?Por qu¨¦ nos gusta la mala m¨²sica?
Entrevistamos al autor de 'M¨²sica de Mierda', un ensayo sobre prejuicios en torno a los gustos musicales protagonizado por C¨¦line Dion y con ep¨ªlogo de Manolo Mart¨ªnez de Astrud
Let¡¯s talk about love es un disco de C¨¦line Dion que seguramente te parezca una mierda. Let¡¯s talk about love es un libro de Carl Wilson que en Espa?a se llama M¨²sica de Mierda. M¨²sica de Mierda es un libro sobre por qu¨¦ llamar mierda a la m¨²sica de C¨¦line Dion -o a la de cualquier otro artista-, es un cheque regalo para crearte una fachada y establecer relaciones sociales a trav¨¦s de la fobia. Charlamos con Carl Wilson sobre gusto y sobre C¨¦line, s¨ª, pero tambi¨¦n sobre Justin Bieber, Future Islands o Astrud.
?Por qu¨¦ elegiste a C¨¦line Dion para hacer un ensayo sobre el gusto musical? ?Barajabas m¨¢s opciones?
Sinceramente, no ten¨ªa ning¨²n plan B. La idea de escribir sobre algo como el gusto musical y la de escribir sobre C¨¦line me asaltaron a la vez. Desde que se public¨® M¨²sica de Mierda yo tambi¨¦n me he preguntado si podr¨ªa haber encontrado alternativas para analizar. Pens¨¦, por ejemplo, que podr¨ªa haber centrado mi an¨¢lisis en le estrella adolescente Rebbeca Black y su videoclip Friday, que se hizo viral, pero habr¨ªa sido un libro muy diferente a M¨²sica de Mierda.
Me pareci¨® muy curioso un detalle que se?alas en el libro: C¨¦line no acab¨® de cuajar en Alemania. ?Crees que tiene que ver con el clich¨¦ de que el alem¨¢n es la peor lengua para ponerse, ya sabes, rom¨¢ntico?
S¨®lo hablo ingl¨¦s, por lo que no s¨¦ si soy el m¨¢s adecuado para responder a tu pregunta. Puedo decirte que me encanta la poes¨ªa y la narrativa alemana y, aunque s¨®lo la he consumido traducida, considero que los alemanes s¨ª tienen dotes para el lirismo. Puestos a especular, supongo que el hecho de que C¨¦line no haya sido masiva en Alemania -y s¨ª en otros pa¨ªses europeos- tiene que ver con que su m¨²sica entronca mejor con la de los territorios mediterr¨¢neos, al menos en las formas. Es decir: creo que este hecho sucede m¨¢s por una cuesti¨®n de gusto que por rasgos ling¨¹¨ªsticos inherentes.
?Te gustan Future Islands? A m¨ª mucho, y creo que se podr¨ªan considerar la versi¨®n hipster de C¨¦line Dion, porque son igual de intensos y melodram¨¢ticos. ?Compartes esta visi¨®n? ?Crees que su m¨²sica est¨¢ relacionada?
Por supuesto, soy muy fan de Future Islands. El ¨¦xito de un grupo as¨ª, con su cantante enfrent¨¢ndose a los directos de la misma forma teatral que utiliza C¨¦line, es se?al de que nuestra idea de lo cool ha cambiado sustancialmente; por lo menos, en algunas escenas musicales. Creo que hay un revival de lo emocional en los grupos indies influenciados por el postpunk, como es el caso. Es un cambio de actitud muy notorio y que no ve¨ªas a?os atr¨¢s.
Tu libro se public¨® originalmente en 2007 y ahora, en 2016, podemos encontrar a modernos que se enorgullecen de ser fans de Justin Bieber. ?Crees que el gusto del p¨²blico ha cambiado de un tiempo a esta parte? ?Somos m¨¢s aperturistas?
Pero es que ese inter¨¦s por Justin Bieber empez¨® justamente el a?o pasado, y ni fue tan fortuito, ni respond¨ªa a una apertura de miras: ocurri¨® despu¨¦s de que colaborase con productores musicales clave. En reglas generales, sin embargo, s¨ª que creo que estamos empezando a experimentar cambios en ese sentido. En el libro pongo sobre la mesa estudios que aseguran que la sofisticaci¨®n del gusto consiste en no hacer distinciones entre alta y baja cultura, pero lo realmente pernicioso es que seguimos juzgando entre si la decisi¨®n que te ha llevado a escuchar una manifestaci¨®n cultural en concreto es o no es guay.
?Crees que la cultura de Internet ha ayudado a acelerar ese proceso que mencionas?
Absolutamente. Los j¨®venes pueden pasar de escuchar un tema musical a otro completamente distinto con un solo click. Eso, para empezar, lo que hace es que sus gustos se est¨¦n formando en base a unas reglas completamente diferentes, en comparaci¨®n, a las de cualquier subcultura juvenil de la ¨¦poca anal¨®gica. Lo que nos tenemos que preguntar es si est¨¢n utilizando socialmente sus gustos de una forma que no sea antag¨®nica, o lo que es lo mismo: sin preocuparse en distinguirse, como si hace nuestra generaci¨®n, de las personas que consumen productos que les son ajenos o que consideran menores. Me gustar¨ªa pensar que s¨ª, pero todav¨ªa no he encontrado ninguna investigaci¨®n que respalde esta teor¨ªa.
?En qu¨¦ medida la distribuci¨®n digital ha propiciado este cambio de paradigma?
