Derecho a la espa?ola

La pasi¨®n de los espa?oles no es el f¨²tbol, los toros, el juego, el sexo o la bebida, sino el derecho administrativo. En cualquier junta de vecinos alguien enarbola los estatutos extrayendo de un ignoto art¨ªculo insospechados significados; al instante, varios se enfrascan en un debate en el que el derecho y la gram¨¢tica salen abollados. En estos d¨ªas, el pol¨ªtico que no traiga una segunda Transici¨®n o una reforma constitucional que solucione todos los problemas no es nadie. Los partidos han planteado propuestas importantes en estas semanas, pero muchas parecen derivar de una chusca escuela espa?ola de Derecho Constitucional.

Una muestra de esta escuela es la Gaceta de Madrid de 16 de septiembre de 1923. Mediante real decreto del Ministerio de Gracia y Justicia, el rey Alfonso XIII vino a nombrar presidente del Gobierno al teniente general Primo de Rivera. En el siguiente real decreto, con un rasgo de sinceridad: "honrado por V.M. con el encargo de formar gobierno¡­ que yo mismo he contribuido a provocar", Primo de Rivera se nombr¨® presidente del Directorio Militar y suprimi¨® casi todos los ministerios; en el siguiente design¨® a los integrantes del Directorio y en el siguiente acept¨® la "dimisi¨®n" del presidente del Gobierno y los ministros en ejercicio.

En el juicio sobre el 23-F, Tejero justific¨® su irrupci¨®n en el Congreso afirmando que cre¨ªa que era un encargo del Rey y que si el Rey puede disolver las Cortes, tambi¨¦n pod¨ªa enviar la Guardia Civil para disolverlas. Al d¨ªa siguiente, Mart¨ªn Prieto escribi¨® una de sus m¨¢s memorables cr¨®nicas.

Otro ejemplo: la reforma del art¨ªculo 8.4 de la Ley Org¨¢nica de Refer¨¦ndum en 1981 para que Andaluc¨ªa accediera a la autonom¨ªa por el art¨ªculo 151 (de la Constituci¨®n), revocando el requisito de que fuera necesaria la aprobaci¨®n de la mayor¨ªa del censo electoral en todas las provincias. Si no se hubiera cambiado esta ley, y se hubiera buscado otro procedimiento, no se habr¨ªan aprobado "iniciativas" por exiguos porcentajes de votos favorables.

?No ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil copiar a otros pa¨ªses con m¨¢s tablas que nosotros?

Algunas cosas le¨ªdas estos d¨ªas hacen suponer que esta escuela chusca y chapucera inspira a quienes ocupan el escenario pol¨ªtico tras las elecciones.

Podemos, en su documento Un pa¨ªs para la gente, de 15 de febrero, propone que si el PP no se suma a las ideas de reforma constitucional del Gobierno del Cambio (naturalmente, esto ser¨ªa antidemocr¨¢tico, ya que el PP "se apropia del candado constitucional" con sus esca?os) se podr¨ªa "activar la v¨ªa popular sobre la base del art. 1 (soberan¨ªa del pueblo espa?ol), del art. 23 (derecho de la ciudadan¨ªa a participar en los asuntos p¨²blicos) o del art. 92 (refer¨¦ndum consultivo)¡­ que permiten convocar un refer¨¦ndum para iniciar el proceso, de modo que la ciudadan¨ªa se pueda pronunciar directamente¡­ a trav¨¦s de una pregunta clara y concisa acordada entre las formaciones partidarias de abrir un proceso democr¨¢tico¡­" (p¨¢gina 23). En suma, violentar todos los procedimientos previstos para reformar la Constituci¨®n, con el loable prop¨®sito de llegar a "una Constituci¨®n orientada a resolver los problemas de la gente" (p¨¢gina 21) porque esta no lo es. Lo m¨¢s chirriante es lo de sintetizar en una pregunta la extenuante cantidad de reformas constitucionales que Podemos perge?a, pero no aclara.

El Acuerdo sobre un Gobierno Reformista y de Progreso, del PSOE y Ciudadanos, afirma que "la valoraci¨®n ciudadana sobre algunas instituciones se ha deteriorado en los ¨²ltimos tiempos" (p¨¢gina 47), las peor valoradas son los partidos (y los sindicatos), pero no hay ninguna propuesta para reformarlos. Propone un barroco procedimiento para elegir a los miembros de los ¨®rganos constitucionales y reguladores mediante la "convocatoria p¨²blica de las vacantes a cubrir; evaluaci¨®n de la competencia e idoneidad de los candidatos por un comit¨¦ asesor de composici¨®n profesional (?qu¨¦ significa eso realmente?) variable, cuyos miembros sean designados¡­ por insaculaci¨®n entre los propuestos por los grupos parlamentarios¡­ informes de evaluaci¨®n, sesiones de audiencia en las correspondientes comisiones del Congreso y del Senado, aprobaci¨®n por la mayor¨ªa que proceda por la o las C¨¢maras competentes" (el texto es a¨²n m¨¢s engorroso con las salvedades).

