Podemos y la patria vasca
El partido m¨¢s radical en el escenario espa?ol se convierte en el principal rival electoral de la izquierda ¡®abertzale¡¯
En el Pa¨ªs Vasco habr¨¢ elecciones auton¨®micas en oto?o, las primeras de ese car¨¢cter desde la eclosi¨®n de los nuevos partidos que han trastocado el mapa pol¨ªtico espa?ol, y ello no pod¨ªa dejar de proyectarse sobre las perspectivas electorales que adelantan las encuestas para Euskadi y las consiguientes pol¨ªticas de alianzas. La conmemoraci¨®n del Aberri Eguna, el pasado domingo, ha sido un ensayo de las posiciones de los principales partidos vascos con vistas a esos comicios.
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La novedad ha sido la participaci¨®n de Podemos, partido no nacionalista, en una jornada tradicional de exaltaci¨®n nacionalista. Algo que fue normal en los primeros a?os de la Transici¨®n, cuando la reivindicaci¨®n de la autonom¨ªa formaba parte esencial de la aspiraci¨®n democr¨¢tica. Pero una vez recuperado e institucionalizado el autogobierno, esa participaci¨®n dej¨® de tener sentido. Al resucitarla, y hacerlo tras la bandera del derecho a decidir, el partido de Iglesias contribuye a facilitar la intenci¨®n del PNV y la izquierda abertzale, cada cual por su lado, de atraer apoyos transversales que legitimen como democr¨¢ticas, y no solo nacionalistas, sus aspiraciones actuales.
En primer lugar, para el PNV, un nuevo status pol¨ªtico que actualice el autogobierno y suponga un avance hacia el reconocimiento de Euskadi como naci¨®n mediante un proceso de di¨¢logo y pacto con el Estado. Podemos tambi¨¦n interpreta el derecho a decidir como negociaci¨®n dentro del marco legal, a diferencia de lo que propugna la izquierda abertzale, que insta al partido de Iglesias a sumarse a la ¡°v¨ªa unilateral¡± hacia la independencia.Lo que, a la vista de la experiencia catalana, tiene un efecto m¨¢s bien disuasorio.
As¨ª, el partido m¨¢s radical en el escenario espa?ol se convierte en tierra vasca, no en un aliado potencial del partido nacionalista m¨¢s extremo, como hace meses lleg¨® a pensarse, sino en su principal rival electoral.
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