Daniel Clowes: "viendo los dibujos de alguien puedes saber c¨®mo fue su infancia"
El autor de 'Ghost world' lleva toda su vida dando voz a los inadaptados. En 'Paciencia', nos cuenta que ya ni pertenecen a nuestro tiempo
R¨¢pido: preg¨²ntale a cualquiera con m¨ªnimas nociones de c¨®mic el nombre del primer autor que le venga a la mente. Puede que el interlocutor sea fan de los mundos desasosegantes y on¨ªricos de Charles Burns, o que le guste perderse en los minuciosos universos de Chris Ware, pero es casi m¨¢s probable que el nombre que aflore sea el que falta en el Olimpo de la novela gr¨¢fica estadounidense. Porque Daniel Clowes es parte de la realeza del c¨®mic actual. Y, como sus compa?eros de pedestal, ha llegado a serlo tras pasar mucho, mucho tiempo solo. Salvo por la compa?¨ªa de sus tebeos, claro.
"Simplemente con ver los dibujos de alguien puedes saber c¨®mo fue su infancia", explica Clowes desde su casa en Oakland, California, donde vive con su mujer y su hijo adolescente. "Si las vi?etas est¨¢n llenas de personajes, era de familia numerosa. Yo fui muy solitario. Mi hermano mayor se fue de casa cuando yo ten¨ªa seis a?os, y el resto de mi infancia lo pas¨¦ con mis abuelos en medio del campo, sin gente alrededor. Era casi como vivir en una c¨¢rcel muy c¨®moda", confiesa soltando una carcajada un tanto inc¨®moda. "No hab¨ªa manera de escapar de all¨ª, ni de hablar con gente de mi edad. As¨ª que supongo que me sent¨ª salvado por los c¨®mics. Eran un lugar seguro. Desde muy peque?o tuve la impresi¨®n de vivir dentro de mi propia cabeza, de crear mi propio mundo".
Esos mundos han estado irremediablemente poblados por personajes que, como ¨¦l, no encontraban la manera de encajar en su entorno. Es el caso de David Boring, el joven que intenta saber algo sobre su padre ausente, o de Wilson, el cuarent¨®n que habla con todo el mundo pero en realidad no aguanta a nadie. Por supuesto, as¨ª eran Enid y Becky, las adolescentes inadaptadas y obsesionadas por lo pasado de moda de Ghost world. Paciencia, la mujer que presta su nombre a su ¨²ltima obra, es la reci¨¦n llegada a esa colecci¨®n de criaturas que no encuentran su sitio. "Me gustan los personajes que est¨¢n solos por elecci¨®n propia, que se oponen al resto del mundo. Son mucho m¨¢s interesantes", explica su creador.
?De qu¨¦ trata esta nueva obra?
En Paciencia, Clowes lleva esa desubicaci¨®n a un nuevo nivel gracias a un arma secreta: los viajes en el tiempo. "Siempre me ha atra¨ªdo mucho la idea de volver atr¨¢s", confiesa. "Es como una versi¨®n moderna de los cuentos de hadas, como el genio que te concede tres deseos. Es uno de esos impulsos primarios que tenemos todos, especialmente de ni?os". Pero no, ¨¦l ya no se pasa la vida queriendo regresar para arreglar aquello que dijo o hizo. "Cuando llegas a una cierta edad, tienes tal acumulaci¨®n de errores y arrepentimientos que se convierten en parte de tu historia. Si volvieses atr¨¢s, tendr¨ªas que cambiarlo todo.Y creo que de eso trata Paciencia: somos acumulaciones de errores".
Un error imposible de cambiar, en su caso, habr¨ªa sido no dedicarse al c¨®mic. "Cuando empec¨¦, a mediados de los 80, no ganaba mucho dinero", recuerda. "La situaci¨®n no era sostenible, pero no hab¨ªa nada m¨¢s que quisiese hacer. Pensaba que acabar¨ªa en un trabajo de oficina que no me interesar¨ªa en absoluto y que dibujar¨ªa por las noches". Cuando se encontraba "en un punto muy bajo", apareci¨® Eightball, su m¨ªtica serie en la que present¨® por primera vez algunos de sus t¨ªtulos m¨¢s conocidos, desde Como guante de seda forjado en hierro a El rayo mortal. "De repente, todo empez¨® a funcionar, y me di cuenta de que podr¨ªa continuar en esto unos a?os m¨¢s. Pero es como andar en la cuerda floja: tienes que continuar, no puedes pararte".
Eightball no solo le permiti¨® vivir de sus c¨®mics, sino tambi¨¦n convertirse en uno de los historietistas m¨¢s influyentes de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Gran parte de ese auge se lo debe porque no me parecen hijas de su ¨¦poca. Ellas intentaban evitar cualquier cosa moderna, era parte de su personalidad. Pero quiz¨¢s sea porque mucha gente ha vivido una amistad como la suya, con la que puede identificarse".
La inspiraci¨®n y sus circunstancias
En otras ocasiones, esa influencia que ha ejercido se ha vuelto contra ¨¦l. A finales de 2013, el actor Shia LaBeouf, en plena fase de delirio art¨ªstico-psic¨®tico, subi¨® a Internet el cortometraje Howard Cantour, calco casi exacto de Justin M. Damiano, una historia breve de Clowes. Por supuesto, sin acreditar a su autor original. "Una semana antes de aquello me robaron un coche que hab¨ªa tenido desde hac¨ªa a?os. Quer¨ªa regal¨¢rselo a mi hijo", recuerdael plagiado. "Lo acabaron estrellando contra un ¨¢rbol. Cuando me enter¨¦ de aquello me sent¨ª exactamente igual. Es imposible cuantificar el tiempo que empleas en crear algo as¨ª, no es solo lo que tardas en escribir y dibujar. Se trata de todo lo que has vivido y pensado hasta llegar all¨ª".
Ese es el grado de intimidad con el que vive sus historias. Como Paciencia, en la que ha estado trabajando cinco a?os y cuya publicaci¨®n es un acontecimiento en el mundo del c¨®mic. La siguiente dosis de Clowes no se ver¨¢ en papel, sino en la pantalla. La versi¨®n cinematogr¨¢fica de Wilson, dirigida por Craig Johnson (The skeleton twins) y con Woody Harrelson y Laura Dern al frente del reparto, es su nueva incursi¨®n como guionista. ?Y despu¨¦s? Despu¨¦s, la libertad absoluta: "Me encuentro en uno de esos raros momentos en los que puedo empezar cualquier proyecto que se me ocurra, as¨ª que voy a intentar preservar esa sensaci¨®n de no tener nada sobre mi cabeza. Es divertido encontrarse en esa fase de exploraci¨®n, pero tambi¨¦n hay algo muy abrumador en no tener l¨ªmites. Veremos, veremos".
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