Cinco consejos para sobrevivir a los deberes

Cuando vas a tener un beb¨¦, familiares y amigos te avisan de lo mucho que se va a complicar tu vida, del mucho tiempo que el beb¨¦ requerir¨¢ de ti, de las noches sin dormir, los pa?ales, los biberones, los c¨®licos del lactante¡­ Algunos te avisan de que la paternidad o maternidad es una carrera de fondo y que nunca jam¨¢s tu vida ser¨¢ como antes, que ya no vais a ser 2, sino 3 o 4, con todas las consecuencias. Se aventuran a predecir una adolescencia dif¨ªcil, complicada, casi imposible; pero a m¨ª al menos nadie me dijo que lo peor de todo no iba a ser nada de todo eso. Lo que m¨¢s tiempo me ha robado, lo que m¨¢s fines de semana me ha fastidiado, m¨¢s tardes me ha estresado, lo que ha jorobado m¨¢s nuestras vacaciones, y lo que de verdad hace imposible planear un fin de semana fuera con otros amigos con todos los ni?os en una casa rural no son los beb¨¦s; los beb¨¦s son unos santos. Lo que se ha instalado en nuestras vidas y ha hecho que no seamos ya 2, ni 3, ni 4, ni 5 sino cerca de 20 son los deberes. Llegan sigilosamente, se sufren en silencio, y se quedan en tu vida en forma de una pesad¨ªsima mochila que no puedes dejar de cargar mientras tus hijos est¨¢n en edad escolar.

De un tiempo a esta parte, parece que todo el mundo por fin se ha decidido a hablar de los deberes. La campa?a de recogida de firmas por los deberes justos que inici¨¦ en change.orgalcanz¨® las 200.000 adhesiones en un a?o. Tambi¨¦n en marzo de este a?o la OMS aportaba nuevos datos que avalan esta campa?a: un 25% de las ni?as y un 34% de los ni?os espa?oles de 11 a?os aseguran sentirse presionados por los deberes. Pero atenci¨®n, porque el porcentaje aumenta con la edad: un 55% de las ni?as y un 53% de los ni?os a los 13 a?os y un indecente porcentaje del 70% de las chicas frente a un 60% de los chicos a los 15 a?os. Si los deberes desbordan tu vida y tu hijo est¨¢ a¨²n en primaria, puedes hacerlo m¨¢s llevadero con estos 5 consejos para sobrevivir, aunque puede que sean los menos ortodoxos que te hayan dado nunca:

1. No le pidas a tu hijo hacer los deberes en el mismo sitio todos los d¨ªas

Si para tu hijo los deberes son aburridos, estudiar es tedioso, y estar todo el d¨ªa encerrado en el cole es un rollo, no puedes esperar que recluy¨¦ndolo en su habitaci¨®n para hacer sus tareas su motivaci¨®n incremente, haga los deberes m¨¢s r¨¢pido y sea m¨¢s feliz. Hacer los deberes o estudiar a solas siempre en el mismo sitio est¨¢ bien para estudiantes m¨¢s mayores, pero para ni?os de primaria, sobre todo de los primeros cursos, es una crueldad. Despu¨¦s de estar sentados en una silla dura, delante de una mesa, sin poder moverse durante horas, lo que menos le apetece a un ni?o es seguir sentado delante de una mesa, y encima a solas. No tengas remordimientos en dejar a tu hijo hacer los deberes en la terraza, al solecito, o en la cocina, evita eso s¨ª la televisi¨®n, pero no a¨ªsles a tu hijo despu¨¦s del colegio, tras un mont¨®n de horas sin haber visto a sus padres. D¨¦jalo estar contigo mientras cocinas, planchas, lees, o revisas lo que sea en tu ordenador.

