Los fragmentos de la cruz de Cristo dan ¡°para llenar un gran barco¡±
Las reliquias de la crucifixi¨®n proliferan sospechosamente en todo el mundo, como ya denunci¨® Calvino en 1543
¡°Si quisi¨¦ramos recoger todo lo que se ha encontrado [de la cruz de Cristo], habr¨ªa suficiente para cargar un gran barco. El Evangelio atestigua que la cruz pod¨ªa ser portada por un hombre. Qu¨¦ desfachatez llenar la Tierra de tal cantidad de fragmentos de madera que 300 hombres no podr¨ªan transportarlos¡±, reflexionaba ya el te¨®logo franc¨¦s Juan Calvino, profundamente cristiano, en su Tratado de las reliquias, publicado en el a?o 1543.
La observaci¨®n de Calvino sigue viva esta Semana Santa, cinco siglos despu¨¦s. Los pedazos de la llamada Vera Cruz, la cruz en la que fue ejecutado Jes¨²s de Nazaret seg¨²n la tradici¨®n cristiana, son considerados reliquias de primera categor¨ªa por la Iglesia cat¨®lica, pero aparentemente son tan numerosos que dan la impresi¨®n de que Cristo fue un gigante crucificado con dos troncos de secuoyas. Es lo mismo que ocurre con la sangre de Jes¨²s, ¡°exhibida en m¨¢s de 100 lugares¡± en tiempos de Calvino, seg¨²n dej¨® escrito el propio te¨®logo.
Un supuesto le?o de la cruz, de 20 cent¨ªmetros, ha pasado 75 a?os en la caja fuerte de un banco en Caspe (Zaragoza)
Los trozos de madera atribuidos a la crucifixi¨®n de Cristo empezaron a proliferar cientos de a?os despu¨¦s de su muerte, como el que se adora en el Monasterio de Santo Toribio de Li¨¦bana, en el coraz¨®n de los Picos de Europa, en Cantabria. El le?o mide 64 por 40 cent¨ªmetros. Los propios franciscanos del templo reconocen que ignoran cu¨¢ndo lleg¨® al monasterio, aunque creen que fue ¡°alrededor del siglo VIII¡±, seg¨²n su p¨¢gina web. Sin embargo, atribuyen el hallazgo del madero al siglo IV, cuando Helena de Constantinopla, precisamente la madre del emperador romano que legaliz¨® el cristianismo, afirm¨® haber encontrado la cruz de Jes¨²s en un viaje a Jerusal¨¦n, gracias a la inspiraci¨®n divina. Fue proclamada santa.
La Colegiata de Santa Mar¨ªa la Mayor de Caspe (Zaragoza) alberga otro de los fragmentos de mayor tama?o que se conservan en el mundo. Mide 20 por 18 cent¨ªmetros y est¨¢ protegido por dos relicarios de oro y plata del siglo XVIII. Su historia es m¨¢s rocambolesca. El relato cat¨®lico oficial tambi¨¦n sit¨²a su origen en el descubrimiento de Helena de Constantinopla en el siglo IV, pero 10 siglos m¨¢s tarde el le?o aparece en Roma, portado por el papa Clemente VII. D¨ªas antes de morir, en 1394, el pont¨ªfice se lo regal¨® a un amigo, el diplom¨¢tico espa?ol Juan Fern¨¢ndez de Heredia, que lo acab¨® donando a la localidad de Caspe. En los ¨²ltimos 75 a?os, sin embargo, el supuesto fragmento de la cruz de Cristo ha estado b¨¢sicamente metido en la caja fuerte de una oficina bancaria, saliendo solo en procesi¨®n por el pueblo durante el Viernes Santo.
La Catedral de Notre Dame de Par¨ªs suma otros 24 cent¨ªmetros de madera al recuento de presuntos pedazos de la cruz. Y las astillas se multiplican por todo el planeta. En la bas¨ªlica de la Sant¨ªsima y Vera Cruz en Caravaca de la Cruz (Murcia) se adora un fragmento de 17 cent¨ªmetros con dos traversas de 7 y 10 cent¨ªmetros. Los hermanos de la cofrad¨ªa sostienen que hubo una ¡°aparici¨®n milagrosa¡± del madero el 3 de mayo de 1231. Seg¨²n su creencia, dos ¨¢ngeles se presentaron en la iglesia y lo dejaron sobre el altar.
El Comit¨¦ para la Investigaci¨®n Esc¨¦ptica ha intentado rastrear un origen ¨²nico de los le?os, sin ¨¦xito
La denominada Muy Antigua, Venerable y Dominicana Cofrad¨ªa Penitencial y Sacramental de la Santa Vera Cruz de Palencia pidi¨® en 2001 al Vaticano un fragmento de madera divina y lo obtuvo gracias a la intermediaci¨®n del obispo de Palencia. Los le?os sagrados tambi¨¦n aparecen en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de M¨¦xico, en el monasterio de Heiligenkreuz (Austria) y en otras iglesias de Espa?a, El Vaticano, Guatemala, Italia y otros muchos pa¨ªses. Algunos son de madera de cipr¨¦s, otros son de pino, otros son de olivo. Incluso en eBay, un sitio de subastas en internet, cualquiera puede comprar por unos pocos cientos de euros un supuesto fragmento aut¨¦ntico de la cruz de Cristo. Todos suman al cargamento del "gran barco" del que hablaba Calvino.
El Comit¨¦ para la Investigaci¨®n Esc¨¦ptica ¡ªuna organizaci¨®n estadounidense para el pensamiento cr¨ªtico¡ª financi¨® en 2010 un estudio sobre los le?os atribuidos a la cruz de Jes¨²s. El trabajo, llevado a cabo por el investigador Joe Nickell, intent¨® rastrear un origen ¨²nico de los maderos, sin ¨¦xito. ¡°La proliferaci¨®n de piezas de la Vera Cruz rivaliza en extravagancia con la de otras muchas reliquias falsas, como las m¨¢s de 40 mortajas de Jes¨²s y los m¨²ltiples cad¨¢veres de Mar¨ªa Magdalena¡±, escribi¨® Nickell en su informe final. A su juicio, Calvino fue ¡°cr¨ªtico de manera justificada con la venta agresiva de reliquias¡± en su ¨¦poca. ¡°Y nosotros, con nuestros modernos medios para el an¨¢lisis cient¨ªfico, no debemos ser menos¡±.
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