Sacarle punta al futuro
EN un mundo dominado por m¨®viles y redes sociales, encaminado hacia la realidad virtual, una tienda neoyorquina dedicada exclusivamente a vender l¨¢pices, CW Pencil, acaba de celebrar su primer aniversario. ¡°Es bastante incre¨ªble que exista un espacio as¨ª. Incluso yo me sorprendo a veces¡±, dice su fundadora, Caroline Weaver. Cuando abri¨®, regentaba ella sola el local. Ahora tiene cuatro empleados y una oficina donde prepara los pedidos y rastrea nuevos l¨¢pices y accesorios. ¡°Entra gente curiosa por la novedad, tambi¨¦n nost¨¢lgicos o personas que vienen buscando algo muy espec¨ªfico¡±, cuenta la joven emprendedora. ¡°Son sobre todo adultos, pero tambi¨¦n vienen familias enteras los fines de semana¡±.
Weaver, de 25 a?os y natural de Ohio, certifica con sorpresa la pasi¨®n que muchos mantienen por los l¨¢pices. ¡°No s¨¦ cu¨¢ndo naci¨® mi amor por ellos¡±, reconoce, aunque siempre supo que de alg¨²n modo formar¨ªan parte de su vida. Cuando era m¨¢s joven, fantaseaba con ¡°ver y pensar como una artista¡±. Por eso, y quiz¨¢ tambi¨¦n como excusa para utilizar m¨¢s estos objetos, estudi¨® arte en Londres. ¡°Soy anal¨®gica y creativa: me encanta la cualidad f¨ªsica de los l¨¢pices, su olor. Para m¨ª, estimulan m¨¢s sentidos que ning¨²n otro instrumento de escritura. La mayor¨ªa de las marcas que los fabrican son empresas familiares con mucha tradici¨®n. Parecen objetos simples, pero se han ido perfeccionando mucho durante largo tiempo¡±.
En su inabarcable colecci¨®n personal destaca, c¨®mo no, aquellos que llevan escrita una historia. El que ella se tatu¨® en el antebrazo cuando se instal¨® en Nueva York hace tres a?os fue ¡°el primero del que se enamor¨®¡± siendo ni?a. ¡°Ten¨ªa un acabado mate, una goma perfecta, era barato y de una marca accesible en el Ohio rural¡±. A¨²n conserva el que usaba su mejor amiga en la guarder¨ªa y uno de su abuelo con el nombre de su empresa grabado. ¡°Son los que m¨¢s significan para m¨ª¡±, confiesa, aunque todos poseen cierto valor sentimental y nunca los tira: los guarda en un ¡°cementerio de l¨¢pices¡± que comparte con su equipo y los clientes.
El l¨¢piz perfecto para Weaver ser¨ªa uno ¡°redondo, suave y oscuro, hecho de cedro oloroso, de dise?o simple y muy lacado¡±, si bien cree que existe uno espec¨ªfico para cada persona y cada uso. Aqu¨ª vende modelos desde 25 centavos de d¨®lar (22 c¨¦ntimos de euro), antiguos y modernos. A ella le encanta asesorar a sus clientes, pero est¨¢ convencida de que es el propio l¨¢piz el que elige a su due?o. En este local, de dise?o minimalista que arrasa en la era Instagram, cuenta con un peque?o escritorio donde adultos y ni?os pueden ¡°sentir¡± su trazo. El m¨¢s valioso que ofrece, a 500 d¨®lares (unos 450 euros), es de la marca espa?ola El Casco. ¡°Son los ¨²nicos que siguen haciendo todo tipo de accesorios de escritorio de calidad. Creo que se est¨¢ empezando a volver la vista atr¨¢s hacia cosas m¨¢s f¨ªsicas. [El l¨¢piz] no solo vuelve a estar de moda por a?oranza, sino porque nos hace pensar diferente¡±.
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