Soberanismo basura
Hay referendos que derruyen la democracia representativa en pro de otra que se pretende ¡®directa¡¯
En nombre de la soberan¨ªa nacional holandesa, 2,5 millones de votantes se pasan por el forro en un refer¨¦ndum risible (apenas super¨® el 30% del censo) las decisiones de los Gobiernos representativos de 508 millones de ciudadanos de la UE para estrechar lazos comerciales con Ucrania.
M¨¢s. La minor¨ªa de ultraderechistas xen¨®fobos, ultraizquierdas de pacotilla y animalistas varios humillan a su propio Parlamento, que ratific¨® el pacto con Kiev; regocijan al aut¨®crata Vlad¨ªmir Putin, amigo de invadir al vecino; populachean con fraseo de t¨ªo Gilito contra el apoyo econ¨®mico al pa¨ªs huido de los s¨®viets; y buscan obstaculizar a la Uni¨®n Europea, que pese a ello sabr¨¢ neutralizar tanta estupidez.
En nombre de la soberan¨ªa nacional h¨²ngara, el Gobierno del ultra V¨ªctor Orban ultima otro refer¨¦ndum para oponerse a las cuotas de inmigrantes aceptadas por sus socios. Si triunfa, perjudicar¨¢ a sus ciudadanos, que perder¨¢n ante aquellos el prestigio acumulado desde su revuelta de 1956. Y de paso, quiz¨¢ su propensi¨®n solidaria a financiar el desarrollo econ¨®mico magiar.
En nombre de la soberan¨ªa brit¨¢nica, David Cameron apuesta un refer¨¦ndum a la rebaja de la integraci¨®n europea: pasatiempo artificial de mis¨¦rrimo c¨¢lculo individual, pues confiaba en carecer de mayor¨ªa absoluta y renunciar a convocarlo, por mandato de sus esperables socios liberales. Y ahora se juega su carrera, la ruptura tory y el desgarro del Reino Unido, merced al centrifuguismo escoc¨¦s y a una deserci¨®n de Irlanda del Norte, ya amiga de su Sur europeo.
Hay referendos democr¨¢ticamente correctos: Escocia, Quebec, Suiza. Otros, mediopensionistas: tambi¨¦n Suiza. Y luego, estos que siguen designios del soberanismo basura, derruyendo la democracia representativa en pro de otra que se pretende directa. Y que solo es estomacal, populista, confusionaria sobre lo que se vota: ?al convocante?, ?sobre el Gobierno?, ?contra un fantasmal enemigo exterior?, ?contra el propio Parlamento?
El refer¨¦ndum no es el instrumento m¨¢s sublime de la democracia. Encandila a las dictaduras. Lo us¨® el Caudillo en 1966 para barnizar su Ley Org¨¢nica del Estado. Y el F¨¹hrer, en 1938, para que los austriacos ocupados validasen su anexi¨®n al Reich.
El soberanismo basura tambi¨¦n gusta del refer¨¦ndum basura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.