Es hora de que la Uni¨®n Europea pare la guerra contra los refugiados
Por Kevin Watkins (@kwatkinsodi), Director del Overseas Development Institute. La versi¨®n original de esta pieza fue publicada en ingl¨¦s aqu¨ª.
Refugiados sirios en el campo de Idomeni, Grecia. Imagen de Pablo Tosco/Oxfam Interm¨®n.
Se mire por donde se mire, la guerra emprendida por la Uni¨®n Europea contra los traficantes de personas a los que se culpa de la crisis de refugiados ha sido un lamentable fracaso. Se han gastado miles de millones de d¨®lares de los contribuyentes, las redes criminales de traficantes florecen, las cifras de migrantes crecen y a los refugiados vulnerables se les deniega la ayuda. Como si fueran generales de la I Guerra Mundial adictos a estrategias militares pasadas de moda, los l¨ªderes europeos intentar¨¢n esta semana abrir otra l¨ªnea de frente en forma de un acuerdo de partenariado con Turqu¨ªa.
Si el ruido de sables, las concertinas y las flotillas navales pudieran interrumpir el tr¨¢fico de personas asociado a la crisis migratoria, la guerra a los traficantes se habr¨ªa ganado hace mucho. La llegada de 1 mill¨®n de refugiados a Grecia durante 2015 y la tensi¨®n pol¨ªtica sobre el movimiento libre de personas a trav¨¦s de Europa sugieren que se est¨¢ perdiendo.
Y a pesar de ello el acuerdo UE-Turqu¨ªa ofrece m¨¢s de lo mismo. Aunque los detalles todav¨ªa son borrosos, el principio rector es que cualquier refugiado traficado a una isla griega ser¨¢ devuelto a la fuerza a Turqu¨ªa, con otro refugiado aceptado por los pa¨ªses europeos mediante un sistema de cuotas. Mientras tanto a Turqu¨ªa se le ofrecer¨¢n 3 mil millones de euros para ¡®detener el flujo¡¯ de refugiados.
Notablemente ausente del di¨¢logo de la UE sobre los refugiados, el Reino Unido ha defendido una mayor protecci¨®n de las fronteras y m¨¢s m¨²sculo en la respuesta a los traficantes de personas. Para explicar el despliegue de barcos de la Royal Navy en la fuerza de la OTAN enviada recientemente al Egeo para interceptar migrantes, el primer ministro David Cameron declar¨® que la misi¨®n ayudar¨ªa a ¡®romper el modelo de negocio de los traficantes criminales¡¯
Ese resultado es improbable. El ¡®modelo de negocio¡¯ de los traficantes se basa en la intermediaci¨®n para explotar un desequilibrio entre la oferta y la demanda. El n¨²mero de personas en busca de asilo y de otros migrantes que buscan entrar en Europa excede con mucho el n¨²mero de personas a las que se permite entrar: la OTAN no tiene poder para suspender las leyes de la econom¨ªa.
Los migrantes se dirigen a Europa por muchas razones. Algunos, como los 4 millones de refugiados sirios que viven en pa¨ªses vecinos, huyen de la guerra y de la perspectiva de un futuro sin trabajo, seguridad o educaci¨®n para sus hijos. Otros escapan de violaciones de los derechos humanos, o buscando una forma de salir de la pobreza y tener una vida mejor.
El miedo, la esperanza y la aspiraci¨®n juegan su parte en la decisi¨®n de moverse. Pero si hay un tema omnipresente que une las diferentes historias de migrantes es una indiferencia generalizada hacia los riesgos asociados con las fronteras reforzadas, los peligrosos viajes por mar, y las restricciones de los l¨ªderes de la Uni¨®n Europea advirti¨¦ndoles que no viajen.
