La lenta desaparici¨®n del erizo de p¨²as largas

Una de las consecuencias de los incendios forestales es que en las zonas afectadas y las colindantes se produce una dr¨¢stica reducci¨®n de la biodiversidad. Lo mismo ocurre cuando se tala un bosque para convertirlo en un campo de cultivo. Generalmente la explotaci¨®n abusiva de los recursos naturales conlleva una p¨¦rdida de riqueza biol¨®gica. Evidentemente, a corto plazo, se obtiene un beneficio econ¨®mico pero el medio ambiente puede resentirse.

Lo mismo ocurre en el mar, pero la diferencia es que, como no se ve, muy poca gente es consciente de ello.

Este es el caso del erizo de p¨²as largas, llamado tambi¨¦n erizo de lima o Diadema antillarum. Este animal juega un papel muy importante en el control de las poblaciones de algas en los arrecifes caribe?os puesto que, como todos los erizos, es un voraz herb¨ªvoro. Con su actividad mantiene bajo control la cubierta vegetal de los arrecifes de coral y limpia las superficies de donde se fijan las larvas de nuevos corales y favorecen su crecimiento.

En los fondos en los que se establece el equilibrio entre erizos y algas, las comunidades de los arrecifes de coral alcanzan su m¨¢ximo desarrollo, y tienen las tasas m¨¢s altas de biodiversidad.

El problema apareci¨® en 1983, cuando una enfermedad afect¨® a las poblaciones del erizo Diadema, produciendo, en pocos meses, una alt¨ªsima mortalidad en sus poblaciones. El resultado fue que en muchos arrecifes desapareci¨® m¨¢s del 90% de estos animales. Esto rompi¨® el equilibrio ecol¨®gico, con lo que aument¨® extraordinariamente el recubrimiento vegetal y el ecosistema de los arrecifes cambi¨® de una manera muy r¨¢pida.

La proliferaci¨®n de macroalgas se vio favorecida por un notable incremento de sedimentos y de sales minerales procedentes de tierra adentro, y por una sobrepesca de los peces que se alimentan de erizos. En algunas zonas, la cubierta algal lleg¨® a superar el 80% de la superficie de los arrecifes y, en consecuencia, la superficie de coral vivo descendi¨® notablemente.

En esta situaci¨®n, las algas asfixian a los corales y a los organismos que viven en ellos impidiendo, adem¨¢s, el asentamiento de nuevas larvas de invertebrados.

Actualmente se calcula que tan solo un 25% de las comunidades coral¨ªgenas del Caribe se mantienen en buen estado. Evidentemente su destrucci¨®n, en parte, tiene causas naturales, como es el impacto de los grandes huracanes que peri¨®dicamente azotan a este mar pero, tambi¨¦n, es debido a causas antropog¨¦nicas que alteran el equilibrio de estos fr¨¢giles ecosistemas marinos. Desde hace unos a?os parece que las poblaciones de erizos, lentamente, han empezado a recuperarse aunque sus efectos ser¨¢n visibles durante mucho tiempo.

Manel Gonz¨¢lez Benaiges es bi¨®logo, camar¨®grafo, director y realizador de documentales de naturaleza, aventura y buceo. Es autor del blog 'Buscando el azul'