nueve meses se levant¨® la vivienda.

Dillon dice que la colecci¨®n de esculturas y pinturas del artista expuestas alrededor de la casa dialogan con los ¨¢rboles, las rocas volc¨¢nicas y los ojos de agua del jard¨ªn sin imponerse pero influy¨¦ndose mutuamente.

Precio por metro cuadrado seg¨²n arquitecto: 504,3 euros.