O sea: para llegar a que las C¨¢maras los elijan como ahora se introducir¨ªa un tortuoso (y caro) procedimiento, pero la negociaci¨®n por lotes al final seguir¨ªa. ?No ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil copiar a otros pa¨ªses con m¨¢s tablas que nosotros? Por ejemplo, elegir a los magistrados del Tribunal Constitucional como el Supremo de Estados Unidos: propuesta del candidato por el presidente del Gobierno y aprobaci¨®n por mayor¨ªa de dos tercios del Congreso y/o del Senado, lo que obliga a buscar buenos candidatos, pero la clave reside en que los elegidos sean vitalicios, o hasta los 80 a?os. Eso har¨ªa que sus elecciones sean individualizadas, no por bloques, impidiendo repartos por lotes, y garantizar¨ªa la independencia de los magistrados. ?No ser¨ªa mejor restablecer un sistema de carrera y m¨¦ritos para los jueces que regule su acceso a los ¨®rganos judiciales superiores en vez de dejarlo a la discrecionalidad del CGPJ o las propuestas de las asambleas auton¨®micas para magistrados de los tribunales auton¨®micos? Hay varias ideas contraproducentes, por ingenuas o resabiadas, contra la corrupci¨®n.

Lo mejor es que los pol¨ªticos vuelvan en junio, esto no ha empezado bien

Catalu?a es una fuente inagotable de innovaciones. All¨ª, quienes no tienen mayor¨ªa para reformar el Estatuto por dos tercios del Parlament, pretenden aprobar la independencia por mayor¨ªa. Se adjetiva unas elecciones plebiscitarias (?qu¨¦ es eso?) o se quiere validar una "consulta" sin censo. En el derecho internacional, Catalu?a permanecer¨ªa en la OTAN, pero sin Fuerzas Armadas, a gastos pagados. Pudiera ser que en la "desconexi¨®n amable" anide que lo que quede de Espa?a ampare la defensa de Catalu?a, o que las pensiones que se cobran en Catalu?a se conviertan en derechos personales intransferibles, en vez de sociales y nacionales; o sea, que la Seguridad Social espa?ola siga pagando las pensiones de los residentes en Catalu?a ¡ªaunque se declarasen no espa?oles¡ª. El Bar?a seguir¨ªa jugando las ligas espa?olas porque son asociaciones ¡°privadas¡±. Todo as¨ª.

La ¨²ltima, por ahora, es del Gobierno. Seg¨²n su interpretaci¨®n, el Congreso "no puede someter al Gobierno en funciones a iniciativas de control en la medida en que no existe relaci¨®n de confianza entre un Gobierno en funciones y el Congreso"; se desprende que el presidente no debe informar al Congreso de las decisiones y de su posici¨®n en el Consejo Europeo de la UE, etc¨¦tera. El Congreso interpreta la situaci¨®n de forma opuesta: "en la medida en que el Gobierno en funciones conserva ciertas competencias¡­ la Mesa (del Congreso) podr¨ªa admitir¡­ la tramitaci¨®n de iniciativas de control". Esto parece razonable. La idea de un Gobierno en funciones sin control parlamentario es estrafalaria; justificarla en que no existe relaci¨®n de confianza asombra, precisamente por eso, pensar¨ªa cualquiera. El fondo es que Rajoy no quiere debatir en esa c¨¢mara, y en el PP ya nadie se atreve a decirle que se equivoca.

Ha llegado una generaci¨®n de pol¨ªticos, en la que se juntan diletantes y resabiados que manipulan sin pudor normas y procedimientos, que parece pensar que la Constituci¨®n y las leyes son de plastilina y se interpretan a conveniencia, se hacen trampas para escapar a su control o se retuerce su significado. Que esto pase en una junta de vecinos es una pesadez, pero un pa¨ªs no puede funcionar as¨ª. En tres meses, las nuevas Cortes est¨¢n mostrando unos conocimientos jur¨ªdico-pol¨ªticos y un respeto a las normas que no pasan del nivel de vecinos que buscan tres pies al gato. Lo peor es la inutilidad de todo esto. Malos tiempos aguardan si el PP (retorciendo los significados), el PSOE y Ciudadanos (trampeando en el solitario), Podemos y los nacionalistas catalanes (con ideas caudillistas de la soberan¨ªa) pretenden gobernar con interpretaciones del derecho delirantes o lampedusianas. El pa¨ªs merece seriedad y respeto a sus reglas del juego, tal vez, mejores pol¨ªticos. Lo mejor es que vuelvan en junio, esto no ha empezado bien. Y lo que mal empieza ¡­

Jos¨¦ Antonio G¨®mez Y¨¢?ez es profesor de Sociolog¨ªa Pol¨ªtica. Universidad Carlos III.