M¨¢s pol¨ªtica, m¨¢s acci¨®n
Para derrotar al terrorismo hace falta menos ret¨®rica y m¨¢s medidas a nivel europeo
Hasta ahora nos hab¨ªamos librado de un gran ataque en suelo belga. El 22 de marzo esto cambi¨® de manera abrupta. Bruselas se une ahora a la lista de ciudades europeas atacadas: Madrid, Londres, Par¨ªs. Pero la masacre del martes no fue solo un ataque contra B¨¦lgica. La estaci¨®n de metro de Maelbeek es el centro del distrito europeo. Fue un golpe al coraz¨®n de Europa. Ya no hay lugar a dudas: nos enfrentamos a un desaf¨ªo europeo. Para derrotar a aquellos que quieren hacernos da?o necesitamos mucho m¨¢s que llamadas a la solidaridad. Como el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de Francia, Fran?ois Hollande, han afirmado con acierto, necesitamos pol¨ªtica y acci¨®n a nivel europeo.
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Para empezar, tenemos que ser conscientes de la magnitud del problema al que nos enfrentamos. Las c¨¦lulas terroristas que nos amenazan disponen de una movilidad y una autonom¨ªa extraordinarias. No responden a las ¨®rdenes de un comando central, sino que se inspiran en el autodenominado Estado Isl¨¢mico. Mientras el EI y su retorcida ideolog¨ªa prosperen, mientras terroristas en Siria sigan lavando el cerebro, reclutando y entrenando a nuestros vulnerables j¨®venes europeos, nunca nos sentiremos seguros.
Muchos europeos y numerosos l¨ªderes pol¨ªticos han pensado siempre que una capacidad europea de defensa era un sue?o remoto. Despu¨¦s de todo, siempre hemos tenido a los americanos y a la OTAN para defendernos. Sin embargo, a medida que reduc¨ªamos nuestras capacidades de defensa, descubr¨ªamos que Estados Unidos tiene su propia agenda. Tenemos que encarar la verdad: encontrar una soluci¨®n pol¨ªtica a la guerra de Siria es una responsabilidad europea.
Adem¨¢s, es imperativo mejorar las labores de coordinaci¨®n en materia antiterrorista y, sobre todo, en materia de inteligencia. Tras cada reciente ataque terrorista, nuestros l¨ªderes han admitido que el intercambio de informaci¨®n entre los servicios nacionales de inteligencia podr¨ªa haber sido mejor. Sin embargo, cuando tienen de verdad la posibilidad de avanzar en este terreno, sostienen que la obligatoriedad de compartir estas informaciones va demasiado lejos. El intercambio de informaci¨®n entre los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea deber¨ªa ser imperativo y llevarse a cabo sin excepciones. Yo, personalmente, opino que necesitamos un servicio europeo de inteligencia que recabe datos y lleve a cabo operaciones en los 28 Estados miembros. Si los terroristas no respetan las fronteras nacionales, ?por qu¨¦ deber¨ªan hacerlo nuestras agencias de inteligencia?
Necesitamos un servicio europeo de inteligencia que recabe datos y
lleve a cabo operaciones en los 28 Estados miembros
Hasta ahora, nuestros l¨ªderes tienen acceso a los datos de los pasajeros que viajan en avi¨®n. Es el llamado PNR (registro de pasajeros a¨¦reos). Desgraciadamente, hemos desaprovechado la oportunidad de poner en marcha un verdadero registro europeo, pues el que est¨¢ ahora en la mesa de negociaci¨®n no menciona ninguna base de datos europea, sino que contempla un conjunto de 28 bases de datos nacionales que solo intercambiar¨¢n informaci¨®n a petici¨®n de un pa¨ªs en concreto.
Cada vez que Europa tiene que hacer frente a un problema de dimensiones supranacionales, la reticencia de los Estados miembros a adoptar soluciones europeas es alarmante. Es un clich¨¦ referirse a esta actitud como lo que en franc¨¦s denominamos grosse negligence (negligencia grave), pero empieza a convertirse en la t¨®nica dominante. ?Qui¨¦n se atrever¨ªa hoy a sugerir que no necesitamos una guardia europea de vigilancia y rescate en nuestras fronteras, un servicio europeo de inteligencia y un ej¨¦rcito europeo? Los estadounidenses dieron importantes pasos en los siglos XIX y XX en todas estas ¨¢reas. El FBI comenz¨® su andadura en una peque?a oficina que solo pod¨ªa intercambiar informaci¨®n de identidad entre los Estados.
La Uni¨®n Europea fue capaz de adoptar una orden de detenci¨®n europea tras los ataques del 11-S. Esa misma orden ser¨¢ utilizada para extraditar a Salah Abdeslam a Francia. ?Fue esta decisi¨®n una violaci¨®n de la soberan¨ªa nacional? S¨ª, pero los europeos nos sentimos m¨¢s seguros gracias a ella. Se comparti¨® la soberan¨ªa y se increment¨® la seguridad. Los ataques en Par¨ªs y en Bruselas son nuestro 11-S. Ahora es m¨¢s importante que nunca dejar atr¨¢s la ret¨®rica sobre el aumento de la coordinaci¨®n y adoptar medidas a nivel europeo.
Guy Verhofstadt, actual presidente del grupo liberal y dem¨®crata en el Parlamento Europeo, fue primer ministro de B¨¦lgica entre 1999 y 2008.
? The Worldpost/Global Viewpoint Network. Distribuido por Tribune Content Agency, LLC.
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