Sin lugar en el mundo
'El hombre sin talento' (1985), una de las obras maestra de Yoshiharu Tsuge, se traduce por primera vez al castellano
Buscar la belleza en las piedras tiene un nombre. Tal vez solo pueda tenerlo en japon¨¦s: suiseki. A eso se dedica el antih¨¦roe del manga El hombre sin talento (Gallo Nero), una obra maestra de Yoshiharu Tsuge (Tokio, 1937) escrita en 1985 y traducida finalmente al castellano por Yoko Ogihara y Fernando Cordob¨¦s.
Como sucedi¨® con el suiseki, en Jap¨®n le dieron nombre a muchas de las tradiciones chinas. Sin embargo, no supieron nombrar a quien, como el mangaka Tsuge, se aleja de los valores de la sociedad posindustrial. ¡°No entiendo por qu¨¦ se me ve como un vago. Ganar lo m¨ªnimo para vivir, me basta¡±, declar¨® en una de las escasas entrevistas que ha concedido.
La virtud del aislamiento
Hijo de un cocinero que muri¨® cuando ¨¦l ten¨ªa cinco a?os, Yoshiharu Tsuge tuvo que ganarse pronto la vida. Lleg¨® al manga por un talento, el dibujo, y una debilidad, la fobia que le imped¨ªa rodearse de gente. Conociendo el ¨¦xito y la precariedad, en 1987 dej¨® de dibujar. Su hijo tambi¨¦n se apart¨® del mundo, pero en lugar de perderse como ¨¦l, es un hikikomori (inadaptado aquejado de fobia social) encerrado en su habitaci¨®n.
Que una actitud no quepa en una palabra es revelador. Parece m¨¢s f¨¢cil entender la renuncia total del budismo zen que la ambici¨®n de buscar la profundidad de las cosas mientras uno se gana la vida. Como el protagonista de este c¨®mic autobiogr¨¢fico, Tsuge fue un autor de ¨¦xito que, sin embargo, llev¨® una vida err¨¢tica como anticuario, vendedor de c¨¢maras o costurero en el taller de su padrastro. Incapaz de producir lo que la industria editorial le demandaba como dibujante, se dedic¨® a la lectura de shishosetsus ¨Cg¨¦nero de ficci¨®n que narra la vida de un autor generalmente pobre, enfermo y con problemas familiares¨C porque ese mundo le recordaba al suyo.
El hombre sin talento, su shishosetsu, parece un manual de instrucciones para negocios tan ex¨®ticos como ruinosos. Pero evoca al Jap¨®n tradicional, donde un ermita?o era alguien que rehu¨ªa la vulgaridad. En la desahogada vida de clase media actual son muchos los japoneses que sienten nostalgia de una existencia m¨¢s austera. Tal vez por eso, poco despu¨¦s de dibujar este c¨®mic, Tsuge se retir¨® al campo. All¨ª sigue. Que alguien tan dotado tenga dif¨ªcil cabida en el mundo da que pensar. El hombre sin talento, de Yoshiharu Tsuge, es uno de los personajes con m¨¢s talento retratados por la literatura, por eso transmite con palabras y trazos precisos el drama de dar la espalda a la sociedad de consumo. Ese talento es el que le falta al protagonista trasunto de Tsuge: el de la adaptaci¨®n a una sociedad depredadora.
elpaissemanal@elpais.es
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