La ineficacia que castiga a los parados espa?oles

Mariano Rajoy bas¨® la campa?a electoral de las legislativas de 2011 en la idea de que los problemas de la econom¨ªa espa?ola, y particularmente su elevada tasa de paro, se deb¨ªan a la nefasta gesti¨®n del Gobierno socialista. Promet¨ªa un gobierno eficiente. Muchos electores le creyeron y le dieron suficientes votos como para gobernar con mayor¨ªa absoluta. Ciertamente, en una situaci¨®n de crisis como la que ha vivido este pa¨ªs, el acierto en la gesti¨®n es determinante. Ser eficiente en la administraci¨®n de los recursos p¨²blicos no solo es un imperativo pol¨ªtico, sino tambi¨¦n ¨¦tico. Terminada la legislatura, el Gobierno del Partido Popular, ahora en funciones, no solo no ha creado los 3,5 millones de puestos de trabajo que prometi¨® en el debate electoral, sino que Espa?a ni siquiera parece capaz de gastar el dinero que con mucha dificultad ha logrado movilizar para crear empleo y ayudar a los parados. Para muestra, tres botones:

Plan de ayuda a los parados. En diciembre de 2014, el Gobierno firm¨® solemnemente con los agentes sociales un plan de activaci¨®n del empleo que preve¨ªa proporcionar una ayuda de 426 euros mensuales durante seis meses a m¨¢s de 400.000 parados de larga duraci¨®n. Pues bien, cuando apenas quedan dos semanas para que el plan termine, apenas se han distribuido 182 de los 1.200 millones de euros consignados (el 15%) y solo han recibido ayudas 105.000 parados, es decir, el 25% de los potenciales beneficiarios. En ese tiempo ¨²nicamente 14.000 de esos parados han encontrado trabajo.

Plan de garant¨ªa juvenil. La Uni¨®n Europea aprob¨® tambi¨¦n en 2014 un plan de garant¨ªa juvenil para ofrecer un puesto de trabajo o formaci¨®n profesional a los j¨®venes en paro. A Espa?a le correspondieron 943 millones de euros. Pese a tener una tasa de desempleo juvenil del 46,24%, una de las m¨¢s altas de Europa, a finales de 2015 solo hab¨ªa sido capaz de gastar el 12,25% de los fondos obtenidos.

Plan Juncker de inversiones. Siete meses despu¨¦s de que el llamado Plan Juncker de inversiones para reactivar la econom¨ªa y crear empleo abriera la ventanilla para recibir propuestas, Espa?a apenas ha presentado siete proyectos y otros tantos acuerdos de financiaci¨®n. El plan dispone de 21.000 millones de fondos p¨²blicos, con los que la UE pretende movilizar inversi¨®n privada por valor de 315.000 millones. El fondo no se distribuye por cuotas de pa¨ªs, sino en funci¨®n de los proyectos que se generen. Espa?a apenas ha presentado proyectos por valor de 615 millones, con los que espera movilizar 2.500 millones de inversi¨®n privada y crear 5.500 empleos, cuando Reino Unido, con 1.400 millones de fondos p¨²blicos, generar¨¢ 70.000 empleos. Reino Unido, Francia e Italia se han beneficiado mucho m¨¢s de ese plan pese a tener una mejor situaci¨®n socio-econ¨®mica que Espa?a.

Estos datos no solo revelan un d¨¦ficit de sensibilidad social. Tambi¨¦n muestran una grave problema de eficacia en la gesti¨®n de lo p¨²blico, algo que en un pa¨ªs con tanto paro es imperdonable. Peor que el incumplimiento de una promesa es la sospecha de que se incumple por desidia.