Christina Rosenvinge nos revela las mil y una posibilidades de un poncho

Christina Rosenvinge parece muy relajada. Luce pintau?as verde, mientras lamenta que la mano derecha nunca le queda tan bien como la izquierda. Transmite comodidad enfundada en el poncho que ha escogido como su prenda preferida. ¡°Creo que fue en el 93 cuando viaj¨¦ por primera vez a Chile y a Per¨². Entonces descubr¨ª el poncho, del que ya nunca me he separado. Este es uno de mi extensa colecci¨®n. Siempre llevo un poncho en la maleta porque sirve para muchas situaciones: si vas en un avi¨®n, lo usas como manta para dormir; si est¨¢s en un camerino, puedes cambiarte con privacidad, aunque haya gente delante; si das un paseo por el campo y quieres ba?arte en el r¨ªo, tienes el poncho para secarte¡±. Resumiendo: estamos ante la navaja suiza de cualquier ropero. ¡°Tambi¨¦n puede utilizarse como almohada o para hacer ejercicio en el suelo sin mancharte. La primera vez que te lo pones descubres que es una de esas cosas sencillas y perfectas¡±, explica.

Ya que hablamos de ropa, le recuerdo su reciente canci¨®n La tejedora. ¡°Est¨¢ inspirada en una escultura de Louise Bourgeois. Tiene forma de ara?a y est¨¢ delante del Guggenheim Bilbao. La artista est¨¢ haciendo una analog¨ªa entre las madres y las ara?as, en el sentido de que ambas tejen una tela protectora que puede resultar asfixiante. Se puede hacer extensivo a cualquier relaci¨®n de afecto que suponga alguna renuncia. Es una canci¨®n que surgi¨® en uno de esos viajes por Am¨¦rica Latina. Estaba en Huach¨²a, una zona de Per¨², y ten¨ªa en la cabeza una letra con aire de m¨²sica tradicional espa?ola. Podr¨ªa haber funcionado perfectamente dentro de alg¨²n palo flamenco. Cuando hice la m¨²sica, me met¨ª mucho en el viaje, por eso me sali¨® el chillido en el estribillo, que es influencia de unas danzas folcl¨®ricas de all¨ª, que hab¨ªa visto la noche anterior en un teatro. Era un baile muy sencillo, que inclu¨ªa estos gritos hist¨¦ricos, que a m¨ª me recordaban mucho a Yoko Ono¡±. Precisamente la mezcla de tradici¨®n y vanguardia es la que ha enamorado en la cr¨ªtica musical especializada, que ha incluido Lo nuestro en numerosas listas de lo mejor del pasado a?o.

Venga, vamos con la pregunta comprometida. Rosenvige aprecia la naturaleza y es usuaria habitual de bicicleta. ?Le supuso alg¨²n quebradero de cabeza participar en el anuncio de una marca de autom¨®viles? ¡°No soy anticoche, tengo uno, pero a diario me muevo en bici y transporte p¨²blico porque es mejor en todos los sentidos. La cuesti¨®n es hacer uso limitado y racional del coche y poco a poco transformar las ciudades para que sean m¨¢s limpias. Cuando me ofrecieron ese anuncio, ten¨ªa mis dudas sobre si hacerlo era coherente. Incluso, antes de aceptar, consult¨¦ a mi gur¨² bicicletero, representante de Pedalibre. Al final hice solo una parte de la campa?a¡±, precisa. ¡°Acepto solo algunas de las cosas que me proponen y escojo con mucho cuidado. Para m¨ª, hacer publicidad es una manera de financiar proyectos musicales que si no ser¨ªan inviables. Ser¨ªa mejor que la m¨²sica en general pudiera funcionar sin patrocinadores, pero ahora mismo es dif¨ªcil, hasta que no se encuentre un sistema sostenible hay que buscar recursos externos¡±.

Otra de las novedades del disco es Alguien tendr¨¢ la culpa, la canci¨®n m¨¢s expl¨ªcitamente pol¨ªtica que ha compuesto en su carrera. ¡°Es una canci¨®n protesta no acusatoria, que me incluye de alguna manera en el problema. Creo que es ingenuo hablar del sistema como si uno no fuera parte de ¨¦l¡±. Rosenvinge destaca tambi¨¦n por un discurso feminista cordial, que asume que parte del g¨¦nero masculino tambi¨¦n sufren en cierto grado los estereotipos dominantes. ¡°El cors¨¦ de los hombres tambi¨¦n aprieta lo suyo, pero no digo esto como cr¨ªtica al feminismo actual. Creo que las feministas defienden tambi¨¦n a los hombres que no se identifican como "machos". La lucha de sexos est¨¢ muy superada. El transfeminismo plantea dejar de dividir a las personas en categor¨ªas seg¨²n su sexo y su preferencia sexual, afrontar la desigualdad sexual como parte de las otras desigualdades. Posiblemente el futuro va por ah¨ª¡±, apunta.