2. Ay¨²dale si lo ves bloqueado

No tengas remordimientos en dejar a tu hijo hacer los deberes en la terraza

Las responsabilidades se adquieren poco a poco, no puedes esperar que a los 8 a?os tu hijo sea tan responsable como un adulto. Si los deberes le desbordan, no permitas que se bloquee y esto os suponga llegar a una situaci¨®n conflictiva, desagradable, porque poco le ayudar¨¢ en su aprendizaje. Odiar los deberes no propicia una buena actitud ante la escuela, los ni?os tienen que volver al colegio con ganas cada d¨ªa, si salen cansados y adem¨¢s se estresan con las tareas, no les beneficiamos en nada. No dudes en echarle una mano, en dictarle lo que tenga que copiar, en proporcionarle alguna experiencia valiosa relacionada con sus deberes, e incluso en como hizo el profesor Alfonso Gonz¨¢lez Balanza, en hacerle t¨² algunas cuentas si ya has comprobado que sabe hacerlas. A Alfonso le ha funcionado, su hija pas¨® a la secundaria y sigue sacando buenas notas.

3. No le castigues

Aprender no es sin¨®nimo de castigo, y la palabra educaci¨®n no deber¨ªa ir acompa?ada de la palabra obligatoria, como ocurre en las siglas ESO (Educaci¨®n Secundaria Obligatoria). Aprender es una necesidad innata, un instinto de supervivencia, no lo podemos convertir en un castigo. Pero los deberes tradicionales, a edades tempranas, se asemejan m¨¢s a un castigo que a un placer. Los deberes no deber¨ªan usarse nunca como castigo, ni por parte del docente, ni de los padres. Es m¨¢s, deber¨ªan ser valiosos para el aprendizaje, copiar enunciados o textos enteros del libro usado en clase parece m¨¢s un castigo que un proceso de aprendizaje. Hay tantos castigos relacionados con los deberes que inevitablemente se convierten en algo negativo: se castiga a los ni?os sin jugar despu¨¦s del cole, hasta que no acaben sus deberes; se les castiga sin poder socializarse, sin ir a fiestas de cumplea?os; se les pone m¨¢s deberes como castigo y lo que es peor, se les castiga sin recreo. No castigues a tu hijo con los deberes, ya sea directa o indirectamente. No permitas que los deberes sean un castigo. Reclama su derecho al juego, y su derecho a disfrutar del recreo.

4. Perm¨ªtele saltarse alguna obligaci¨®n

Adem¨¢s de los deberes, los ni?os tienen, con mucha frecuencia, numerosas extraescolares. Sus tardes est¨¢n llenas de obligaciones, y en nuestro af¨¢n porque sean unas personas responsables no les damos tregua. Les exigimos llevar los deberes hechos todos los d¨ªas, ir a todas las extraescolares, ducharse todos los d¨ªas, y al final de la jornada muchos veces llega la hora de cenar e irse a la cama sin que hayan podido disfrutar un ratito de juego libre y no supervisado. Es bueno priorizar y darle a los ni?os un respiro, liberarle de alguna obligaci¨®n. Deber¨ªa ser obligatorio jugar, eso es lo que un ni?o peque?o necesita, lo mejor para su desarrollo, las extraescolares, los deberes y el ba?o son menos prioritarios, d¨¦jale que se los salte alg¨²n d¨ªa, o varios, dale tiempo para jugar.

5. Comun¨ªcate con el maestro de tu hijo

Los deberes no son hemorroides, aunque lo parecen, deja de sufrirlos en silencio y comun¨ªcate con el maestro de tu hijo. Cu¨¦ntale cu¨¢nto complican tu vida los deberes, c¨®mo condicionan tus fines de semana, tus tardes, tus noches, tus vacaciones. Con todo el respeto, explica c¨®mo os sent¨ªs en casa ante esa intromisi¨®n escolar en el templo de vuestro hogar, intenta que comprenda que tu hijo no es un recipiente que llenar de contenidos, ni un robot que se pueda programar todos los d¨ªas para ir al colegio, hacer deberes, cenar y dormir. Seguro que tu infancia y la del profe fueron muy distintas, y no por haber hecho menos deberes os ha ido mal. No te sientas mal por querer darle una infancia feliz a tu hijo.

Eva Bail¨¦n es ingeniera en Telecomunicaciones y autora del blog todoeldiaconectados.com sobre nuevas tecnolog¨ªas para ni?os. Inici¨® la campa?a de Change.org "por unos deberes escolares justos".