En la medida en que, contra lo que se cre¨ªa en un primer momento, no ha hecho m¨¢s que afianzar el reinado de la m¨²sica mainstream. Nadie fue capaz de pronosticar que el impacto iba a ser ¨¦se, y ahora nos encontramos en una era donde el pop es el g¨¦nero dominante. Las cifras de venta, as¨ª como el argumentario de los cr¨ªticos de mi generaci¨®n, yo incluido, hemos hecho que la radiof¨®rmula sea, comparada con la consideraci¨®n que ten¨ªamos de ella a?os atr¨¢s, m¨¢s guay que nunca. Hasta los grupos indies hacen concesiones al pop. Este aumento de consenso, de ¨¦xito al servicio del ¨¦xito, no es positivo. No lo es, al menos, para alguien que valore la diversidad, ya sea social o musical. La clase media se ha dejado ganar la batalla cultural, por un lado, y por el otro, en paralelo, ha permitido que disminuya su nivel socioecon¨®mico.
Otro cambio significativo desde la primera edici¨®n del libro hasta nuestros d¨ªas ha sido el inter¨¦s de medios como Vice o Pitchfork por artistas de primera l¨ªnea. ?Crees que esto ha beneficiado m¨¢s a la m¨²sica mainstream o a los medios de tendencias?
Estas plataformas s¨®lo valoran discos mainstream muy concretos. Taylor Swift, por poner un ejemplo, jam¨¢s ha sido rese?ada en Pitchfork. Tengo un compa?ero en Slate, Forrest Wickman, que puso atenci¨®n sobre el hecho de que Pitchfork s¨®lo se interesaba por la radiof¨®rmula dirigida a un p¨²blico masculino, mientras tend¨ªan a marginar el pop consumido mayoritariamente por mujeres. Sea como sea: lo que ocurre es que, hoy por hoy, Vice y Pitchfork no pueden permitirse el lujo de ignorar a ciertos artistas sin quedar tocadas de muerte. Pueden tratar a estos artistas con m¨¢s iron¨ªa y sarcasmo que otros medios, s¨ª, pero tienen que darles cobertura.
?Crees que responde m¨¢s, entonces, a crear tr¨¢fico en las webs a cualquier precio?
Eso es indudable, como tambi¨¦n lo es que a las grandes estrellas les importa bien poco aparecer o no en estas webs. La mayor¨ªa est¨¢n m¨¢s preocupados por acaparar las portadas de los medios generalistas. Si en alg¨²n punto est¨¢n pendientes de tener presencia en medios hipsters, es m¨¢s por satisfacer su ego que por cualquier otra cosa. Cuando a C¨¦line le preguntaron por los chascarrillos que su m¨²sica generaba en la prensa especializada, ella contest¨®: ¡°El p¨²blico es mi respuesta¡±. Como respuesta, es imponente; e ilustra bastante bien lo que estamos hablando.
Cuando a C¨¦line le preguntaron por los chascarrillos sobre su m¨²sica en la prensa especializada, contest¨®: ¡°El p¨²blico es mi respuesta¡±
?Cu¨¢l fue tu reacci¨®n cuando supiste que tu libro, que en realidad se llama Let¡¯s talk about love, se iba a llamar M¨²sica de Mierda en Espa?a?
Me mor¨ªa de la risa. Los editores me aseguraron que ser¨ªa un buen gancho para el p¨²blico espa?ol, por lo que no pude m¨¢s que aceptar. Tambi¨¦n te digo que me inquieta un poco el hecho de que un t¨ªtulo as¨ª sea el mejor para atraer a los lectores espa?oles. Supongo que sabr¨¢n entender que se trata de un t¨ªtulo sarc¨¢stico, ?no? M¨²sica de Mierda habla de por qu¨¦ hay gente que tacha de mierdosos a ciertos cantantes y sobre lo nociva que puede ser esta manera de pensar. Aqu¨ª todos hemos dicho que ¨¦ste o aqu¨¦l grupo son una mierda, pero es importante recalcar que, iron¨ªas al margen, el libro no trata a ning¨²n grupo o a ning¨²n estilo como si fuesen una mierda. Todo lo contrario.
?Crees que el t¨ªtulo puede hacer que los fans de C¨¦line sean reacios a leerlo?
Es una espina que llevo clavada ya desde la edici¨®n original, Let¡¯s talk about love. Por lo general, mi libro no interesa a los fans de Dion. Aunque creo sinceramente que escribo sobre ella de una forma muy comprensiva y afectuosa. Los fans tienen buenas razones para desconfiar de gente como yo, supongo. S¨¦ que el t¨ªtulo de la edici¨®n en espa?ol no va a ser atractivo para ellos, pero no me queda m¨¢s que suspirar y aceptar que sus sospechas, seguramente con raz¨®n, sean bastante comprensibles.
El ep¨ªlogo de la edici¨®n espa?ola lo firma Manolo Mart¨ªnez, que ten¨ªa un grupo llamado Astrud. Como tu libro aqu¨ª se ha llamado M¨²sica de Mierda, quer¨ªa compartir contigo una de sus canciones m¨¢s famosas, Todo nos parece una mierda, a ver qu¨¦ te parece.
A¨²n no he tenido la oportunidad de leer el ep¨ªlogo de Manolo, pero aprecio mucho que haya prestado su voz a mi proyecto. Sobre su canci¨®n, llam¨¢ndose como se llama, imagino que la letra juega un papel fundamental para valorar el tema en su justa medida, con lo que no puedo hacer un an¨¢lisis muy profundo de la canci¨®n. S¨ª puedo decirte que me gusta mucho su m¨²sica; me parece atractiva y pegadiza.
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