El foco abrumador sobre el refuerzo de fronteras y patrullaje mar¨ªtimo es finalmente autodestructivo. A medida que la migraci¨®n y el tr¨¢fico de personas se hacen m¨¢s dif¨ªciles ¨Cy m¨¢s criminalizados- los beneficios que se hacen del tr¨¢fico aumentar¨¢n. Una actividad que ahora genera un margen de hasta 6.600 millones de d¨®lares podr¨ªa triplicar su volumen, de acuerdo con Europol.
A medida que los riesgos y recompensas asociados con el tr¨¢fico de personas crezcan, entrar¨¢n en el mercado m¨¢s grupos criminales organizados. La mafia turca, grupos yihadistas en Libia, y redes criminales que vinculan a Europa con el Sahel ya est¨¢n apretando sus garras, erosionando las fronteras ya porosas entre el tr¨¢fico de personas, el tr¨¢fico de drogas, el contrabando de armas y el lavado de dinero.
Los legisladores europeos parecen empe?ados en repetir los errores cometidos en la Guerra contra la droga. Lanzada en 1971 por Richard Nixon, esa Guerra no ha hecho nada por impedir el crecimiento de los mercados de droga il¨ªcita. Pero ha creado extraordinarios beneficios para el crimen organizado, minando Estados enteros, y apoyado el crecimiento de los grandes carteles mexicanos de la droga.
?C¨®mo deber¨ªan responder los l¨ªderes de Europa a la crisis de migrantes? Deber¨ªan empezar por abandonar la l¨®gica de mercado de ganado que subyace al acuerdo propuesto con Turqu¨ªa sobre la gesti¨®n de los refugiados. Autorizar la expulsi¨®n masiva de refugiados de Grecia violar¨ªa no s¨®lo la letra y el esp¨ªritu de la Convenci¨®n de 1951 sobre refugiados, sino tambi¨¦n los valores b¨¢sicos de la propia Uni¨®n Europea.
Cualquier estrategia para una soluci¨®n duradera a la crisis de refugiados tiene que construirse sobre tres pilares. Primero, los l¨ªderes europeos deber¨ªan unir sus capacidades diplom¨¢ticas para asegurar un acuerdo global de reasentamiento para solicitantes de asilo. Todos los pa¨ªses de la UE ¨Cincluyendo las partes recalcitrantes como Espa?a y el Reino Unido- deben recibir su porcentaje correspondiente de refugiados, y EEUU, Canad¨¢ y Australia deber¨ªan hacer lo propio.
En segundo lugar, Europa deber¨ªa invertir en servicios de fronteras equipados para facilitar un tr¨¢nsito seguro y procesar ordenadamente las peticiones de asilo y migraci¨®n. El sistema actual de ¡®prisiones abiertas¡¯ es ¨¦ticamente indefendible e insostenible.
En tercer lugar, la Uni¨®n Europea deber¨ªa tomar el liderazgo para cumplir con el compromiso de 10 mil millones de d¨®lares en ayuda para los refugiados sirios que viven en L¨ªbano, Jordania y Turqu¨ªa. Ese compromiso, que todav¨ªa tiene que honrarse, se tiene que convertir en las escuelas, alojamientos y trabajos que se necesitan para restaurar la esperanza y, potencialmente, reducir las presiones que traen a la gente hacia Europa.
La ¨²nica forma de derrotar al tr¨¢fico de personas es dirigirse de forma simult¨¢nea a los criminales y robar el ox¨ªgeno de sus mercados a trav¨¦s del asentamiento, el tr¨¢nsito seguro, el procesamiento r¨¢pido de las peticiones de asilo, y un sistema m¨¢s generoso de permisos temporales de trabajo.
La Uni¨®n europea ha declarado una guerra fingida a los traficantes de personas mientras hace una guerra real contra los refugiados. Esa guerra est¨¢ produciendo bajas humanas aut¨¦nticas en forma de cuerpos que llegan a las costas de Europa, ni?os que se quedan sin protecci¨®n, y personas vulnerables atrapadas entre las concertinas. Y esto tiene que acabarse ya.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.